La Comisión del Agua tiene previsto celebrar hoy una reunión plenaria en la que el principal punto del orden del día es la votación del dictamen sobre el embalse de Santaliestra. Si todo marcha según lo previsto, este organismo respaldará un texto en el que regantes y afectados han alcanzado un acuerdo total. Aunque ya no será posible presentar la ponencia sobre la próxima obra conflictiva en la inminente reunión con el Ministerio de Medio Ambiente, la Comisión del Agua ha comenzado ya a trabajar sobre un nuevo texto, esta vez sobre el embalse de Biscarrués.

Tanto el alcalde de Santaliestra, Javier Mur, como el presidente de la comunidad de regantes del Canal de Aragón y Cataluña, José Luis Pérez, se han manifestado en los últimos días satisfechos por el acuerdo alcanzado. Ambos han manifestado que este pacto tiene la enorme fuerza que supone haber alcanzado la unanimidad social, pero también se trata de un acuerdo débil porque depende de que las administraciones vayan cumpliendo las acciones que les corresponden. Por eso, la votación que se efectuará hoy, y en la que están representadas todas las instituciones y todos los partidos políticos, tiene una gran importancia.

Si no hay sorpresas, el próximo paso se vivirá el día 14 de febrero, cuando la parte aragonesa presente este acuerdo al Ministerio de Medio Ambiente en el seno de la Comisión de Seguimiento del Pacto del Agua. Es de esperar que la ministra Cristina Narbona recoja el guante y no defraude la expectativas puestas por los aragoneses en el primer acuerdo unánime que se consigue desde el punto de vista social y político.

El acuerdo indica que el embalse de Santaliestra, que tenía una capacidad prevista de 80 hectómetros cúbicos, será finalmente desestimado. En su lugar, se modificará el proyecto del pantano de San Salvador, para que en lugar de los 20 hectómetros cúbicos previstos, pueda almacenar 125. Eso sí, sólo la mitad se podrán utilizar con normalidad, mientras que el resto se reservarán para momentos de sequía.

Sobre esta base, el pacto está en que el día en que se desactive legalmente el proyecto del embalse el Ayuntamiento de Santaliestra retirará las querellas y contenciosos judiciales existentes y que han llevado al banquillo de los acusados a varios ex altos cargos del Ministerio de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Ebro. Por su parte, en cuanto al embalse de San salvador comience a ser una realidad, los regantes deberían renunciar al proyecto de Santaliestra.

Todo parece atado y por ello la Comisión del Agua tiene la mente puesta ya en el próximo debate, que abordará la cuestión de Biscarrués. Aunque las cartas todavía no se han puesto sobre la mesa y no existe oficialmente fecha para la siguiente reunión de la ponencia de Obras Hidráulicas, todo parece indicar que será el próximo día 23 de febrero cuando comiencen estas reuniones.

La voluntad de la Comisión es que esta cuestión pueda zanjarse antes del próximo verano, aunque no se han establecido plazos rígidos, dado que no se quieren fijar condiciones a priori. Para abordar esta cuestión, como ya ha sucedido en el caso de Santaliestra, la ponencia de Obras Hidráulicas va a contar con la experiencia acumulada por la Iniciativa Social de Mediación, que ha mantenido algunos contactos en los últimos meses con las partes en conflicto.

En el fondo, se encuentra la necesidad de dotar de más reservas de agua al sistema de riegos del Alto Aragón, que debe afrontar la ampliación de la zona regable de Monegros y la Hoya de Huesca. Al tiempo, la conflictividad social se centra en que el embalse inundaría el pequeño pueblo de Erés y supondría un obstáculo para el desarrollo del floreciente turismo de aguas bravas en el Gállego