Asia Chronicle. United Nations launches a global plan for early warning on natural disasters , included tsunamis
Wed, 19/01/2005
La ONU lanzó hoy en la ciudad japonesa de Kobe con motivo de la Conferencia Internacional sobre la Reducción de Desastres un Programa Internacional de Alerta Temprana (IEWP, por sus siglas en inglés) con el fin de tratar de reducir el impacto que los desastres naturales, como el reciente tsunami en el sureste asiático, tienen sobre las comunidades vulnerables y para incrementar la cooperación internacional para ayudar a salvar vidas.
En este programa, según informa la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (ISDR), participarán las agencias de la ONU, entre ellas la propia ISDR, la Organización Meteorológica Mundial, la UNESCO, el Programa Mundial de Alimentos (PAM), el Progama de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), y la Plataforma para la Promoción de la Alerta Temprana, así como otras organizaciones.
El IEWP, que había sido propuesto en la anterior conferencia en Bonn hace dos años, mejorará la resistencia a todos los tipos de desastres naturales como sequías, incendios forestales, inundaciones, tifones, huracanes, corrimientos de tierra, erupciones volcánicas o tsunamis. Esta iniciativa incluirá un mayor flujo de información y pondrá el énfasis en la importancia de educar a la población para que esté preparada ante los desastres.
"Este nuevo programa ayudará a dar seguridad y tranquilidad. Millones de personas en todo el mundo deben sus vidas y existencias a sistemas efectivos de alerta temprana", indicó hoy con motivo del lanzamiento del programa en Kobo el director del ISDR, Sálvano Briceno.
Por su parte, el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, advirtió de que "un sistema de alerta temprana sólo puede existir a través de una cooperación regional que respete el principio de un intercambio abierto, libre y sin restricciones de los datos observados y garantice el establecimiento de una respuesta efectiva que se active cuando se lancen las alertas".
Según la ONU, los sistemas de alerta temprana, junto con la ayuda humanitaria y una mejor preparación ante este tipo de sucedoss han reducido fuertemente el número de muertos de hambre, salvando dos millones de vids en los últimos 20 años. En 2004, millones de personas fueron evacuadas en América y Asia por las tormentas naturales, salvándose miles de vidas, por lo que los expertos creen que de haber existido sistemas de alerta en el sureste asiático la catástrofe del 26 de diciembre habría sido menor.
De hecho, las víctimas de desastres naturales son las principales destinatarias de la ayuda que ofrecen las agencias de la ONU. Así, según el director del PAM, James T. Morris, "un tercio de los más de 100 millones de personas a los que asiste el PAM son personas afectadas por desastres naturales".
Por otra parte, el secretario general de la OMS, Michel Jarraud, indicó que "alrededor del 90% de todos los desastres naturales están relacionados con causas de origen meteorológico o hidrológico". Por ello, añadió, "la OMS quiere reducir a la mitad el número de muertes debido a desastres relacionados con el agua en los próximos quince años mejorando los sistemas de alerta (...) y apoyando las estrategias de prevención de desastres".
LIBRO SOBRE LOS DESASTRES
Asimismo, la ONU anunció hoy en Kobe la publicación de una guía sobre la reducción de riesgos, subrayando que la reciente catástrofe en Asia ha ofrecido "una serie de lecciones valiosas, incluida la necesidad de que la gente esté alerta y actúe para reducir el riesgo de desastres".
El libro, 'Conoce el riesgo', de 376 páginas, ha sido elaborado por el ISDR con la colaboración de la editorial británica TudorRose y en él han participado 160 autores que han descrito su trabajo en esta materia a todos los niveles. "Conocer los riesgos que plantean a las sociedades los desastres naturales es la mejor manera de reducir el impacto y evitar o al menos mitigar cualquier desastre futuro", afirma la agencia de la ONU.
