VALENCIA. Una de las grandes obsesiones del borrador del proyecto de Ley de Golf es el buen uso de los recursos hídricos que se utilizarán para que las instalaciones estén en perfecto estado. De esta manera, el texto que estudia el Consell determina que, durante el periodo consultivo previo a la aprobación de un Plan General que contemple un campo de golf, que la Generalilitat recabará distintos informes, entre los que destaca el del organismo competente sobre la disponibilidad de agua y compatibilidad del incremento de consumo de agua con las previsiones de los planes hidrológicos, y sobre la no afectación o menoscabo a otros usos legalmente implantados. Si este informe fuera desfavorable tendrá eficacia vinculante.

Además, la Memoria Justificativa del instrumento de planeamiento pormenorizado que ordena un campo de golf especificará, entre otras cuestiones, la suficiencia de los recursos hídricos necesarios para no originar deficiencias en las demás actividades de la zona y el sistema de gestión del agua para el riego que se proyecta utilizar para hacer efectivos los principios de austeridad, economía y solidaridad.

El tipo de agua a usar también se concreta en el texto normativo, que apunta que, preferentemente, debe provenir de la depuración de aguas residuales o de caudales que viertan directamente al mar.