Drought leaves mouth water to fourteen people who drink by the fire
Fri, 03/08/2012
Catorce pueblos de Aragón precisan de los camiones cisterna de los bomberos para abastecerse de agua debido a la extrema sequía que padecen, sobre todo, Zaragoza y Teruel. La provincia turolense es la que más problemas de abastecimiento sufre, con siete poblaciones que beben gracias a los tanques del servicio de extinción de incendios de la Diputación Provincial (DPT), que este verano han distribuido 1.112.000 litros de agua, siete veces más que durante todo el año pasado.
Si no llueve en las próximas semanas, algo muy poco probable a estas alturas del año, el problema se agravará este mes de agosto con las altas temperaturas y el incremento de población por la llegada de veraneantes. El diputado delegado de los bomberos de la DPT, Francisco Narro, prevé que el número de pueblos abastecidos con cisternas al terminar el verano «será más del doble que ahora, y el agua distribuida superará los dos millones de litros». De momento, tres pueblos ya han comunicado por escrito a la DPT que, en breve, necesitarán del apoyo de los bomberos.
Narro no descarta contratar medios de transporte externos para atender las peticiones de suministro de los pueblos si desbordan los medios de los tres parques de extinción de incendios de la provincia. El objetivo de la DPT es que «todos los pueblos tengan agua», aunque aclaró que la institución provincial no permitirá que se desperdicien caudales.
Más de la mitad de los núcleos que se han quedado sin agua en Teruel se concentra en la comarca del Jiloca y tres de ellos -Nueros, Olalla y Valverde- son pedanías de Calamocha 'fijas' en las listas de pueblos abastecidos con cisternas. Se trata en todos los casos de pequeñas poblaciones. La más grande es La Ginebrosa, con 247 habitantes.
En la provincia de Zaragoza, la sequía ha agotado las reservas de agua de seis núcleos, la mayoría habitados por unas 200 personas en verano. Los bomberos han llenado los depósitos de Inogés (barrio de El Frasno), Valtorres, Viver de la Sierra (pedanía de Sestrica), Undues-Pinano (Los Pintanos), Concilio y el del centro de rehabilitación de toxicómanos de El Frago. «Como esto siga así, la única solución es cerrar los pueblos», aseguró Aurelio Pablo, alcalde de El Frasno. No es la primera vez que el manantial que abastece a Inogés se queda sin agua. De hecho, se seca todos los veranos -este año desde el 1 de julio-. En Valtorres, la corporación se trasladó ayer al pozo de extracción para recibir a un hidrogeólogo privado del que esperaban una solución. «Hay al menos 30 personas a las que no les llega el agua ni aunque nos rellenen el pozo. Hay algunos que dicen que o esto se arregla o se van del pueblo», contaba el alcalde, Javier García. El alcalde de Sestrica, Miguel Pinilla, mostró su inquietud porque hoy empiezan las fiestas.
En Los Pintanos, el primer edil, Guillermo Miguel, aseguró que el caudal de los manantiales ha bajado un 70% respecto al año pasado. En la Comunidad Terapéutica de Rehabilitación de Toxicómanos 'El Frago' la cita con el camión cisterna de los bomberos está asegurada todos los años.
En Huesca los problemas se centran en Osia, pedanía de Jaca que recibe agua con cisternas a diario. También tienen dificultades puntuales Bernués, Atarés y Botaya.
Si no llueve en las próximas semanas, algo muy poco probable a estas alturas del año, el problema se agravará este mes de agosto con las altas temperaturas y el incremento de población por la llegada de veraneantes. El diputado delegado de los bomberos de la DPT, Francisco Narro, prevé que el número de pueblos abastecidos con cisternas al terminar el verano «será más del doble que ahora, y el agua distribuida superará los dos millones de litros». De momento, tres pueblos ya han comunicado por escrito a la DPT que, en breve, necesitarán del apoyo de los bomberos.
Narro no descarta contratar medios de transporte externos para atender las peticiones de suministro de los pueblos si desbordan los medios de los tres parques de extinción de incendios de la provincia. El objetivo de la DPT es que «todos los pueblos tengan agua», aunque aclaró que la institución provincial no permitirá que se desperdicien caudales.
Más de la mitad de los núcleos que se han quedado sin agua en Teruel se concentra en la comarca del Jiloca y tres de ellos -Nueros, Olalla y Valverde- son pedanías de Calamocha 'fijas' en las listas de pueblos abastecidos con cisternas. Se trata en todos los casos de pequeñas poblaciones. La más grande es La Ginebrosa, con 247 habitantes.
En la provincia de Zaragoza, la sequía ha agotado las reservas de agua de seis núcleos, la mayoría habitados por unas 200 personas en verano. Los bomberos han llenado los depósitos de Inogés (barrio de El Frasno), Valtorres, Viver de la Sierra (pedanía de Sestrica), Undues-Pinano (Los Pintanos), Concilio y el del centro de rehabilitación de toxicómanos de El Frago. «Como esto siga así, la única solución es cerrar los pueblos», aseguró Aurelio Pablo, alcalde de El Frasno. No es la primera vez que el manantial que abastece a Inogés se queda sin agua. De hecho, se seca todos los veranos -este año desde el 1 de julio-. En Valtorres, la corporación se trasladó ayer al pozo de extracción para recibir a un hidrogeólogo privado del que esperaban una solución. «Hay al menos 30 personas a las que no les llega el agua ni aunque nos rellenen el pozo. Hay algunos que dicen que o esto se arregla o se van del pueblo», contaba el alcalde, Javier García. El alcalde de Sestrica, Miguel Pinilla, mostró su inquietud porque hoy empiezan las fiestas.
En Los Pintanos, el primer edil, Guillermo Miguel, aseguró que el caudal de los manantiales ha bajado un 70% respecto al año pasado. En la Comunidad Terapéutica de Rehabilitación de Toxicómanos 'El Frago' la cita con el camión cisterna de los bomberos está asegurada todos los años.
En Huesca los problemas se centran en Osia, pedanía de Jaca que recibe agua con cisternas a diario. También tienen dificultades puntuales Bernués, Atarés y Botaya.