Tropical storm brings more than thousand deads and dissapeared people.(El País)
Wed, 22/09/2004
Madrid
Más de mil muertos y desaparecidos son las cifras que el delegado del Gobierno en Gonaives comunicó ayer por la radio haitiana, dos días después de que la tormenta tropical Jeanne desbordara los ríos del noreste del país, llevándose personas, colinas, hospitales y cosechas a su paso, en el país más pobre de América. 'En el hospital de Gonaives, los enfermos han muerto ahogados, y la catedral, donde se refugió una multitud, se ha derrumbado. Esto es una catástrofe', dice Rosa Parés, una de las dos cooperantes españolas en el país, en conversación telefónica desde Puerto Príncipe.
'En el lodo parece que no hay muertos, pero en los canales de evacuación hay muchos cadáveres que empiezan a descomponerse', dijo el representante gubernamental, Elie Cantave, quien añadió que 'hoy mismo vamos a cavar una fosa común para enterrar al menos 200 cadáveres'.
'Todas las casas en Gonaives están afectadas, ninguna tiene agua. La gente no tiene nada que comer', declaró el primer ministro, Gérard Latortue, quien subrayó que todos los productos de primera necesidad fueron llevados por el agua o están mojados.
Los 68 españoles que viven en Puerto Príncipe se encuentran a salvo. La Embajada española aseguró, sin embargo, que aún intenta contactar con ocho que viven en áreas incomunicadas.
Parés trabaja para varias organizaciones locales y advierte de que la tragedia no ha hecho más que empezar. El nivel de las aguas aumenta el riesgo de epidemias y enfermedades infecciosas. En el noroeste del país prácticamente todo está inundado. Grandes zonas dela ciudad de Gonaives, la más afectada, están sumergidas en cuatro metros de agua. Hay casas totalmente cubiertas por el agua a las que nadie ha podido todavía llegar. Ayer, comenzó a bajar el nivel de las aguas en Gonaives, lo que permitió que la gente empezara a bajar de los tejados de sus viviendas.
La deforestación que sufre todo el país ha hecho que la crecida de Tres Ríos, el cauce fluvial más importante del noroeste del país, haya causado fuertes riadas que arrastran arena, piedras y todo lo que encuentran a su paso.
Los habitantes de Gonaives, una ciudad en la que viven cerca de 100.000 personas, buscaron refugio donde pudieron. Algunos subieron hasta el segundo piso del arzobispado, uno de los edificios más altos. Desde allí, con el agua hasta las rodillas, pasaron horas y horas viendo desfilar cadáveres impulsados por el agua.
La isla de la Tortuga, de la que en un principio se había informado que estaba sumergida bajo las aguas, fuentes humanitarias aseguraron que está intacta, pero sus 26.000 habitantes siguen aislados. Decenas de cadáveres se agolpan en las playas de la Tortuga. Son los cuerpos de los que murieron en las costas de Puerto de Paz, que han sido arrastrados por las corrientes.
Bananas arrasadas
En la zona afectada por las inundaciones, la más productiva del país, las cosechas también han muerto. 'Tenemos proyectos de plantaciones de banana y de arroz que han sido arrasadas', explica Maurepas Jeudi, coordinador de proyectos de Intermón Oxfam en Haití, quien coincide con Rosa Parés en que se trata de una situación humanitaria muy complicada. 'Las carreteras están cortadas y hay dificultades para hacer llegar agua y medicinas, sólo se puede acceder por helicóptero. El teléfono también está cortado', asegura Jeudi.
La Minustah, la misión de Naciones Unidas en Haití -a la que en el futuro se sumarán 18 guardias civiles y 10 policías españoles, así como 200 infantes de Marina-, ha sido la encargada de llevar a cabo los primeros trabajos de rescate. La misión de la ONU trabaja con el comité de emergencia creado tras las inundaciones del pasado mayo, en las que murieron cerca de 2.000 personas, y en el que también participan la Protección Civil haitiana y Cruz Roja.
El portavoz de la misión de la Minustah, Toussaint Kongo Doudou, calculó que al menos 709 personas han muerto y 1.000 continúan desaparecidas. En otras zonas del noroeste del país, en la provincia de Artibonite, y especialmente en la ciudad de Port-de-Paix, se han encontrado también decenas de cadáveres. Kongo Doudou explicó que diversas agencias internacionales de asistencia humanitaria están colaborando con la Minustah y con las autoridades haitianas en la ayuda a los cientos de heridos y miles de familias que han perdido todo lo que tenían.
