The Government will pact with the Consell and City Councils about the desalination plants
Fri, 23/04/2004
El número dos de Medio Ambiente, el valenciano Antonio Serrano, no quiere guerras del agua El Ministerio de Medio Ambiente concertará con la Administración autonómica y la municipal la instalación de plantas desalinizadoras ‘‘allí donde sean necesarias’’, según afirmó ayer Antonio Serrano, el número dos de la ministra Cristina Narbona. Serrano reconoció que el agua desalada no es asumible por la agricultura. F. RICÓS/VALENCIA Antonio Serrano, número dos del Ministerio de Medio Ambiente, segundo por la izquierda, detrás de la ministra Narbona. Publicidad Más noticias El secretario general del Ministerio de Medio Ambiente, el valenciano Antonio Serrano, declaró ayer a LAS PROVINCIAS que el Ejecutivo negociará con la Generalitat Valenciana ylos Ayuntamientos la construcción de plantas desalinizadoras y negó que ya haya un plan establecido para poner en marcha estas instalaciones.
El catedrático de Urbanismo y Ordenación del Territorio en la Universidad Politécnica de Valencia es el máximo responsable, después de la ministra, Cristina Narbona, de desarrollar la nueva política del agua en España.
Serrano afirmó que el actual PHN ‘‘va a seguir en vigor’’, a excepción del trasvase del Ebro, y que si bien las obras incluidas en el Anexo II se van a respetar (en la cuenca del Júcar y Segura, las referidas a construcción de presas, modernización de regadíos, el trasvase Júcar-Vinalopó, defensas contra riadas), ‘‘vamos a realizar un análisis riguroso de los proyectos a desarrollar que puedan ser cuestionables económica o medioambientalmente y se discutirá con las comunidades autónomas afectadas’’.
Insistió en que el trasvase del Ebro ‘‘no es viable y los informes de Bruselas también cuestionan seriamente su viabilidad técnica y económica’’. No obstante, más que debatir sobre este proyecto, Serrano quiere diálogo: ‘‘Este país está harto de guerras. No hagamos una guerra del agua’’.
La solución, según Serrano, en algunos casos está en ‘‘la desalación. Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla han resuelto con la desalación problemas mucho más graves de carencia de agua que los de la Comunidad Valenciana. El Júcar no tiene problemas de disponibilidad de recursos, sí de gestión. El Segura sí tiene un problema de agua’’.
Para buscar alternativas al trasvase el Ministerio contará ‘‘con las universidades valencianas y del resto de España porque es un problema general. Cada 11 años hay una sequía y ahora nos toca. La última fue en 1995. Hay que preparar los proyectos que nos permitan resolver los problemas que pueden venir’’.
Antonio Serrano considera que gracias a que la Comunidad Valenciana tiene litoral ‘‘el problema de la falta de agua siempre lo podremos resolver. Madrid, por ejemplo, no. A unos costes razonables nos permite tener agua para abastecimiento urbano e industrial; para la agricultura es más complicado’’.
Sobre la incidencia negativa de las desalinizadoras, Serrano señaló que causan impacto ‘‘si no se trata de una forma adecuada la salmuera. El trasvase tienen que pasar por zonas protegidas’’
El catedrático de Urbanismo y Ordenación del Territorio en la Universidad Politécnica de Valencia es el máximo responsable, después de la ministra, Cristina Narbona, de desarrollar la nueva política del agua en España.
Serrano afirmó que el actual PHN ‘‘va a seguir en vigor’’, a excepción del trasvase del Ebro, y que si bien las obras incluidas en el Anexo II se van a respetar (en la cuenca del Júcar y Segura, las referidas a construcción de presas, modernización de regadíos, el trasvase Júcar-Vinalopó, defensas contra riadas), ‘‘vamos a realizar un análisis riguroso de los proyectos a desarrollar que puedan ser cuestionables económica o medioambientalmente y se discutirá con las comunidades autónomas afectadas’’.
Insistió en que el trasvase del Ebro ‘‘no es viable y los informes de Bruselas también cuestionan seriamente su viabilidad técnica y económica’’. No obstante, más que debatir sobre este proyecto, Serrano quiere diálogo: ‘‘Este país está harto de guerras. No hagamos una guerra del agua’’.
La solución, según Serrano, en algunos casos está en ‘‘la desalación. Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla han resuelto con la desalación problemas mucho más graves de carencia de agua que los de la Comunidad Valenciana. El Júcar no tiene problemas de disponibilidad de recursos, sí de gestión. El Segura sí tiene un problema de agua’’.
Para buscar alternativas al trasvase el Ministerio contará ‘‘con las universidades valencianas y del resto de España porque es un problema general. Cada 11 años hay una sequía y ahora nos toca. La última fue en 1995. Hay que preparar los proyectos que nos permitan resolver los problemas que pueden venir’’.
Antonio Serrano considera que gracias a que la Comunidad Valenciana tiene litoral ‘‘el problema de la falta de agua siempre lo podremos resolver. Madrid, por ejemplo, no. A unos costes razonables nos permite tener agua para abastecimiento urbano e industrial; para la agricultura es más complicado’’.
Sobre la incidencia negativa de las desalinizadoras, Serrano señaló que causan impacto ‘‘si no se trata de una forma adecuada la salmuera. El trasvase tienen que pasar por zonas protegidas’’