Más de la mitad (el 54,5%) de los pozos de agua que abastecen Menorca están contaminados por nitratos y el 36,4% superan el número de cloruros considerado límite para el uso agrícola. Así se desprende de los datos oficiales recabados por el Instituto Geológico y Minero y la Direcció General de Recursos Hídrics del Govern de los que se ha hecho eco el Observatori Socioambiental (Obsam).

En base a este estudio, el Obsam constata como, en lugar de decrecer por las políticas de la administración, la contaminación se ha mantenido casi inalterable en la última década. De los once pozos de la Isla analizados por Recursos Hídrics, seis están contaminados por nitratos y cuatro por cloruros. Sólo los datos del Instituto Geológico y Minero invitan levemente al optimismo. Este organismo siguió entre 2003 y 2009 la evolución de hasta 25 captaciones de agua y comprobó como están contaminados sólo el 36% de los pozos (nueve por nitratos y nueve por cloruros).

El Obsam advierte que la mayor presencia de nitratos se encuentra en Maó y Ciutadella, coincidiendo con las áreas de hortales que sufren una más intensa actividad agrícola. Por su parte, la contaminación por cloruros afecta al sur de Ciutadella y Sant Lluís, debido a la intrusión marina que registran los pozos cercanos a la costa.

Pero la desaladora, que se construyó precisamente para dar solución al problema de cloruros en Ciutadella, aún no se ha puesto en marcha diez años después de que se proyectara. Y Es Castell sigue sin ver solventada la elevada contaminación por nitratos que le impide consumir agua del grifo. El conseller de Medi Ambient, Fernando Villalonga, insiste en combatir la contaminación al margen de la desaladora, cuya entrada en funcionamiento sigue sin concitar el acuerdo del Govern y el Ajuntament de Ciutadella.