U.S.A 2012. Catastrophe in the Big Apple
Wed, 31/10/2012
A muchos aquí les tocó pasar la noche a oscuras o haciendo cola en una cabina telefónica para poder contarle a los suyos que todo había ido bien. Por unas horas volvieron las colas a los supermercados y los autobuses empezaron a circular gratuitamente y en horario restringido después de comer. Más difícil se antoja la reapertura del metro, cuyos túneles sufren las peores inundaciones desde su fundación. Las siete líneas que unen Manhattan con Brooklyn y Queens sufrieron daños muy graves y los expertos advierten que el cierre podría extenderse hasta la semana que viene.
El huracán desencadenó un monstruoso incendio que convirtió unas 100 casas en cenizas en el vecindario de Breezy Point, muy cerca del aeropuerto JFK. Al cierre de esta edición, 38 personas habían muerto en Estados Unidos por los efectos de la tormenta. Diecisiete en el estado de Nueva York, cinco en Pensilvania, cuatro en Nueva Jersey, tres en Connecticut y varios en Maryland, Virginia, Virginia Occidental y Carolina del Norte.
Un matrimonio de Queens falleció al caerle un árbol encima mientras paseaban juntos al perro y una mujer murió electrocutada al pisar un charco unos minutos antes de la medianoche. En Manhattan no hubo víctimas mortales. Pero sí momentos muy tensos en el hospital de la Universidad de Nueva York (NYU), cuyos enfermeros se vieron obligados a evacuar a oscuras a los enfermos después de un fallo en los generadores de emergencia. Varios testimonios contaban anoche que una enfermera había sacado a un bebé prematuro de 29 semanas con el cuerpo envuelto en una manta y la nariz pegada a una máscara de oxígeno.
Wall Street y el aeropuerto de JFK aseguraban anoche que reanudarían hoy sus actividades. No así el aeródromo de La Guardia, cuyas pistas habían sufrido una fuerte inundación. El ayuntamiento anuncio ayer la suspensión del desfile de Halloween que debería haber recorrido este miércoles las calles del Village neoyorquino. Al menos por ahora sigue en pie este domingo la cita con el maratón de Nueva York.
El huracán desencadenó un monstruoso incendio que convirtió unas 100 casas en cenizas en el vecindario de Breezy Point, muy cerca del aeropuerto JFK. Al cierre de esta edición, 38 personas habían muerto en Estados Unidos por los efectos de la tormenta. Diecisiete en el estado de Nueva York, cinco en Pensilvania, cuatro en Nueva Jersey, tres en Connecticut y varios en Maryland, Virginia, Virginia Occidental y Carolina del Norte.
Un matrimonio de Queens falleció al caerle un árbol encima mientras paseaban juntos al perro y una mujer murió electrocutada al pisar un charco unos minutos antes de la medianoche. En Manhattan no hubo víctimas mortales. Pero sí momentos muy tensos en el hospital de la Universidad de Nueva York (NYU), cuyos enfermeros se vieron obligados a evacuar a oscuras a los enfermos después de un fallo en los generadores de emergencia. Varios testimonios contaban anoche que una enfermera había sacado a un bebé prematuro de 29 semanas con el cuerpo envuelto en una manta y la nariz pegada a una máscara de oxígeno.
Wall Street y el aeropuerto de JFK aseguraban anoche que reanudarían hoy sus actividades. No así el aeródromo de La Guardia, cuyas pistas habían sufrido una fuerte inundación. El ayuntamiento anuncio ayer la suspensión del desfile de Halloween que debería haber recorrido este miércoles las calles del Village neoyorquino. Al menos por ahora sigue en pie este domingo la cita con el maratón de Nueva York.