La principal característica del año hidrológico que acaba de concluir (el 30 de septiembre) ha sido la evolución sostenible de las reservas a lo largo de ese periodo. Así se recoge en un informe elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente en el que se afirma que esto ha sido posible gracias a la gestión optimizada de los recursos por parte de las administraciones hidráulicas y a la regularidad en la distribución de las precipitaciones en el transcurso del mismo. Al cierre del año hidrológico 2003-2004 la reserva total embalsada era de 29.849 hm3 (el 55% de la capacidad total disponible), 3.831 hm3 más que la media de los cinco últimos años y 160 hm3 menos que los volúmenes registrado a comienzos de este año hidrológico. La precipitación media peninsular fue de 637 litros/m2, siendo en Navacerrada donde se produjo el máximo pluviométrico anual absoluto (1.561,2 litros/m2). La máxima reserva total se consignó el pasado 31 de mayo, con 40.973 hm3, ligeramente inferior a la mayor reserva histórica, que se había producido el 9 de junio de 1988, cuando se alcanzaron 42.346 hm3. De la capacidad total de los embalses mayores de 5 hm3 (actualmente 53.998 hm3), el 32% (17.338 hm3) corresponde a los destinados a generación hidroeléctrica mientras que el 68% restante (36.660 hm3) se destina a los de uso consuntivo, fundamentalmente riego y abastecimiento de agua potable. Según la citada fuente, el año hidrológico concluyó con una reserva de 9.784 hm3 en los embalses de uso hidroeléctrico, que equivalen al 56,4% de su respectiva capacidad, y 2.462 hm3 menos que a comienzos del año. Por su parte, la reserva en los embalses de uso consuntivo alcanzó los 20.065 hm3, que equivale al 54,7% de su capacidad, y 2.302 hm3 más que al inicio del citado año. Por último, y desde el punto de vista energético, la energía hidráulica almacenada a 30 de septiembre fue de 8.915 GWh, 1.831 GWh menos que la almacenada a principios del año hidrológico 2003-2004