Aguas de Valencia holds a shareholders meeting while waits for a new battle for its control
Fri, 29/06/2012
Aguas de Valencia celebró ayer una junta de accionistas de transición a la espera de una nueva batalla por el control de la empresa que cada vez parece más próxima. La empresa aprobó las cuentas de 2011, con beneficios netos de 18,4 millones de euros, sin problemas gracias a la amplia mayoría con la que cuenta hasta ahora su presidente, Eugenio Calabuig. Sus adversarios de la multinacional Suez (que controla, entre otras empresas, Aguas de Barcelona) votaron en contra de las mismas y solicitaron una auditoría independiente para revisar las operaciones realizadas por Aguas de Valencia con algunos de sus accionistas.
Todo apuntaba a que se trataba de un doble mensaje. Una referencia a la denuncia presentada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) contra el exconsejero delegado del Banco de Valencia y el presidente de Aguas de Valencia. Y otra referencia a la decisión del Tribunal Superior de Justicia valenciano de anular por las irregularidades detectadas un contrato de 2.500 millones de euros (50 millones al año durante cinco décadas) ganado por la empresa creada entre Aguas de Valencia y la entidad metropolitana Emshi para el suministro de agua hasta Valencia y su área metropolitana
Suez, que posee un tercio de las acciones de Aguas de Valencia y aspira a lograr el control, también se opuso a que la empresa mantuviese a Deloitte como auditora. Y trató de que se aprobase una acción de responsabilidad civil contra los gestores que no prosperó.
En lo que respecta al pasado ejercicio, Aguas de Valencia obtuvo un beneficio de 18,4 millones de euros, un 8,5% más que el año anterior a pesar, según destacó la empresa en un comunicado, de que la cifra de negocio apenas aumentó un 1,8% en relación con 2010, hasta los 222,1 millones. Ello se debió, afirmó Aguas de Valencia, a una "política de austeridad y control del gasto".
La empresa señaló que el año pasado se produjo una "caída generalizada" del consumo y que a pesar de ello mantuvo sus ingresos gracias a la obtención de nuevos contratos. La sociedad destacó, entre ellos, el abastecimiento de agua y mantenimiento de la red de alcantarillado en los municipios de Gilet, Aielo de Malferit, Llosa de Ranes, Siete Aguas, Villalonga, Faura y Meliana, así como la gestión de la estación de tratamiento de agua de Sagunto. Los resultados obtenidos en 2011 permitieron a la empresa repartir entre los accionistas un dividendo de 7,3 millones de euros -lo que representa 3,89 euros por acción-, un 8,4% por encima del repartido en 2011. Las reservas de la empresa se vieron al mismo tiempo incrementadas en 11 millones de euros.
Todo apuntaba a que se trataba de un doble mensaje. Una referencia a la denuncia presentada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) contra el exconsejero delegado del Banco de Valencia y el presidente de Aguas de Valencia. Y otra referencia a la decisión del Tribunal Superior de Justicia valenciano de anular por las irregularidades detectadas un contrato de 2.500 millones de euros (50 millones al año durante cinco décadas) ganado por la empresa creada entre Aguas de Valencia y la entidad metropolitana Emshi para el suministro de agua hasta Valencia y su área metropolitana
Suez, que posee un tercio de las acciones de Aguas de Valencia y aspira a lograr el control, también se opuso a que la empresa mantuviese a Deloitte como auditora. Y trató de que se aprobase una acción de responsabilidad civil contra los gestores que no prosperó.
En lo que respecta al pasado ejercicio, Aguas de Valencia obtuvo un beneficio de 18,4 millones de euros, un 8,5% más que el año anterior a pesar, según destacó la empresa en un comunicado, de que la cifra de negocio apenas aumentó un 1,8% en relación con 2010, hasta los 222,1 millones. Ello se debió, afirmó Aguas de Valencia, a una "política de austeridad y control del gasto".
La empresa señaló que el año pasado se produjo una "caída generalizada" del consumo y que a pesar de ello mantuvo sus ingresos gracias a la obtención de nuevos contratos. La sociedad destacó, entre ellos, el abastecimiento de agua y mantenimiento de la red de alcantarillado en los municipios de Gilet, Aielo de Malferit, Llosa de Ranes, Siete Aguas, Villalonga, Faura y Meliana, así como la gestión de la estación de tratamiento de agua de Sagunto. Los resultados obtenidos en 2011 permitieron a la empresa repartir entre los accionistas un dividendo de 7,3 millones de euros -lo que representa 3,89 euros por acción-, un 8,4% por encima del repartido en 2011. Las reservas de la empresa se vieron al mismo tiempo incrementadas en 11 millones de euros.