CHS is reported to the illegal use of groundwater
Fri, 15/06/2012
La asociación ecologista Caralluma ha puesto en conocimiento de la Confederación Hidrográfica del Segura, de la Dirección General del Medio Ambiente y del Ayuntamiento que en las fincas Loma de Banderas y Los Pocicos del partido de Tarragoya se están produciendo «extracciones y usos ilegales de aguas subterráneas».
Los ecologistas han realizado una estimación del volumen extraído -que cifran en unos 447.824 metros cúbicos al año- que «afecta al caudal del río Quípar y, por tanto, al Lugar de interés Comunitario (LIC) del mismo, aguas abajo de la Cañada de Tarragona, así como a los regadíos tradicionales de Caravaca y de Cehegín que dependen del mismo acuífero y del río por la disminución de los caudales de agua con la que tienen derecho a regar, causando por tanto graves perjuicios económicos y medioambientales».
Según la información facilitada por Caralluma, en la finca Loma de Banderas se han transformado ilegalmente en regadío, mediante la extracción, embalse y conducción ilegal de aguas subterráneas, al menos 44,5 hectáreas de secano. «Se da la circunstancia que 18,5 hectáreas de secano ya fueron transformadas ilegalmente en regadío hace algunos años gracias a un pozo ilegal situado en la misma finca y tuvieron que dejar de regarse por no disponer de la correspondiente autorización de la Confederación Hidrográfica del Segura para el uso de dicho pozo», apunta Caralluma.
Los ecologistas han realizado una estimación del volumen extraído -que cifran en unos 447.824 metros cúbicos al año- que «afecta al caudal del río Quípar y, por tanto, al Lugar de interés Comunitario (LIC) del mismo, aguas abajo de la Cañada de Tarragona, así como a los regadíos tradicionales de Caravaca y de Cehegín que dependen del mismo acuífero y del río por la disminución de los caudales de agua con la que tienen derecho a regar, causando por tanto graves perjuicios económicos y medioambientales».
Según la información facilitada por Caralluma, en la finca Loma de Banderas se han transformado ilegalmente en regadío, mediante la extracción, embalse y conducción ilegal de aguas subterráneas, al menos 44,5 hectáreas de secano. «Se da la circunstancia que 18,5 hectáreas de secano ya fueron transformadas ilegalmente en regadío hace algunos años gracias a un pozo ilegal situado en la misma finca y tuvieron que dejar de regarse por no disponer de la correspondiente autorización de la Confederación Hidrográfica del Segura para el uso de dicho pozo», apunta Caralluma.