The CHD gives Palencia a storm tank discharges against
Tue, 17/07/2012
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, José Valín, firmó ayer con el alcalde de Palencia, Alfonso Polanco, un convenio por el que el organismo de la cuenca le cede la gestión del tanque de tormentas. Con una capacidad de 12.000 metros cúbicos, es decir, 12 millones de litros, está preparado para evitar vertidos al río Carrión en caso de lluvias torrenciales.
Se trata, como explicó el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, José Valín, de evitar que las primeras aguas de una tormenta arrastren todo lo que encuentran en el fondo de los colectores y lo viertan directamente al río por la incapacidad de la depuradora de tratar tanta cantidad de agua. «De nada sirve una depuradora si llega una tormenta, de las que por estadística ocurren una vez cada quince o veinte años, y lo vierte todo al río», señaló Valín al tiempo que explicaba que en caso de fuertes lluvias «los 20 primeros minutos son fundamentales».
De ahí la necesidad de un depósito, el tanque de tormentas, donde acumular el agua si la depuradora no da abasto. La nueva infraestructura, que ha costado cerca de siete millones de euros, cuenta además con un sistema de sedimentación de residuos de mayor densidad, así como de bombas de extracción de lodos, que permiten que dichos sedimentos sean incorporados al proceso de depuración. Sus beneficios, añadió el presidente de la CHD, «no sólo garantizan la calidad del agua a Palencia, sino a todo lo que viene más abajo, como Valladolid y Zamora», por lo que calificó la nueva infraestructura de «fundamental».
Valín firmó ayer la cesión del nuevo tanque de tormentas al Ayuntamiento de Palencia, que se encargará a partir de ahora de su uso y gestión, momento que aprovechó para anunciar una nueva ampliación de la depuradora de la ciudad para «adecuarla a la nueva normativa respecto a la eliminación del nitrógeno y del fósforo». Dicha normativa supone la inclusión de nuevos elementos tecnológicos, con un coste total de 4,5 millones de euros.
«El proyecto se encuentra en los trámites previos a la licitación con el objetivo de proceder a la contratación a finales de año». No en vano, el plazo de ejecución de la obra es superior a los dos años y el objetivo es que los nuevos elementos del proceso de depuración estén en marcha en 2015. Las mayores dificultades en la ejecución de la obra pasan por la imposibilidad de detener el funcionamiento de la depuradora, por lo que introducción de las mejoras se debe adaptar a la marcha habitual de la infraestructura.
Se trata, como explicó el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, José Valín, de evitar que las primeras aguas de una tormenta arrastren todo lo que encuentran en el fondo de los colectores y lo viertan directamente al río por la incapacidad de la depuradora de tratar tanta cantidad de agua. «De nada sirve una depuradora si llega una tormenta, de las que por estadística ocurren una vez cada quince o veinte años, y lo vierte todo al río», señaló Valín al tiempo que explicaba que en caso de fuertes lluvias «los 20 primeros minutos son fundamentales».
De ahí la necesidad de un depósito, el tanque de tormentas, donde acumular el agua si la depuradora no da abasto. La nueva infraestructura, que ha costado cerca de siete millones de euros, cuenta además con un sistema de sedimentación de residuos de mayor densidad, así como de bombas de extracción de lodos, que permiten que dichos sedimentos sean incorporados al proceso de depuración. Sus beneficios, añadió el presidente de la CHD, «no sólo garantizan la calidad del agua a Palencia, sino a todo lo que viene más abajo, como Valladolid y Zamora», por lo que calificó la nueva infraestructura de «fundamental».
Valín firmó ayer la cesión del nuevo tanque de tormentas al Ayuntamiento de Palencia, que se encargará a partir de ahora de su uso y gestión, momento que aprovechó para anunciar una nueva ampliación de la depuradora de la ciudad para «adecuarla a la nueva normativa respecto a la eliminación del nitrógeno y del fósforo». Dicha normativa supone la inclusión de nuevos elementos tecnológicos, con un coste total de 4,5 millones de euros.
«El proyecto se encuentra en los trámites previos a la licitación con el objetivo de proceder a la contratación a finales de año». No en vano, el plazo de ejecución de la obra es superior a los dos años y el objetivo es que los nuevos elementos del proceso de depuración estén en marcha en 2015. Las mayores dificultades en la ejecución de la obra pasan por la imposibilidad de detener el funcionamiento de la depuradora, por lo que introducción de las mejoras se debe adaptar a la marcha habitual de la infraestructura.