Carcaixent triple the sales of mineral water
Fri, 29/06/2012
Vecinos que acarreaban decenas de botellas y garrafas, supermercados que aprovisionaban sus reservas de agua mineral por temor al desabastecimiento y ciudadanos alarmados preguntando en el ayuntamiento si el agua del grifo que la Conselleria de Sanidad recomendó el miércoles no beber ni usar para cocinar, tras detectar que se había contaminado con herbicidas, es apta para otros usos domésticos.
Pese a las llamadas a la calma de la Conselleria de Sanidad y del ayuntamiento, la psicosis creada por el agua era ayer evidente en Carcaixent y en los supermercados no se hablaba de otra cosa.
En la cola de un céntrico establecimiento, un vecino se llevaba diez garrafas de cinco litros «por si tardan en arreglar el problema», una usuaria se planteaba en voz alta «si las llagas que le habían salido en la boca a su hija tendrían alguna relación» y otra lamentaba que, a partir de ahora, tendría «que limpiar las verduras con Bezoya, con el consiguiente gasto». La encargada admitía que durante la mañana había vendido «el triple» de agua embotellada que en un día normal.
Una psicosis que la Conselleria de Sanidad tenía asumido que se desataría y que se extendió incluso a otros ayuntamientos como el de Alzira, que preguntó ayer a la Conselleria de Sanidad por la situación de sus pozos. La respuesta que les dieron es que no había ningún problema y que cada municipio tiene sistemas diferentes de distribución de agua. Pero en el caso de Carcaixent, el municipio sólo tiene un pozo «importante» el de la calle Gandia, que es difícil de sustituir porque los otros, como el de la Parra, tienen un caudal escaso.
Con todo, desde la Conselleria de Sanidad calificaron la situación como un problema «menor» porque mucha gente ya usaba agua embotellada y tiene plantas de ósmosis y reiteraron que aunque no es conveniente beberla ni usarla para cocinar, el agua es perfectamente apta para otros usos domésticos como ducharse o limpiar los utensilios de cocina.
Desde el Ayuntamiento de Carcaixent confirmaron que atendieron numerosas llamadas relacionadas con el agua. El portavoz del PP, Ino Signes, explicó que habían recibido llamadas de ciudadanos que preguntaban si el ayuntamiento bonificaría el recibo porque el agua ha dejado de ser potable o incluso si subvencionaría el agua embotellada al presentar el recibo de compra.
Signes les explicó que la empresa gestora del servicio, Aguas de Valencia, « cobra el recibo por transportar el agua del depósito al grifo y da igual si ésta es potable o no», señaló el concejal.
El portavoz popular también dijo que el nivel de nitratos actual del agua de Carcaixent es de 70 miligramos por litro y que, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 50 como máximo, «es una de las cifras más bajas que hemos tenido en 20 años ya que hemos llegado a los 140», subrayó el concejal.
Posible bonificación del recibo Aún así, el Ayuntamiento de Carcaixent se plantea una posible bonificación de parte del recibo del agua, aunque la decisión no está tomada y queda a expensas de cómo evolucione el problema tras el bando emitido por la alcaldesa, Lola Botella, en el que prohíbe usar el agua del grifo para cocinar o beber.
El ayuntamiento también se plantea, si la situación se alarga, habilitar las tres plantas potabilizadoras de las que dispone desde que se produjeron en el pasado altísimas concentraciones de nitratos. Podrían instalarse en algún espacio público donde el vecindario llenaría las garrafas.
ALZIRA
La psicosis se instala entre el vecindario con la compra masiva de garrafas, que obliga a varios supermercados a aprovisionar reservas para evitar desabastecimiento Sanidad pide no utilizarla para beber o cocinar, pero sí para otros usos como ducharse.
Pese a las llamadas a la calma de la Conselleria de Sanidad y del ayuntamiento, la psicosis creada por el agua era ayer evidente en Carcaixent y en los supermercados no se hablaba de otra cosa.
En la cola de un céntrico establecimiento, un vecino se llevaba diez garrafas de cinco litros «por si tardan en arreglar el problema», una usuaria se planteaba en voz alta «si las llagas que le habían salido en la boca a su hija tendrían alguna relación» y otra lamentaba que, a partir de ahora, tendría «que limpiar las verduras con Bezoya, con el consiguiente gasto». La encargada admitía que durante la mañana había vendido «el triple» de agua embotellada que en un día normal.
Una psicosis que la Conselleria de Sanidad tenía asumido que se desataría y que se extendió incluso a otros ayuntamientos como el de Alzira, que preguntó ayer a la Conselleria de Sanidad por la situación de sus pozos. La respuesta que les dieron es que no había ningún problema y que cada municipio tiene sistemas diferentes de distribución de agua. Pero en el caso de Carcaixent, el municipio sólo tiene un pozo «importante» el de la calle Gandia, que es difícil de sustituir porque los otros, como el de la Parra, tienen un caudal escaso.
Con todo, desde la Conselleria de Sanidad calificaron la situación como un problema «menor» porque mucha gente ya usaba agua embotellada y tiene plantas de ósmosis y reiteraron que aunque no es conveniente beberla ni usarla para cocinar, el agua es perfectamente apta para otros usos domésticos como ducharse o limpiar los utensilios de cocina.
Desde el Ayuntamiento de Carcaixent confirmaron que atendieron numerosas llamadas relacionadas con el agua. El portavoz del PP, Ino Signes, explicó que habían recibido llamadas de ciudadanos que preguntaban si el ayuntamiento bonificaría el recibo porque el agua ha dejado de ser potable o incluso si subvencionaría el agua embotellada al presentar el recibo de compra.
Signes les explicó que la empresa gestora del servicio, Aguas de Valencia, « cobra el recibo por transportar el agua del depósito al grifo y da igual si ésta es potable o no», señaló el concejal.
El portavoz popular también dijo que el nivel de nitratos actual del agua de Carcaixent es de 70 miligramos por litro y que, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 50 como máximo, «es una de las cifras más bajas que hemos tenido en 20 años ya que hemos llegado a los 140», subrayó el concejal.
Posible bonificación del recibo Aún así, el Ayuntamiento de Carcaixent se plantea una posible bonificación de parte del recibo del agua, aunque la decisión no está tomada y queda a expensas de cómo evolucione el problema tras el bando emitido por la alcaldesa, Lola Botella, en el que prohíbe usar el agua del grifo para cocinar o beber.
El ayuntamiento también se plantea, si la situación se alarga, habilitar las tres plantas potabilizadoras de las que dispone desde que se produjeron en el pasado altísimas concentraciones de nitratos. Podrían instalarse en algún espacio público donde el vecindario llenaría las garrafas.
ALZIRA
La psicosis se instala entre el vecindario con la compra masiva de garrafas, que obliga a varios supermercados a aprovisionar reservas para evitar desabastecimiento Sanidad pide no utilizarla para beber o cocinar, pero sí para otros usos como ducharse.