Agència de l'Aigua has a debt of 900 million
Thu, 27/05/2004
- La deuda acumulada por la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) ha provocado que esta empresa autónoma de la Generalitat haya retrasado algunos pagos de trabajos adjudicados y que, incluso, haya pospuesto otras obras de abastecimiento. Así quedó de manifiesto ayer en el debate tras una interpelación parlamentaria presentada por Ramon Espadaler (CiU) al conseller de Medi Ambient, Salvador Milà.
La deuda de la Agència alcanza ya los 874 millones de euros -al finalizar el 2003-; y, aunque el conseller Milà dijo querer evitar todo alarmismo por estas cifras, arrojó más sombras que luces sobre esta entidad, encargada de las plantas depuradoras, los suministros de agua y demás obras hidráulicas. Con un discurso atípico para la izquierda enfatizó. 'Endeudarse está bien, pero siempre y cuando se pueda pagar la ‘hipoteca’', dijo recurriendo a un símil inmobiliario.
Milà reconoció que los representantes de la Cámara de Contratistas le advirtieron hace poco 'de la situación de alarmante retraso en los pagos' de algunas obras, en unos niveles muy por encima de lo que es habitual. De ello responsabilizó a su predecesor, Ramon Espadaler, diciéndole irónicamente que 'las empresas (contratistas) tienen un vicio; y es que quieren cobrar'.
En cualquier caso, para paliar la situación, el Govern prepara una operación de tesorería de emergencia por valor de 80 millones de euros (pese a que la Agència debe autofinanciarse, razón por la cual su deuda no computa en el déficit de la Generalitat).
Milà dijo que el sistema de financiación de la Agència está 'gravemente comprometido' porque los ingresos que da el canon del agua (el tributo que se paga en el recibo de agua) ni siquiera cubren los gastos ordinarios de mantenimiento y modernización de las plantas depuradoras de aguas residuales. La desaladora de Blanes o la depuradora de El Prat son equipamientos citados como ejemplo de este elevado costo de funcionamiento. Por esto mismo, los insuficientes ingresos del canon del agua tampoco permiten pagar nuevas inversiones, por lo que la Agència ha venido echando mano a los créditos y las deudas, que no paran de crecer. Conclusión: los gastos financieros este año alcazarán los 32 millones de euros.
Milà explicó que las inversiones comprometidas por el anterior gobierno suman 397 millones millones euros más, sin que 257 millones tengan financiación garantizada. En su apesadumbrado diagnóstico económico llegó a ver, incluso, el envés de las millonarias inversiones previstas por el Gobierno en Catalunya -unos 700 millones de euros en obras alternativas al trasvase del Ebro-, ya que obligarán a cofinanciarlas aportando unos 300 millones complementarios más.
Por si todo esto fuera poco, la financiación europea acabará el 2007 y, además, el Gobierno debe 92 millones de euros del plan nacional de depuración de aguas, expuso Milà, que cuestionó la prioridad concedida a determinadas obras y prometió presentar en junio un nuevo plan, aunque no quiso adelantar si la solución será que pague la Generalitat.
Ramon Espadaler criticó al Govern por 'haber paralizado obras que, incluso, ya están adjudicadas', lo que, en su opinión, perjudicará a los pequeños y medianos municipios que no pueden aportar ni siquiera el 50% de la cofinanciación, lo que contradice la política de reequilibrio territorial, explicó. 'Lo que no hagamos hoy lo acabaremos haciendo más tarde y más caro', agregó Espadaler, que echó en falta hablar de las exigencias comunitarias en la materia. 'Que nos digan qué depuradoras, qué obras de abastecimiento o de limpeza de cauces no teníamos que haber hecho, porque nunca cuestionaron lo que hicimos', retó Espadaler a Milà.
La deuda de la Agència alcanza ya los 874 millones de euros -al finalizar el 2003-; y, aunque el conseller Milà dijo querer evitar todo alarmismo por estas cifras, arrojó más sombras que luces sobre esta entidad, encargada de las plantas depuradoras, los suministros de agua y demás obras hidráulicas. Con un discurso atípico para la izquierda enfatizó. 'Endeudarse está bien, pero siempre y cuando se pueda pagar la ‘hipoteca’', dijo recurriendo a un símil inmobiliario.
Milà reconoció que los representantes de la Cámara de Contratistas le advirtieron hace poco 'de la situación de alarmante retraso en los pagos' de algunas obras, en unos niveles muy por encima de lo que es habitual. De ello responsabilizó a su predecesor, Ramon Espadaler, diciéndole irónicamente que 'las empresas (contratistas) tienen un vicio; y es que quieren cobrar'.
En cualquier caso, para paliar la situación, el Govern prepara una operación de tesorería de emergencia por valor de 80 millones de euros (pese a que la Agència debe autofinanciarse, razón por la cual su deuda no computa en el déficit de la Generalitat).
Milà dijo que el sistema de financiación de la Agència está 'gravemente comprometido' porque los ingresos que da el canon del agua (el tributo que se paga en el recibo de agua) ni siquiera cubren los gastos ordinarios de mantenimiento y modernización de las plantas depuradoras de aguas residuales. La desaladora de Blanes o la depuradora de El Prat son equipamientos citados como ejemplo de este elevado costo de funcionamiento. Por esto mismo, los insuficientes ingresos del canon del agua tampoco permiten pagar nuevas inversiones, por lo que la Agència ha venido echando mano a los créditos y las deudas, que no paran de crecer. Conclusión: los gastos financieros este año alcazarán los 32 millones de euros.
Milà explicó que las inversiones comprometidas por el anterior gobierno suman 397 millones millones euros más, sin que 257 millones tengan financiación garantizada. En su apesadumbrado diagnóstico económico llegó a ver, incluso, el envés de las millonarias inversiones previstas por el Gobierno en Catalunya -unos 700 millones de euros en obras alternativas al trasvase del Ebro-, ya que obligarán a cofinanciarlas aportando unos 300 millones complementarios más.
Por si todo esto fuera poco, la financiación europea acabará el 2007 y, además, el Gobierno debe 92 millones de euros del plan nacional de depuración de aguas, expuso Milà, que cuestionó la prioridad concedida a determinadas obras y prometió presentar en junio un nuevo plan, aunque no quiso adelantar si la solución será que pague la Generalitat.
Ramon Espadaler criticó al Govern por 'haber paralizado obras que, incluso, ya están adjudicadas', lo que, en su opinión, perjudicará a los pequeños y medianos municipios que no pueden aportar ni siquiera el 50% de la cofinanciación, lo que contradice la política de reequilibrio territorial, explicó. 'Lo que no hagamos hoy lo acabaremos haciendo más tarde y más caro', agregó Espadaler, que echó en falta hablar de las exigencias comunitarias en la materia. 'Que nos digan qué depuradoras, qué obras de abastecimiento o de limpeza de cauces no teníamos que haber hecho, porque nunca cuestionaron lo que hicimos', retó Espadaler a Milà.