The drought exacerbated the proliferation of algae in the channel of the Ebro
Wed, 29/08/2012
No hace ni un mes que el Ayuntamiento de Zaragoza anunció que se habían logrado retirar del río Ebro, a su paso por la capital aragonesa, un total de 11,8 toneladas de algas del cauce, para que presentara un mejor imagen. Se gastaron 15.000 euros en la máquina que lo hizo. Pero esa apariencia hoy es la que se puede comprobar en todos los tramos, desde la Almozara hasta pasado el azud de Vadorrey. La proliferación de los macrófitos se hace de nuevo patente, según explicaron fuentes oficiales de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), fundamentalmente por el estiaje y la escasez de avenidas que hubo este año, que agravan la situación.
También lo hace, como ya advirtió el responsable municipal de Medio Ambiente, Jerónimo Blasco, las altas temperaturas, que propician su aparición y crecimiento en las aguas, que están a más de 20 grados.
Sin embargo, ninguno de los dos, ni la CHE ni el consistorio, explicaron a este diario los motivos que han originado que la imagen sea similar a la que ya existía antes de la limpieza y extracción de algas realizada a principios de este mes. De hecho, afirmaron desde la CHE que «es pronto» para extraer conclusiones de esta prueba experimental en la que colaboran el consistorio, el organismo de cuenca, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, y el Gobierno de Aragón.
Mientras, también señalaron que, por otra parte, en Zaragoza no se pueden llevar a cabo prácticas más habituales en otras localidades de aguas abajo. Como las avenidas controladas, que hace eliminar de forma rápida y eficaz, las algas del cauce.
Para la CHE, la situación se hace más visible en estos meses de verano por el estiaje, aunque este año ha contribuido de forma decisiva que se hayan dado menos avenidas y de menor importancia que en anteriores. Y es que son fundamentales estas crecidas para que arrastren los materiales presentes en el cauce y también para que se reduzca el número de macrófitos.
Se actuó en tres zonas concretas: entre la pasarela del Voluntariado y el puente de la Almozara, en la zona más próxima al club deportivo Helios y entre el puente de Piedra y el Balcón de San Lázaro. Y en todos ellos siguen proliferando importantes praderas de algas en el río.
Lo cierto es que el río presenta una imagen muy similar a la que había antes de la limpieza y parece que solo se salvan las zonas por las que navegan los Ebrobuses, desde ofrecen esta vista del río a los turistas. H 33 Ebro a la altura del club deportivo Helios, una de las tres zonas concretas que se limpiaron hace menos de un mes. 28 Tramo del puente de la Almozara, donde se acumulan en las zonas próximas a ambas riberas. 38 Macrófitos formando praderas de gran tamaño entre el puente de Hierro y el de Piedra, uno de los puntos más afectados en el tramo urbano del río. 48 Zona plagada de algas a la altura del cuarto cinturón, en la Ronda Este, aguas abajo del azud de Vadorrey. 58 Algas presentes en el tramo comprendido entre el puente de Hierro, el de la Unión y el azud de Vadorrey, donde también se han formado isletas de algas en el lecho del cauce.
También lo hace, como ya advirtió el responsable municipal de Medio Ambiente, Jerónimo Blasco, las altas temperaturas, que propician su aparición y crecimiento en las aguas, que están a más de 20 grados.
Sin embargo, ninguno de los dos, ni la CHE ni el consistorio, explicaron a este diario los motivos que han originado que la imagen sea similar a la que ya existía antes de la limpieza y extracción de algas realizada a principios de este mes. De hecho, afirmaron desde la CHE que «es pronto» para extraer conclusiones de esta prueba experimental en la que colaboran el consistorio, el organismo de cuenca, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, y el Gobierno de Aragón.
Mientras, también señalaron que, por otra parte, en Zaragoza no se pueden llevar a cabo prácticas más habituales en otras localidades de aguas abajo. Como las avenidas controladas, que hace eliminar de forma rápida y eficaz, las algas del cauce.
Para la CHE, la situación se hace más visible en estos meses de verano por el estiaje, aunque este año ha contribuido de forma decisiva que se hayan dado menos avenidas y de menor importancia que en anteriores. Y es que son fundamentales estas crecidas para que arrastren los materiales presentes en el cauce y también para que se reduzca el número de macrófitos.
Se actuó en tres zonas concretas: entre la pasarela del Voluntariado y el puente de la Almozara, en la zona más próxima al club deportivo Helios y entre el puente de Piedra y el Balcón de San Lázaro. Y en todos ellos siguen proliferando importantes praderas de algas en el río.
Lo cierto es que el río presenta una imagen muy similar a la que había antes de la limpieza y parece que solo se salvan las zonas por las que navegan los Ebrobuses, desde ofrecen esta vista del río a los turistas. H 33 Ebro a la altura del club deportivo Helios, una de las tres zonas concretas que se limpiaron hace menos de un mes. 28 Tramo del puente de la Almozara, donde se acumulan en las zonas próximas a ambas riberas. 38 Macrófitos formando praderas de gran tamaño entre el puente de Hierro y el de Piedra, uno de los puntos más afectados en el tramo urbano del río. 48 Zona plagada de algas a la altura del cuarto cinturón, en la Ronda Este, aguas abajo del azud de Vadorrey. 58 Algas presentes en el tramo comprendido entre el puente de Hierro, el de la Unión y el azud de Vadorrey, donde también se han formado isletas de algas en el lecho del cauce.