The CHE will address algae throughout the course of the Ebro
Wed, 01/08/2012
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Xabier de Pedro, anunció ayer, en el comienzo del proyecto para arrancar los macrófitos del río, que quieren extender este tratamiento a otros lugares afectados de la cuenca como el Bajo Cinca o el Bajo Segre. Además, el teniende de alcalde de Medio Ambiente del consistorio zaragozano, Jerónimo Blasco, pidió que se realizarán estas actuaciones en toda el área metropolitana.
De Pedro recordó que es la primera vez que la CHE hace una prueba piloto de arranque de macrófitos y que, «en base a los resultados de esta experiencia», trataran de extenderla a los puntos más afectados. Apuntó que la gran proliferación de estas algas se debe a que hay «una mayor calidad de las aguas y a que esta es mucho más transparente que antes».
Explicó que, a pesar de ser un fenómeno natural, una propagación excesiva «puede afectar al cauce y a los usuarios del agua». En lo que concierne al tratamiento iniciado ayer en el entorno de la Expo, De Pedro señaló que la máquina utilizada usa un sistema por el que no corta las algas, «si no que las arranca de ráiz». Posteriormente, matizó, «si vemos que se vuelven a reproducir habrá que poner en marcha otro tipo de mecanismos».
Por su parte, Jerónimo Blasco comentó que es una actuación «necesaria y conveniente» y que tratarán de que se extienda a toda el área metropolitana de Zaragoza. Para él, supone una inversión «baja» de alrededor de 15.000 euros. Señaló además que están estudiando la posibilidad de que las algas sean utilizadas posteriormente como compost, es decir, como fertilizante natural, con lo que le encontrarían «un beneficio económico».
Una de las principales consecuencias para los ciudadanos que tiene la abundante presencia de algas es que estas son un caldo de cultivo ideal para la mosca negra. Por ello, la presencia de estas se ha multiplicado en Zaragoza este verano. A este respecto, Blasco indicó que este insecto vuela en un diámetro de unos 30 kilómetros y que con su eliminación ayudarán «a que la ciudadanía disfrute del río y de las zonas verdes».
El teniende de alcalde explicó que este proyecto implica una inversión menor que la que efectuó el consistorio «para el tratamiento convencional contra la mosca negra». Sobre este tema, De Pedro apuntó que, aunque no es competencia de la CHE, es algo que les «preocupa» mucho porque las algas, que sí son de su competencia, suponen una de las causas principales, aunque no la única, de su proliferación.
De Pedro recordó que es la primera vez que la CHE hace una prueba piloto de arranque de macrófitos y que, «en base a los resultados de esta experiencia», trataran de extenderla a los puntos más afectados. Apuntó que la gran proliferación de estas algas se debe a que hay «una mayor calidad de las aguas y a que esta es mucho más transparente que antes».
Explicó que, a pesar de ser un fenómeno natural, una propagación excesiva «puede afectar al cauce y a los usuarios del agua». En lo que concierne al tratamiento iniciado ayer en el entorno de la Expo, De Pedro señaló que la máquina utilizada usa un sistema por el que no corta las algas, «si no que las arranca de ráiz». Posteriormente, matizó, «si vemos que se vuelven a reproducir habrá que poner en marcha otro tipo de mecanismos».
Por su parte, Jerónimo Blasco comentó que es una actuación «necesaria y conveniente» y que tratarán de que se extienda a toda el área metropolitana de Zaragoza. Para él, supone una inversión «baja» de alrededor de 15.000 euros. Señaló además que están estudiando la posibilidad de que las algas sean utilizadas posteriormente como compost, es decir, como fertilizante natural, con lo que le encontrarían «un beneficio económico».
Una de las principales consecuencias para los ciudadanos que tiene la abundante presencia de algas es que estas son un caldo de cultivo ideal para la mosca negra. Por ello, la presencia de estas se ha multiplicado en Zaragoza este verano. A este respecto, Blasco indicó que este insecto vuela en un diámetro de unos 30 kilómetros y que con su eliminación ayudarán «a que la ciudadanía disfrute del río y de las zonas verdes».
El teniende de alcalde explicó que este proyecto implica una inversión menor que la que efectuó el consistorio «para el tratamiento convencional contra la mosca negra». Sobre este tema, De Pedro apuntó que, aunque no es competencia de la CHE, es algo que les «preocupa» mucho porque las algas, que sí son de su competencia, suponen una de las causas principales, aunque no la única, de su proliferación.