Ecija, again on alert by the rising Genil
Sun, 11/11/2012
Écija volvió a vivir ayer otra jornada de preocupación por la repentina subida del nivel del río Genil, que alcanzó a las 17.30 horas los 5,62 metros y amenazó con inundar las calles del municipio como ocurriera dos veces entre diciembre y enero de 2011. A partir de esa hora, el nivel de las aguas empezó a bajar y alcanzó los 5,40 metros en torno a las ocho de la tarde, aunque el Ayuntamiento mantuvo activado el Plan de Emergencias en previsión de una nueva crecida.
La situación más delicada se produjo en la pedanía de la Isla del Vicario, la zona más desprotegida ante las crecidas del Genil. Durante la mañana, varias familias residentes en esa población dejaron sus viviendas y se trasladaron a sitios más seguros en Écija y otros pueblos del entorno. Sin embargo, un grupo de unas 20 personas decidió permanecer en la pedanía y reunirse en dos de las casas pese a las recomendaciones del Ayuntamiento.
Ante la crecida del río, el alcalde de Écija, Ricardo Gil Toresano, decidió a primera hora de la tarde decretar el Plan de Emergencias y dar aviso a la Subdelegación del Gobierno, que envió a un equipo de especialistas para evacuar a las familias que se resistían a abandonar sus casas.
El concejal de Seguridad, Carlos Onetti, aseguró a este periódico que en ningún momento se produjo una situación de grave riesgo, pero la llegada de la noche y la posibilidad de que el río acabara de desbordarse aconsejaban una actuación de este tipo. El agua sólo alcanzó en esta zona una altura de unos 20 o 30 centímetros en la zona habitada, pero la inundación de los accesos habría dificultado en gran medida un rescate en caso de ser necesario.
El agua del Genil no alcanzó las calles del pueblo, aunque sí se produjeron inundaciones en algunas zonas como consecuencia de la salida de agua por la red de alcantarillado. Onetti aseguró que las obras del arroyo Argamasilla, afluente del Genil muy cercano al casco urbano, siguen sin terminarse.
La situación más delicada se produjo en la pedanía de la Isla del Vicario, la zona más desprotegida ante las crecidas del Genil. Durante la mañana, varias familias residentes en esa población dejaron sus viviendas y se trasladaron a sitios más seguros en Écija y otros pueblos del entorno. Sin embargo, un grupo de unas 20 personas decidió permanecer en la pedanía y reunirse en dos de las casas pese a las recomendaciones del Ayuntamiento.
Ante la crecida del río, el alcalde de Écija, Ricardo Gil Toresano, decidió a primera hora de la tarde decretar el Plan de Emergencias y dar aviso a la Subdelegación del Gobierno, que envió a un equipo de especialistas para evacuar a las familias que se resistían a abandonar sus casas.
El concejal de Seguridad, Carlos Onetti, aseguró a este periódico que en ningún momento se produjo una situación de grave riesgo, pero la llegada de la noche y la posibilidad de que el río acabara de desbordarse aconsejaban una actuación de este tipo. El agua sólo alcanzó en esta zona una altura de unos 20 o 30 centímetros en la zona habitada, pero la inundación de los accesos habría dificultado en gran medida un rescate en caso de ser necesario.
El agua del Genil no alcanzó las calles del pueblo, aunque sí se produjeron inundaciones en algunas zonas como consecuencia de la salida de agua por la red de alcantarillado. Onetti aseguró que las obras del arroyo Argamasilla, afluente del Genil muy cercano al casco urbano, siguen sin terminarse.