Las agencias humanitarias de la ONU en Corea del Norte y sus socios están proporcionado ayuda humanitaria a los damnificados por las inundaciones en los condados del norte del país.
Esas comunidades necesitan alimentos, agua, medicamentos y otros suministros de emergencia.

Decenas de personas han muerto o han resultado heridas como consecuencia de los desbordamientos causados por el ciclón Khannun y las numerosas lluvias torrenciales que le siguieron entre el 18 y el 29 de julio.

Los equipos de la ONU que trabajan en el terreno no pueden verificar la cifra exacta de muertos, heridos y desplazados, ni tampoco hacer una estimación de los daños materiales.

El desastre provocó graves daños a caminos, puentes y otra infraestructura, así como a casi 31.000 hectáreas de tierra arable.

La ausencia de suministro de agua y los problemas sanitarios causados por altas acumulaciones de personas como consecuencia de la destrucción de miles de hogares son la principal preocupación de esas agencias.

Una misión de la ONU relativa a la seguridad alimentaria y de los cultivos evaluará el impacto de las inundaciones en las cosechas de la zona. Los campos de maíz, soja y arroz han quedado afectados por los desbordamientos.