Logroño water used per year of 4,800 Olympic swimming pools to irrigate the city
Tue, 07/08/2012
El concejal de Medio Ambiente, Jesús Ruiz Tutor, informó ayer de las novedades en el mantenimiento de las zonas verdes de la capital riojana, haciendo especial hincapié en la optimización de agua de riego. El edil de Medio Ambiente reconoció que los doce hectómetros cúbicos anuales que se emplean suponen «una cantidad importante» y que lo primordial es aceptar que el agua es un derecho de todos del que no hay que abusar. Estos doce hectómetros equivalen al agua que contendrían 4.800 piscinas de dimensiones olímpicas. Es decir: 50 metros de largo, 22 de ancho y 2,5 de profundidad.
Del total del coste de los servicios de mantenimiento de las zonas verdes, el riego supone el 12%, siendo las siegas y las podas las operaciones más costosas, con un 20 y un 21% respectivamente. Sin embargo para Tutor el riego es una de sus prioridades. «Hay que gastar justo el agua que se necesita».
Entre las modificaciones introducidas destaca la priorización del agua no tratada para el riego, proveniente de pozos de bombeo, de los ríos Ebro e Iregua o lagos como el de La Grajera. Del 20% de agua potable usada en años anteriores, se pasa a un 12%, algo inevitable según ha explicado Tutor, ya que «va para la zona central, como las fuentes, por lo que no hay otro remedio». De esta manera, el 88% de la cantidad de agua utilizada es agua no potable.
Por otro lado, Tutor aclaró que se ha intentado bajar el tiempo de riego y la cantidad de agua total distribuida. Así por ejemplo gracias a la mejora hidráulica de la impulsión en el riego del Parque San Miguel se ahorran ocho horas. En los Parques de El Campillo y La Ribera por su parte se ha reducido una media de cuatro horas al día en la realización del ciclo de riego completo.
Regar por las noches con el fin del economizar más el agua es otra de las medidas más sonadas. El objetivo es evitar la evaporación y la transpiración de las plantas. «Intentamos regar las diez horas de la noche, pero hay veces, como en los grandes Parques de San Miguel y La Ribera, el más grande de la ciudad, en los que no se puede». En este último incluso se ha tenido que aumentar el número de los sectores de riego.
En las zonas con taludes, abundantes por ejemplo en las zonas verdes de San Miguel, se ha llevado a cabo la partición de los sectores de riego, situando válvulas antidrenaje en los puntos más bajos de los parques de la ciudad, que evitan el desagüe de la red de riego por diferencia de cotas.
Además, se han realizado mejoras en el aprovechamiento de aguas no tratadas en las captaciones de Parques como el de Valdegastea o La Cava, con el fin de maximizar el caudal de agua no potable en los aljibes de almacenamiento. También se han conectado directamente distintas zonas verdes con la tubería de aguas canalizadas que provienen de la línea de fangos de la Estación Potabilizadora, con lo que se consigue finalmente economizar el agua potable.
Con las distintas modificaciones introducidas, se pasa de los 34,9 euros por metro cuadrado que se venía gastando en los años anteriores a los 32,6 euros que se gastan actualmente, es decir, se ahorran 2,3 euros por metro cuadrado, una cuantía importante si se tiene presente que Logroño cuenta en la actualidad con una superficie de zonas verdes de 4,9 millones de metros cuadrados, de los cuales 1,6 son césped.
El edil de Medio Ambiente subrayó que este ahorro económico no merma la calidad de l servicio: «Se trata de asegurar el servicio a un coste razonable», destacó Tutor.
El sistema de riego requiere un total de 12 hectómetros cúbicos anuales entre calles, parques y jardines
Del total del coste de los servicios de mantenimiento de las zonas verdes, el riego supone el 12%, siendo las siegas y las podas las operaciones más costosas, con un 20 y un 21% respectivamente. Sin embargo para Tutor el riego es una de sus prioridades. «Hay que gastar justo el agua que se necesita».
Entre las modificaciones introducidas destaca la priorización del agua no tratada para el riego, proveniente de pozos de bombeo, de los ríos Ebro e Iregua o lagos como el de La Grajera. Del 20% de agua potable usada en años anteriores, se pasa a un 12%, algo inevitable según ha explicado Tutor, ya que «va para la zona central, como las fuentes, por lo que no hay otro remedio». De esta manera, el 88% de la cantidad de agua utilizada es agua no potable.
Por otro lado, Tutor aclaró que se ha intentado bajar el tiempo de riego y la cantidad de agua total distribuida. Así por ejemplo gracias a la mejora hidráulica de la impulsión en el riego del Parque San Miguel se ahorran ocho horas. En los Parques de El Campillo y La Ribera por su parte se ha reducido una media de cuatro horas al día en la realización del ciclo de riego completo.
Regar por las noches con el fin del economizar más el agua es otra de las medidas más sonadas. El objetivo es evitar la evaporación y la transpiración de las plantas. «Intentamos regar las diez horas de la noche, pero hay veces, como en los grandes Parques de San Miguel y La Ribera, el más grande de la ciudad, en los que no se puede». En este último incluso se ha tenido que aumentar el número de los sectores de riego.
En las zonas con taludes, abundantes por ejemplo en las zonas verdes de San Miguel, se ha llevado a cabo la partición de los sectores de riego, situando válvulas antidrenaje en los puntos más bajos de los parques de la ciudad, que evitan el desagüe de la red de riego por diferencia de cotas.
Además, se han realizado mejoras en el aprovechamiento de aguas no tratadas en las captaciones de Parques como el de Valdegastea o La Cava, con el fin de maximizar el caudal de agua no potable en los aljibes de almacenamiento. También se han conectado directamente distintas zonas verdes con la tubería de aguas canalizadas que provienen de la línea de fangos de la Estación Potabilizadora, con lo que se consigue finalmente economizar el agua potable.
Con las distintas modificaciones introducidas, se pasa de los 34,9 euros por metro cuadrado que se venía gastando en los años anteriores a los 32,6 euros que se gastan actualmente, es decir, se ahorran 2,3 euros por metro cuadrado, una cuantía importante si se tiene presente que Logroño cuenta en la actualidad con una superficie de zonas verdes de 4,9 millones de metros cuadrados, de los cuales 1,6 son césped.
El edil de Medio Ambiente subrayó que este ahorro económico no merma la calidad de l servicio: «Se trata de asegurar el servicio a un coste razonable», destacó Tutor.
El sistema de riego requiere un total de 12 hectómetros cúbicos anuales entre calles, parques y jardines