Las Circunstancias Socioeconómicas en España han estado marcadas durante los últimos años por un importante crecimiento de la población y un acelerado proceso de desarrollo económico y social. Este crecimiento de población ha sido, en gran parte, debido a la recepción de flujos migratorios. Entre los años 2000 y 2008 han entrado en España más de 4,5 millones de inmigrantes extranjeros, alcanzando la población residente en el país, a 1 de enero de 2008, 46.157.822 habitantes. Esto ha supuesto que la tasa de crecimiento, que en la década de los 90 alcanzaba 120.000 habitantes/año, pasara a más de 700.000 habitantes/año entre 2000 y 2008. Este dinamismo inusitado ha triplicado las previsiones demográficas realizadas en 1998, contribuyendo en más del 30% al incremento de la población de la UE 27 en este periodo. Además, las proyecciones del INE hasta 2015 indican que esta tendencia se mantendrá en los próximos años.