Madrid. Cristina Narbona sigue firme en su decisión de poblar la costa española de desaladoras como alternativa al derogado Trasvase del Ebro. Así se lo hará saber mañana viernes la titular de Medioambiente a las grandes constructoras españolas. Será durante una comida en de carácter restringido en la cual Narbona expondrá al presidente de la patronal Seopan, Enrique Aldama, los detalles de las distintas actuaciones que su Ministerio y el PSOE realizarán en este campo, al tiempo que explicará el respaldo presupuestario de estas actuaciones.
Según confirmaron a LA GACETA fuentes del sector, Narbona y Aldama compartirán mesa y mantel con los presidentes de las principales constructoras españolas, que en los últimos tiempos habían mostrado su interés en este proyecto de más de 1.200 millones de euros, del que sin embargo reconocían no tener muchos detalles.
Con esta reunión, Cristina Narbona quiere dejar claro a los constructores –los cuales habían depositado buena parte de sus perspectivas de negocio en las multimillonarias inversiones del derogado Plan Hidrológico del PP& 8211; que las desaladoras van a salir adelante. Según ha podido saber este periódico, otro de los objetivos que se persigue con este encuentro es que la ministra escuche de primera mano la visión que los principales constructores tienen del plan, al tiempo que estos ofrezcan las distintas alternativas para su puesta en marcha.
A parte de un calendario de licitaciones, otro de los asuntos a tratar en la reunión será el de la financiación y las posibilidades de participación público-privada en la puesta en marcha de las 20 plantas que quiere construir la ministra. Estos complejos, que aportarán 620 hectómetros cúbicos de agua al año, recibirán un tercio de los 3.900 millones de euros previstos para todo el Programa Agua.
Complejos que se unirán a las más de 3.000 plantas desaladoras, que según datos de Medio Ambiente, existen en España en estos momentos. Por ellas pasan un total de 1,2 millones de metros cúbicos al día, el 60% de ellos del agua del mar y el resto de la denominada agua salobre (por ejemplo, de aguas subterráneas, con una salinidad más baja). Sin embargo, la mayoría de las desaladoras son de un tamaño más reducido al de las nuevas que planea Medioambiente.
Más encuentros
La reunión con Seopan no será la única que en los próximos días mantendrá Cristina Narbona con los distintos agentes del sector para hablar de las desaladoras. La ministra de Medioambiente ya avanzará parte de estos detalles hoy durante las jornadas que la patronal de empresas de ingeniería Tecniberia organiza en el Casino de Madrid bajo el título "El Programa Agua y la contratación pública".
Pero no hablará sólo de las desaladoras, indicaron a este periódico fuentes cercanas a Medioambiente. A parte de la desalación, Narbona mostrará las virtudes de las otras 105 actuaciones del Plan, como son la reutilización, depuración, conducción, modernización, etc. Un ambicioso programa con el que el Ejecutivo espera obtener 1.063 hectómetros cúbicos anuales.