Aparici states that "we haven´t had water sooner, nor cheaper"
Mon, 25/06/2012
El portavoz de Medio Ambiente del Senado, Vicent Aparici, ha reaccionado a la afirmación de que «el plan AGUA fue una excusa para derogar el trasvase del Ebro y ahora supone una dura papeleta para el nuevo Gobierno de España, que tiene que reaccionar ante los incumplimientos del Gobierno anterior». Al respecto, Aparici ha explicado que «el actual Gobierno encontró a las sociedades de agua absolutamente descapitalizadas y la primera medida que tuvo que tomar fue pedir un crédito de 300 millones de euros para que pudieran continuar con los proyectos en ejecución, cuando no reprogramar las obras no iniciadas».
El senador por Castellón, que fue el portavoz en el debate de presupuestos para los temas relacionados con las sociedades de aguas, tiene muy claro que «hay que priorizar las obras que son estrictamente necesarias y buscar la fórmula para evitar costes innecesarios que repercutan de forma negativa en los ayuntamientos o los regantes».
En ese sentido, se han mantenido ya algunas reuniones con el director general de Acuamed, Arcadio Mateo, con el que existe gran sintonía y como la Dirección General de Aguas. Estas reuniones van a continuar en los próximos meses, sostiene el parlamentario popular.
Aparici considera que «la previsión del Ministerio es acabar las desaladoras de Oropesa y Moncofa y atender las peticiones de los alcaldes del PP que fueron trasladadas en su momento y que intentan suavizar los costes que el Gobierno socialista tenia previsto imputar a los ayuntamientos».
Por otro lado, advierte que «el coste del agua de desalación, sobre un euro el metro cúbico, es muy caro para el riego, por lo que estamos estudiando alternativas más eficaces para el sector agrícola, especialmente las referida a la reutilización de aguas depuradas, que hemos trasladado a la Confederación Hidrográfica del Júcar y a la Dirección General de aguas».
Aparici concluye que «no nos dijeron la verdad». «Ni hemos tenido agua más pronto ni más barata y ahora toca asumir un nuevo esfuerzo en un momento de reducción del déficit pero el Gobierno lo va a afrontar en función de las necesidades».
El senador por Castellón, que fue el portavoz en el debate de presupuestos para los temas relacionados con las sociedades de aguas, tiene muy claro que «hay que priorizar las obras que son estrictamente necesarias y buscar la fórmula para evitar costes innecesarios que repercutan de forma negativa en los ayuntamientos o los regantes».
En ese sentido, se han mantenido ya algunas reuniones con el director general de Acuamed, Arcadio Mateo, con el que existe gran sintonía y como la Dirección General de Aguas. Estas reuniones van a continuar en los próximos meses, sostiene el parlamentario popular.
Aparici considera que «la previsión del Ministerio es acabar las desaladoras de Oropesa y Moncofa y atender las peticiones de los alcaldes del PP que fueron trasladadas en su momento y que intentan suavizar los costes que el Gobierno socialista tenia previsto imputar a los ayuntamientos».
Por otro lado, advierte que «el coste del agua de desalación, sobre un euro el metro cúbico, es muy caro para el riego, por lo que estamos estudiando alternativas más eficaces para el sector agrícola, especialmente las referida a la reutilización de aguas depuradas, que hemos trasladado a la Confederación Hidrográfica del Júcar y a la Dirección General de aguas».
Aparici concluye que «no nos dijeron la verdad». «Ni hemos tenido agua más pronto ni más barata y ahora toca asumir un nuevo esfuerzo en un momento de reducción del déficit pero el Gobierno lo va a afrontar en función de las necesidades».