Artifical rain production against the drought

Fri, 09/07/2004

Mediterráneo

Científicos de la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad Ben Gurion de Israel, junto con la NASA, han diseñado un sistema con planchas de material negro, que absorbería el calor de los rayos del sol y permitiría crear nubes artificiales y lluvia en ciertas zonas con sequía o desertizadas, como en España.
Los detalles de este proyecto, que empezará a ejecutarse en el desierto de Israel en un plazo aproximado de un año, fueron desvelados por el científico Leon Brening, uno de los expertos involucrados en la iniciativa, y que se encuentra de visita de trabajo en Madrid. Este reconocido especialista en modelado atmosférico que es profesor de la Universidad Libre de Bruselas, explicó que se está trabajando en la selección del material óptimo para el desarrollo de la superficie oscura que se construirá en el desierto de Israel con el fin de absorber gran cantidad del calor emitido por los rayos del sol y que después se elevaría con vapor de agua a lo alto de la atmósfera, para su posterior transformación en nubes y lluvia.
El proyecto, que podría tardar en construirse unos cinco años, calculó, tendría un área aproximada de entre 4 y 9 kilómetros cuadrados y su coste sería de al menos 100 millones de dólares, aunque en la actualidad se trabaja en la búsqueda del material más barato y ecológico además de absorbente de mucho calor.
Los expertos, según Brening, se han sentido inspirados para la iniciativa en las llamadas islas de calor
que forman las ciudades, como puntos oscuros absorbentes de los rayos del sol debido al asfalto y los edificios, y en donde las temperaturas son entre cinco o diez grados superiores a las de los campos que las rodean.
Se ha comprobado que estas islas de calor
provocan una elevación del aire caliente con vapor de agua que se condensa luego en las capas altas de la atmósfera y se transforma en nubes.
Mediante la superficie oscura que se construirá en el desierto de Israel se quiere propiciar el ascenso del vapor del agua de las zonas bajas para que se transforme en nubes y en lluvia. Hasta ahora se había provocado lluvia en nubes ya existentes y que eran vaporizadas con pequeñas partículas de ioduro de plata, pero nunca antes se habían creado nubes artificiales generadoras de lluvia, "ésta es la primera vez" , recalcó el experto