El Gobierno financiará la eliminación de la contaminación del Ebro en Flix (Tarragona) con fondos procedentes de las ayudas que el anterior Ejecutivo había pedido para el trasvase del Ebro, de las cuales se han reservado 104 millones de euros, según explicó hoy la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
Narbona explicó en Bruselas a los comisarios de Medio Ambiente, Margot Wallstrom, y de Política Regional, Jacques Barrot, "la importancia de este problema, que de hacerse el trasvase hubiera significado trasladar esa contaminación que ahora está afortunadamente confinada". Por ello, subrayó que "es algo que hay que eliminar para que no haya riesgo". Esta postura "goza de comprensión y apoyo financiero por parte de la Comisión".
El ministerio de Medio Ambiente está consultando con expertos, entre ellos los de Enresa, para identificar "la mejor solución", teniendo en cuenta actuaciones semejantes realizadas en otros países europeos con un problema similar de contaminación industrial. "Cada país ha abordado esta situación de distinta forma: algunos con el traslado de los lodos contaminados, otros, confinándolos de una forma complentamente segura", señaló Narbona.
El objetivo es "buscar la mejor opción posible desde todos los puntos de vista" y por ello de momento es imposible estimar el coste. La ministra abogó por reforzar los controles que lleva a cabo la Confederación Hidrográfica del Ebro en colaboración con la Agencia Catalana del Agua, y por no alarmar a la ciudadanía, porque "los lodos contaminados están quietos en el fondo del lecho y haría falta circunstancias excepcionales para que se muevan".
Estas iniciativas se producen después de que un informe científico haya desvelado que la actividad de la empresa Erkimia, filial de Ercros, ha provocado que entre 200.000 y 300.000 toneladas de residuos tóxicos estén acumuladas en el fondo del río Ebro a la altura del pantano de Flix