En la declaración que abre el libro, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, afirma que "la reducción de los desastres es una responsabilidad de todos nosotros. Reafirmemos nuestro compromiso con la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres, y aportemos más recursos políticos, técnicos y financieros a esta causa vital". "Juntos podemos proteger las vidas y existencias ahora y construir comunidades resistentes a los desastres para mañana", añade, recomendando el libro "a todo el mundo".
En este programa, según informa la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (ISDR), participarán las agencias de la ONU, entre ellas la propia ISDR, la Organización Meteorológica Mundial, la UNESCO, el Programa Mundial de Alimentos (PAM), el Progama de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), y la Plataforma para la Promoción de la Alerta Temprana, así como otras organizaciones.
El IEWP, que había sido propuesto en la anterior conferencia en Bonn hace dos años, mejorará la resistencia a todos los tipos de desastres naturales como sequías, incendios forestales, inundaciones, tifones, huracanes, corrimientos de tierra, erupciones volcánicas o tsunamis. Esta iniciativa incluirá un mayor flujo de información y pondrá el énfasis en la importancia de educar a la población para que esté preparada ante los desastres.
"Este nuevo programa ayudará a dar seguridad y tranquilidad. Millones de personas en todo el mundo deben sus vidas y existencias a sistemas efectivos de alerta temprana", indicó hoy con motivo del lanzamiento del programa en Kobo el director del ISDR, Sálvano Briceno.
Por su parte, el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, advirtió de que "un sistema de alerta temprana sólo puede existir a través de una cooperación regional que respete el principio de un intercambio abierto, libre y sin restricciones de los datos observados y garantice el establecimiento de una respuesta efectiva que se active cuando se lancen las alertas".
Según la ONU, los sistemas de alerta temprana, junto con la ayuda humanitaria y una mejor preparación ante este tipo de sucedoss han reducido fuertemente el número de muertos de hambre, salvando dos millones de vids en los últimos 20 años. En 2004, millones de personas fueron evacuadas en América y Asia por las tormentas naturales, salvándose miles de vidas, por lo que los expertos creen que de haber existido sistemas de alerta en el sureste asiático la catástrofe del 26 de diciembre habría sido menor.
De hecho, las víctimas de desastres naturales son las principales destinatarias de la ayuda que ofrecen las agencias de la ONU. Así, según el director del PAM, James T. Morris, "un tercio de los más de 100 millones de personas a los que asiste el PAM son personas afectadas por desastres naturales".
Por otra parte, el secretario general de la OMS, Michel Jarraud, indicó que "alrededor del 90% de todos los desastres naturales están relacionados con causas de origen meteorológico o hidrológico". Por ello, añadió, "la OMS quiere reducir a la mitad el número de muertes debido a desastres relacionados con el agua en los próximos quince años mejorando los sistemas de alerta (...) y apoyando las estrategias de prevención de desastres".
LIBRO SOBRE LOS DESASTRES
Asimismo, la ONU anunció hoy en Kobe la publicación de una guía sobre la reducción de riesgos, subrayando que la reciente catástrofe en Asia ha ofrecido "una serie de lecciones valiosas, incluida la necesidad de que la gente esté alerta y actúe para reducir el riesgo de desastres".
El libro, 'Conoce el riesgo', de 376 páginas, ha sido elaborado por el ISDR con la colaboración de la editorial británica TudorRose y en él han participado 160 autores que han descrito su trabajo en esta materia a todos los niveles. "Conocer los riesgos que plantean a las sociedades los desastres naturales es la mejor manera de reducir el impacto y evitar o al menos mitigar cualquier desastre futuro", afirma la agencia de la ONU.
En la declaración que abre el libro, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, afirma que "la reducción de los desastres es una responsabilidad de todos nosotros. Reafirmemos nuestro compromiso con la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres, y aportemos más recursos políticos, técnicos y financieros a esta causa vital". "Juntos podemos proteger las vidas y existencias ahora y construir comunidades resistentes a los desastres para mañana", añade, recomendando el libro "a todo el mundo".