Glacier thaw in Tibet is an evidence of the global warming

Thu, 25/11/2004

Howard French
Yuren (China). Después de cuatros horas de caminata a través de los espesos e intransitables bosques del Tíbet, aparece lo que queda de un glaciar que tuvo en su momento una superfie de 43,4 kilómetros cuadrados, un codiciado objeto de estudio de los exploradores. Lo llaman el Zepu.
De la base de esta gran masa de hielo situada a 3.400 metros sobre el nivel del mar fluye ahora un fuerte torrente que constituye, a su vez, la fuente de un caudaloso río. "Hace 30 años, no había ningún río aquí", dice Yao Tandong, director del Instituto para la Investigación de la Meseta del Tíbet. Yao ha invertido los últimos dos años de su vida en investigar los glaciares tibetanos. "Naturalmente —explica este científico—, siempre había habido un río en esta zona, pero en los lugares más elevados; las zonas bajas, por donde ahora corre el agua, estaban congelados".
El Zepu ha perdido más de 90 metros de espesor durante las tres últimas décadas, debido, en gran medida, al aumento de las temperaturas en la región. Pero éste no es el único caso. En colaboración con científicos de la Universidad de Ohio, Yao ha comprobado que estas fundiciones de glaciares están produciéndose en todo el Tíbet, morada de las más grandes concentraciones de glaciares alpinos.
Pero estas alteraciones no son exclusivas de esta parte del globo. "Lo que está sucediendo en el Tíbet esta ocurriendo en todo el planeta", comenta Lonni G. Thompson, profesor de Geología de la Universidad de Ohio. "Nuestras mediciones revelan que entre 1850 y 1960, los glaciares han menguado un 7,5 %. Entre 1960 y 2000, este porcentaje ha crecido". Sólo en la década de los 90, los glaciares han perdido un 4% de su masa. Peter Clark, geólogo de la Universidad de Oregón y especialista en glaciares, señala que "el deshielo de de glaciares, fenómeno global excepto en la región de Escadinavia, está comprendido y asumido".
Predicciones
"El aumento y la disminución de los glaciares —comenta& 8212; obedece a dos factores: las precipitaciones y las temparaturas. Y no hay duda de que en los últimos miles de años se ha producido un aumento de la temperatura en todo el planeta".
Expertos climáticos y geólogicos consideran que las consecuencias de este deshielo son aún imprevisibles. No obstante, hay una amenaza muy nombrada: el incremento del nivel de los mares, lo que puede provocar graves y letales inundaciones en ciudades como Nueva York, Nueva Orelans o Tokio. Fijando los ojos en la corriente helada del Zepu, Yao, por el contrario, prefiere no hacer este tipo de catastrofistas predicciones: "Si alguien vuelve al Tíbet dentro de 30 años, algo es seguro: "Aquí no habrá más hielo".