El Gobierno de Haití declaró ayer zona de 'desastre nacional' el norte del país e hizo un llamamiento a la solidaridad internacional para paliar los daños de la tormenta Jeanne. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que en las próximas horas España fletará un avión con ayuda humanitaria. Francia y Alemania también anunciaron ayudas
Más de mil muertos y desaparecidos son las cifras que el delegado del Gobierno en Gonaives comunicó ayer por la radio haitiana, dos días después de que la tormenta tropical Jeanne desbordara los ríos del noreste del país, llevándose personas, colinas, hospitales y cosechas a su paso, en el país más pobre de América. 'En el hospital de Gonaives, los enfermos han muerto ahogados, y la catedral, donde se refugió una multitud, se ha derrumbado. Esto es una catástrofe', dice Rosa Parés, una de las dos cooperantes españolas en el país, en conversación telefónica desde Puerto Príncipe.
'En el lodo parece que no hay muertos, pero en los canales de evacuación hay muchos cadáveres que empiezan a descomponerse', dijo el representante gubernamental, Elie Cantave, quien añadió que 'hoy mismo vamos a cavar una fosa común para enterrar al menos 200 cadáveres'.
'Todas las casas en Gonaives están afectadas, ninguna tiene agua. La gente no tiene nada que comer', declaró el primer ministro, Gérard Latortue, quien subrayó que todos los productos de primera necesidad fueron llevados por el agua o están mojados.
Los 68 españoles que viven en Puerto Príncipe se encuentran a salvo. La Embajada española aseguró, sin embargo, que aún intenta contactar con ocho que viven en áreas incomunicadas.
Parés trabaja para varias organizaciones locales y advierte de que la tragedia no ha hecho más que empezar. El nivel de las aguas aumenta el riesgo de epidemias y enfermedades infecciosas. En el noroeste del país prácticamente todo está inundado. Grandes zonas dela ciudad de Gonaives, la más afectada, están sumergidas en cuatro metros de agua. Hay casas totalmente cubiertas por el agua a las que nadie ha podido todavía llegar. Ayer, comenzó a bajar el nivel de las aguas en Gonaives, lo que permitió que la gente empezara a bajar de los tejados de sus viviendas.
La deforestación que sufre todo el país ha hecho que la crecida de Tres Ríos, el cauce fluvial más importante del noroeste del país, haya causado fuertes riadas que arrastran arena, piedras y todo lo que encuentran a su paso.
Los habitantes de Gonaives, una ciudad en la que viven cerca de 100.000 personas, buscaron refugio donde pudieron. Algunos subieron hasta el segundo piso del arzobispado, uno de los edificios más altos. Desde allí, con el agua hasta las rodillas, pasaron horas y horas viendo desfilar cadáveres impulsados por el agua.
La isla de la Tortuga, de la que en un principio se había informado que estaba sumergida bajo las aguas, fuentes humanitarias aseguraron que está intacta, pero sus 26.000 habitantes siguen aislados. Decenas de cadáveres se agolpan en las playas de la Tortuga. Son los cuerpos de los que murieron en las costas de Puerto de Paz, que han sido arrastrados por las corrientes.
Bananas arrasadas
En la zona afectada por las inundaciones, la más productiva del país, las cosechas también han muerto. 'Tenemos proyectos de plantaciones de banana y de arroz que han sido arrasadas', explica Maurepas Jeudi, coordinador de proyectos de Intermón Oxfam en Haití, quien coincide con Rosa Parés en que se trata de una situación humanitaria muy complicada. 'Las carreteras están cortadas y hay dificultades para hacer llegar agua y medicinas, sólo se puede acceder por helicóptero. El teléfono también está cortado', asegura Jeudi.
La Minustah, la misión de Naciones Unidas en Haití -a la que en el futuro se sumarán 18 guardias civiles y 10 policías españoles, así como 200 infantes de Marina-, ha sido la encargada de llevar a cabo los primeros trabajos de rescate. La misión de la ONU trabaja con el comité de emergencia creado tras las inundaciones del pasado mayo, en las que murieron cerca de 2.000 personas, y en el que también participan la Protección Civil haitiana y Cruz Roja.
El portavoz de la misión de la Minustah, Toussaint Kongo Doudou, calculó que al menos 709 personas han muerto y 1.000 continúan desaparecidas. En otras zonas del noroeste del país, en la provincia de Artibonite, y especialmente en la ciudad de Port-de-Paix, se han encontrado también decenas de cadáveres. Kongo Doudou explicó que diversas agencias internacionales de asistencia humanitaria están colaborando con la Minustah y con las autoridades haitianas en la ayuda a los cientos de heridos y miles de familias que han perdido todo lo que tenían.
El Gobierno de Haití declaró ayer zona de 'desastre nacional' el norte del país e hizo un llamamiento a la solidaridad internacional para paliar los daños de la tormenta Jeanne. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que en las próximas horas España fletará un avión con ayuda humanitaria. Francia y Alemania también anunciaron ayudas