Los pluviómetros prácticamente secos desde el invierno dejan su cara más amarga en los campos, donde los cultivos nacen a duras penas y los pastos no consiguen brotar pese a estar ya en primavera. De la evolución de la meteorología en los próximos siete o diez días depende buena parte del futuro de la agricultura esta temporada y puede ayudar a aliviar la asfixiante situación que vive la ganadería, especialmente la extensiva, sin zonas naturales en las que pastar e incluso con dificultades para abrevar. Pendientes de las lluvias que puedan caer de aquí al 15 de abril y ayuden a salvar la cosecha, lo cierto es que «los daños potenciales» sobre el cereal de secano ya afectan al 19 por ciento de las 1,7 millones de hectáreas sembradas, es decir, unas 370.000 presentan problemas de nascencia y crecimiento, «agravados» en los casos de los cultivos tardíos, según reconoció ayer la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, en el Consejo Regional Agrario y en base a los análisis realizados desde su departamento a lo largo de este mes.

El 19 por ciento de afección es la media de Castilla y León, pero hay zonas puntuales en las que el problema se agudiza, como el este de la provincia de Soria, donde el 65 por ciento de la superficie cerealista está «muy afectada» y presenta «daños muy importantes», señaló Clemente. En el Cerrato palentino, es del 30 por ciento.

Los cálculos coinciden con los de las organizaciones profesionales agrarias (Opas), que lanzaron también la voz de alerta sobre el momento que atraviesa el campo de Castilla y León por la falta de precipitaciones. Según Donaciano Dujo (Asaja), la mitad de las hectáreas sembradas de secano, cerca de un millón, «lo están pasando mal» y la situación es «muy preocupante».

Y si en la agricultura -pendiente además de si podrá utilizarse toda la superficie de regadío debido a la escasez de agua y cómo sacar adelante la campaña- la situación es complicada, en la ganadería «el problema es ya realmente grave», reconoció la consejera, quien cifró en un 70 por ciento la superficie de pastos afectada por la falta de agua. El ganado no encuentra dónde comer, lo que obliga a los ganaderos a complementar la alimentación con pastos y forrajes que han incrementado su precio de manera considerable debido, entre otros motivos, a la sequía y escasez de materia.

En el mapa de Castilla y León, hay varias zonas con importante cabaña, los valles del Tiétar y el Alberche, en Ávila y las de Vitigudino, Ciudad Rodrigo y Fuente de San Esteba, en Salamanca, en las que la «situación es especialmente grave», alertó Clemente, quien también apuntó a que es «muy grave» en Sayago (Zamora). Ante este panorama, Clemente reconoció que han de tomarse medidas «con carácter inmediato» en la ganadería que pasan, por el momento, por llevar llevar agua al oeste de Salamanca y sur de Ávila para que el ganado pueda abrevar ante la ausencia de charcas naturales. Además, la consejera anunció la intención de la Junta de «complementar» las medidas que de la superficie de cereal del este de la provincia de Soria está ya «muy afectada» por la sequía y tiene «daños muy importantes».

Es la zona de Castilla y León con más dificultades para la ganadería. En el sur de Ávila y las zonas salmantinas de Vitigudino, Ciudad Rodrigo y Fuente de San Esteban casi no hay pastos ni agua. de euros destinaron en 2011 Gobierno y Junta (18,5) a los seguros a cultivos herbáceos y ganaderos. El 60% de la superficie agrícola tiene póliza. apruebe el Gobierno central para paliar esta situación. Entre esas acciones de carácter estatal, Clemente avanzó que pedirá al ministro que el anticipo de las ayudas de la PAC a la ganadería «sea mayor» al anunciado. «El 15 de octubre no es suficiente», advirtió la Consejera, quien apuntó que «es posible y de exigencia» ante la UE. En este sentido, Dujo consideró que «perfectamente» se podrían pagar a mediados de mayo.

Esta petición de adelanto fue bien acogida desde las Opas, que coincidieron con la consejera en reclamar la subida del IVA que cobran los ganaderos del 8,5 al 10 por ciento para equipararlo con la agricultura. Ayudas directas y que la amortización de los préstamos se prorrogue «al menos un año más» fueron otras de las peticiones ante la «situación dramática» del sector, especialmente ganaderos, reclamaron Jesús Manuel González Palacín (UCCL) y Julio López (UPA).

En la reunión también se abordó la política de seguros, que «garantiza las rentas» agrarias, pues el 60 por ciento de la superficie cerealista está asegurada, pero en el caso de los pastos, los seguros son «irrisorios», pues sólo el 0,5 por ciento tiene póliza suscrita, advirtió Clemente, quien destacó el apoyo público, con 53 millones de euros para cobertura de seguros en 2011 (18,5 aportados por la Junta).