Narbona comes to an agreement with Catalonia on renunciation of minitransfer in Tarragona
Fri, 07/05/2004
La inversión en Cataluña supone el doble que la de Andalucía, a pesar de que en la primera se obtendrá menos de la mitad de agua que en la segunda
MADRID. La reunión que ayer por la tarde mantuvieron en la sede del Ministerio de Medio Ambiente la responsable de este departamento, Cristina Narbona, y el consejero del ramo de la Generalitat, Salvador Milà, terminó con sorpresa. Mucho se había hablado en los últimos días de si finalmente la Generalitat de Cataluña incluiría entre sus reivindicaciones la realización del minitrasvase de Tarragona, recogido en la Ley del Plan Hidrológico Nacional, toda vez que el decreto ley que derogará el trasvase del Ebro no incluye eliminar la disposición adicional en la que se recoge. Estas dudas las despejó el consejero catalán, quien aseguró que la ministra le comunicó que «mañana (por hoy) renunciará a las obras de interconexión del Consorcio de Aguas de Tarragona a las Cuencas Internas de Cataluña». Esta infraestructura estaba pendiente en Bruselas del informe de financiación de la Comisión Europea, y suponía un trasvase adicional de 50 hectómetros cúbicos con carácter urgente para Barcelona desde el punto de toma del minitrasvase, que tiene una concesión de agua de 126 hectómetros cúbicos, de los que hasta el momento se han llegado a utilizar para el abastecimiento de Tarragona unos 60.
El consejero catalán pidió también a la ministra que reforme el Consorcio para la Protección del Delta del Ebro y que anule el artículo de la Ley de acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado de 2003 en el que se prohibía al Consorcio la determinación del caudal mínimo en el delta del Ebro, «porque aunque no haya trasvase, es necesario para una buena gestión mabiental».
Por su parte, Cristina Narbona le presentó el paquete de alternativas al trasvase del Ebro para Cataluña, con una inversión de 1.100 millones de euros. Estas actuaciones aportarán 145 hectómetros cúbicos de agua, menos de los 190 previstos por el trasvase, aunque la ministra señaló que sólo hubieran llegado 112. Preguntada por qué obtener 145 hectómetros cúbicos supone una inversión de 1.100 millones y obtener el doble en Andalucía cuesta la mitad, Narbona respondió que «el nivel de contaminación y de destrucción del Delta es mayor».
MADRID. La reunión que ayer por la tarde mantuvieron en la sede del Ministerio de Medio Ambiente la responsable de este departamento, Cristina Narbona, y el consejero del ramo de la Generalitat, Salvador Milà, terminó con sorpresa. Mucho se había hablado en los últimos días de si finalmente la Generalitat de Cataluña incluiría entre sus reivindicaciones la realización del minitrasvase de Tarragona, recogido en la Ley del Plan Hidrológico Nacional, toda vez que el decreto ley que derogará el trasvase del Ebro no incluye eliminar la disposición adicional en la que se recoge. Estas dudas las despejó el consejero catalán, quien aseguró que la ministra le comunicó que «mañana (por hoy) renunciará a las obras de interconexión del Consorcio de Aguas de Tarragona a las Cuencas Internas de Cataluña». Esta infraestructura estaba pendiente en Bruselas del informe de financiación de la Comisión Europea, y suponía un trasvase adicional de 50 hectómetros cúbicos con carácter urgente para Barcelona desde el punto de toma del minitrasvase, que tiene una concesión de agua de 126 hectómetros cúbicos, de los que hasta el momento se han llegado a utilizar para el abastecimiento de Tarragona unos 60.
El consejero catalán pidió también a la ministra que reforme el Consorcio para la Protección del Delta del Ebro y que anule el artículo de la Ley de acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado de 2003 en el que se prohibía al Consorcio la determinación del caudal mínimo en el delta del Ebro, «porque aunque no haya trasvase, es necesario para una buena gestión mabiental».
Por su parte, Cristina Narbona le presentó el paquete de alternativas al trasvase del Ebro para Cataluña, con una inversión de 1.100 millones de euros. Estas actuaciones aportarán 145 hectómetros cúbicos de agua, menos de los 190 previstos por el trasvase, aunque la ministra señaló que sólo hubieran llegado 112. Preguntada por qué obtener 145 hectómetros cúbicos supone una inversión de 1.100 millones y obtener el doble en Andalucía cuesta la mitad, Narbona respondió que «el nivel de contaminación y de destrucción del Delta es mayor».