Oceana reveals that Morocco reused driftnets
Fri, 20/06/2014
Oceana revela que en Tánger se están volviendo a utilizar redes deriva ilegales para la captura de pez espada. La organización reunió pruebas la semana pasada de que buques de pequeña eslora, en coordinación con otros mayores, emplean este tipo de arte ilegal en el estrecho de Gibraltar con absoluta impunidad.
Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa, hace un llamamiento a la acción: “La pesca con redes de deriva está prohibida desde 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y desde 2003 por ICCAT en el Mediterráneo. En 2010, Marruecos seguía usando este arte de pesca, pero la fuerte presión internacional hizo que lo prohibiera. Hoy asistimos a su reaparición a la vista de las autoridades marroquíes. ¿Hasta cuándo va a durar la burla? Para acabar de una vez con las redes de deriva ilegales no hacen falta más palabras, sino acciones reales por parte de las autoridades de todos los niveles”. El sector pesquero español ya ha pedido acciones al Gobierno debido a que se está importando pez espada capturado ilegalmente con redes de deriva, hundiendo así los precios del pescado local y legal. Según información de Oceana, el precio de primera venta en Marruecos es de 5 €/kg y luego el pescado se reexporta a Italia por tierra, donde podría pagarse a más de 15 €/kg, convirtiéndolo así en un negocio ilegal rentable para los intermediarios. El pez espada bajo talla se comercializa localmente en Tánger. “Por razones tanto tradicionales como culturales, el pez espada se consume mucho en Italia y por ello este país es uno de los que más pescan e importan pez espada en la UE”, señala Ilaria Vielmini, científica marina de Oceana. “Oceana reclama a las Administraciones competentes que cierren las fronteras de la UE a este pescado capturado ilegalmente y adopten las acciones adecuadas contra Marruecos para detener esta práctica pesquera insostenible. El pescado no debe entrar al mercado comunitario y los servicios de inspección en tierra deberían aprehender todo el pescado con signos de haber sido capturado con este arte de pesca ilegal”. Asimismo, Oceana subraya que la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) prohibió en 2003 las redes de deriva en el Mediterráneo, pero las Partes Contratantes pueden seguir utilizándolas en aguas del Atlántico. La organización pide que ICCAT adopte una prohibición completa e incondicional de las redes de deriva para la captura de especies altamente migratorias. Sobre las redes de deriva: Las redes de deriva son un tipo de arte de pesca usado para la pesca objetivo de varias especies altamente migratorias, como atunes y pez espada. Durante los 80 y principios de los 90, este tipo de red se hizo popular porque es efectiva y sencilla de usar. Las redes de deriva eran muy perniciosas para el medio marino porque capturaban accidentalmente miles de cetáceos y otras especies en peligro. En 1992, la ONU prohibió el uso de redes de deriva con una longitud superior a los 2,5 km. Después de que la UE prohibiera estas redes en 2002, algunos países, como Francia e Italia, continuaron usándolas. Italia ha sido el último país de Europa en seguir usando este arte ilegal, a menudo camuflado bajo la denominación legal de “ferrettara”. Marruecos y Turquía anunciaron la prohibición de las redes de deriva a partir de 2011.
Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa, hace un llamamiento a la acción: “La pesca con redes de deriva está prohibida desde 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y desde 2003 por ICCAT en el Mediterráneo. En 2010, Marruecos seguía usando este arte de pesca, pero la fuerte presión internacional hizo que lo prohibiera. Hoy asistimos a su reaparición a la vista de las autoridades marroquíes. ¿Hasta cuándo va a durar la burla? Para acabar de una vez con las redes de deriva ilegales no hacen falta más palabras, sino acciones reales por parte de las autoridades de todos los niveles”. El sector pesquero español ya ha pedido acciones al Gobierno debido a que se está importando pez espada capturado ilegalmente con redes de deriva, hundiendo así los precios del pescado local y legal. Según información de Oceana, el precio de primera venta en Marruecos es de 5 €/kg y luego el pescado se reexporta a Italia por tierra, donde podría pagarse a más de 15 €/kg, convirtiéndolo así en un negocio ilegal rentable para los intermediarios. El pez espada bajo talla se comercializa localmente en Tánger. “Por razones tanto tradicionales como culturales, el pez espada se consume mucho en Italia y por ello este país es uno de los que más pescan e importan pez espada en la UE”, señala Ilaria Vielmini, científica marina de Oceana. “Oceana reclama a las Administraciones competentes que cierren las fronteras de la UE a este pescado capturado ilegalmente y adopten las acciones adecuadas contra Marruecos para detener esta práctica pesquera insostenible. El pescado no debe entrar al mercado comunitario y los servicios de inspección en tierra deberían aprehender todo el pescado con signos de haber sido capturado con este arte de pesca ilegal”. Asimismo, Oceana subraya que la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) prohibió en 2003 las redes de deriva en el Mediterráneo, pero las Partes Contratantes pueden seguir utilizándolas en aguas del Atlántico. La organización pide que ICCAT adopte una prohibición completa e incondicional de las redes de deriva para la captura de especies altamente migratorias. Sobre las redes de deriva: Las redes de deriva son un tipo de arte de pesca usado para la pesca objetivo de varias especies altamente migratorias, como atunes y pez espada. Durante los 80 y principios de los 90, este tipo de red se hizo popular porque es efectiva y sencilla de usar. Las redes de deriva eran muy perniciosas para el medio marino porque capturaban accidentalmente miles de cetáceos y otras especies en peligro. En 1992, la ONU prohibió el uso de redes de deriva con una longitud superior a los 2,5 km. Después de que la UE prohibiera estas redes en 2002, algunos países, como Francia e Italia, continuaron usándolas. Italia ha sido el último país de Europa en seguir usando este arte ilegal, a menudo camuflado bajo la denominación legal de “ferrettara”. Marruecos y Turquía anunciaron la prohibición de las redes de deriva a partir de 2011.