Organic Soil decontamination by a European project

Tue, 17/06/2014

Cordis

La contaminación de los suelos tiene consecuencias graves para el medio ambiente y supone un riesgo para la salud humana y los ecosistemas. Las distintas instalaciones mineras e industriales que se han ido cerrando en toda Europa han dejado tras de sí enormes superficies de suelos contaminados cuyo uso está rodeado de incertidumbre. La labor de descontaminación y recuperación de estas zonas implica procesos largos, complejos y caros que suponen una carga pesada para empresas y administraciones públicas.

En Asturias (España), por ejemplo, se han detectado zonas contaminadas con arsénico, normalmente acompañado de otros metales pesados, cuya limpieza entraña dificultades. El equipo responsable del proyecto LIFE I+DARTS cofinanciado por el programa LIFE+, confía en dar solución a este tipo de problemas mediante el desarrollo de un protocolo con el que recuperar suelos contaminados con arsénico y metales pesados en antiguos emplazamientos mineros e industriales.

El equipo al cargo se valdrá de tecnologías de recuperación innovadoras y sostenibles para descontaminar los suelos.

Su trabajo se prolongará hasta 2016, pero ya está generando resultados relevantes. El equipo de LIFE I+DARTS constató el alto potencial que poseen algunas plantas como acumuladoras de metales pesados y arsénico. Es el caso del abedul (Betula celtiberica), del sauce (Salix atrocinerea y Salix caprea), de la olivarda (Dittrichia viscosa) o de leguminosas como Melilotus alba.

Además, se ha detectado la presencia de ciertas bacterias endófitas resistentes a altas concentraciones de arsénico, así como hongos que favorecen los procesos de descontaminación. Estos avances abren expectativas significativas en el uso de técnicas biológicas para suelos que desde hace más de una década permanecen catalogados como terrenos contaminados.

La opción hasta ahora era excavar estas grandes superficies y retirar la tierra contaminada o bien optar por su encapsulamiento. Ambas opciones son procesos complejos y muy costosos. La recuperación a través de técnicas biológicas en LIFE I+DARTS puede abaratar esos costes y disminuir sustancialmente el impacto ambiental del proceso.

El equipo realizará cinco actuaciones básicas en los cuatro años que durará el proyecto: establecer una caracterización biogeoquímica de los emplazamientos y evaluar el riesgo para la salud humana; recuperar suelos a escala piloto y realizar comparaciones entre tecnologías de remediación ecológicas y tecnologías fisicoquímicas; desarrollar un protocolo para que sirva de herramienta de gestión de suelos contaminados con arsénico y difundir información sobre las actividades y los resultados del proyecto.

El profesor José Luis Rodríguez Gallego, coordinador del proyecto, trabaja desde 2012 en tres emplazamientos contaminados de Asturias. Se trata de las escombreras de El Terronal (Mieres), el solar de la antigua fábrica de Nitrastur (Langreo) y la antigua mina de mercurio de Olicio (Cangas de Onís). Los tres presentan restos de arsénico en el subsuelo. En dos de ellos también existe mercurio y en uno hay concentraciones anómalas de plomo.

El profesor Rodríguez Gallego declaró: «La verdad es que nos hemos encontrado con unos emplazamientos muy heterogéneos y eso ha supuesto una dificultad. Existen composiciones muy diferentes del terreno a poca distancia y eso complica la actuación, pero también nos ha sorprendido la enorme capacidad que el medio tiene para regenerarse».

Dirigido por la Universidad de Oviedo, en LIFE I+DARTS participan también el Principado de Asturias y Sogener, y hay colaboradores de distintos centros de investigación en Polonia, Suecia y España. Se espera que el protocolo creado por LIFE I+DARTS pueda aplicarse en otras regiones de España y Europa.