Un vertido de gasóleo de una vieja fábrica mancha el río Fluvià a su paso por Olot
Tue, 31/08/2004
Un vertido de gasóleo procedente de una antigua fábrica en proceso de demolición manchó el domingo el río Fluvià a su paso por Olot (Garrotxa) y activó un operativo de limpieza que confiaba eliminar la totalidad del carburante durante el día de hoy. El descubrimiento del vertido causó alarma porque hace menos de tres meses el mismo río ya sufrió un importante vertido en Beuda cuyos últimos efectos sobre el medio todavía se están analizando.
La Agencia Catalana del Agua (ACA) asegura que las reducidas dimensiones del vertido y su rápida eliminación no auguran ningún problema ecológico.
Todo parece indicar que la lluvia originó que el gasóleo, posiblemente acumulado en una charca, se filtrara hacia las cañerías que desguazan en el río. El combustible procedía con toda probabilidad de un viejo depósito con una capacidad de 2.000 litros que pudo verterse a causa de los movimientos de tierra que se realizan en la zona. No obstante, los técnicos de la ACA aseguran que sólo unos 50 litros de carburante llegaron a las aguas del río. La mancha, cuyo intenso color oscuro contrastaba sobre la superficie del agua, alarmó a un vecino de Olot, que avisó el domingo por la tarde a la Policía Municipal. Este aviso ciudadano activó un operativo de limpieza y la mancha quedó controlada el domingo y se extendieron dos barreras de protección.
José Miguel Diéguez, jefe de gestión de recursos de las cuencas del ACA, explicó ayer que técnicos de la Generalitat han inspeccionado el curso del río a lo largo de varios kilómetros sin detectar ninguna afectación.
El río Fluvià, una de las cuencas catalanas con mejor calidad del agua, se encontraba en estado de alerta a causa del importante vertido sufrido en junio. Unos 25.000 litros de carburante procedentes de una empresa textil llenaron dos kilómetros y medio de río de un denso chapapote que requirió una ingente tarea de limpieza que se prolongó durante varias semanas
La Agencia Catalana del Agua (ACA) asegura que las reducidas dimensiones del vertido y su rápida eliminación no auguran ningún problema ecológico.
Todo parece indicar que la lluvia originó que el gasóleo, posiblemente acumulado en una charca, se filtrara hacia las cañerías que desguazan en el río. El combustible procedía con toda probabilidad de un viejo depósito con una capacidad de 2.000 litros que pudo verterse a causa de los movimientos de tierra que se realizan en la zona. No obstante, los técnicos de la ACA aseguran que sólo unos 50 litros de carburante llegaron a las aguas del río. La mancha, cuyo intenso color oscuro contrastaba sobre la superficie del agua, alarmó a un vecino de Olot, que avisó el domingo por la tarde a la Policía Municipal. Este aviso ciudadano activó un operativo de limpieza y la mancha quedó controlada el domingo y se extendieron dos barreras de protección.
José Miguel Diéguez, jefe de gestión de recursos de las cuencas del ACA, explicó ayer que técnicos de la Generalitat han inspeccionado el curso del río a lo largo de varios kilómetros sin detectar ninguna afectación.
El río Fluvià, una de las cuencas catalanas con mejor calidad del agua, se encontraba en estado de alerta a causa del importante vertido sufrido en junio. Unos 25.000 litros de carburante procedentes de una empresa textil llenaron dos kilómetros y medio de río de un denso chapapote que requirió una ingente tarea de limpieza que se prolongó durante varias semanas