La lluvia vuelve a provocar numerosas inundaciones en Girona al desbordarse varios cauces fluviales

Wed, 19/10/2005

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Mientras el Baix Empordà cuantifica las pérdidas que dejó el agua hace unos días, otras comarcas gerundenses se vieron ayer sorprendidas por nuevas riadas

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GIRONA. Aún sin reponerse de las riadas que causaron graves daños en el Baix Empordà la semana pasada, las lluvias vuelven a azotar la provincia de Girona. Las comarcas del Alt Empordà y Pla de l´Estany fueron ayer las más castigadas por las precipitaciones, que desbordaron el río Llobregat de la Muga a la altura de Campmany, hicieron rebosar el pantano de Portbou y provocaron inundaciones de bajos en varias localidades. Por ello, y ante la previsión de más lluvias y el peligro hidrológico por la crecida de ríos y rieras, la Generalitat volvió a activar la fase de emergencia 1 del plan contra inundaciones (Inuncat) a media tarde.

Las precipitaciones continuadas que cayeron durante todo el día en la zona más nororiental de Cataluña desbordaron rieras como las de Roses y El Port de la Selva. En esta última población, los más de 80 litros caídos en dos horas inundaron varias calles y dejaron 40 centímetros de agua en la biblioteca municipal.

En Portbou se desbordó el pantano y la riera bajó con gran fuerza, lo que obligó a cortar los accesos al embalse. Esta infraestructura, con una capacidad de 160.000 metros cúbicos y construida en 1974, tiene una grieta en su parte izquierda, justo donde termina la obra y colinda con la montaña, por la que se pierden cada día entre 15 y 20 metros cúbicos de agua.

Desacuerdo sobre la financiación

El alcalde de Portbou, Manuel Flores, se mostró preocupado por la situación. Flores recordó que hace unos meses se pusieron en contacto con la Agencia Catalana del Agua (ACA) para informarle de la situación y pedir ayuda, pero la respuesta de este organismo fue que el ayuntamiento debe encargarse de encontrar la financiación para arreglar la grieta, pese a que toda la montaña donde se asienta el embalse es propiedad de la Generalitat.

En Campmany se desbordó el río Llobregat de la Muga, por lo que se cortó la circulación en la carretera N-II entre Figueres y La Jonquera en ambos sentidos. En esta última localidad, que recogió la cifra récord de 204 litros de agua por metro cuadrado en menos de 24 horas, se desbordaron también rieras y torrentes y hubo inundaciones en bajos y sótanos.

Algunas escuelas de Banyoles, El Port de la Selva y La Jonquera, como medida preventiva y ante la persistencia de las lluvias, avanzaron por la tarde la hora de salida de los alumnos, mientras que algunos comercios cerraron y se desalojó también de manera preventiva un aparcamiento en la localidad de Peralada.

Los bomberos hicieron un total de 136 salidas para achicar agua y retirar vehículos de rieras, sobre todo en las comarcas del Alt y Baix Empordà, Garrotxa y Pla de l´Estany.

En Cabanes, un coche patrulla de los Mossos fue engullido por el río Llobregat, aunque los dos agentes que estaban dentro lograron abandonarlo sin sufrir daños físicos. Según informó la Policía autonómica, los hechos ocurrieron a las 19.45, cuando una pareja de agentes estaba cortando las carreteras secundarias que habían sido inundadas por el desbordamiento del río Llobregat en el Alt Empordà.

Peligro para la población

Una vez habían acabado, se reunieron con el alcalde de Cabanes, que les pidió que fueran a una pequeña carretera asfaltada que va desde este pueblo a la carretera de Peralada y Masarach porque creía que podía haber agua y existir peligro para la población. Los agentes acudieron a este punto y comprobado que, efectivamente, el agua ocupaba la vía, por lo que balizaron la zona para evitar que alguien pudiera atravesarla. Posteriormente, los «mossos» subieron al coche patrulla y de repente vieron que una especie de alud de agua se les echaba encima. Rápidamente abandonaron el vehículo, que fue arrastrado por el torrente ante sus ojos hasta perderlo de vista.

Carreteras cortadas

En cuanto a las carreteras, además de la N-II a la altura de Campmany, otras ocho permanecían anoche cerradas por la lluvia. Según el Servicio Catalán de Tráfico, en la comarca del Alt Empordà había también problemas de circulación en la C-252, cortada entre Vilabertran y Figueres; la GI-602, de Campmany a Sant Climent Sescebes; la GI-613, entre El Port de la Selva y Cadaqués; la GIV-6024, entre Cabanes y Figueres; la GIV-6021, entre Peralada y Mollet de Peralada, y la GIV-5044, en Biure d´Empordà, donde se produjeron desprendimientos.

Otra comarca que también tenía problemas era la Selva; en la N-141E, a la altura de Bonmatí, se daba paso alternativo tanto por inundación de parte de la calzada como por desprendimientos de tierras. En el Pla de l´Estany, donde cayeron más de 75 litros por metro cuadrado en Banyoles, se daba paso alternativo en la carretera C-66, parcialmente cortada entre Serinyà y Besalú. Sólo podían circular los vehículos pesados, es decir, que estaba prohibido para coches y motos, que debían circular por la N-260 y por otras vías secundarias.