A good water management is supported
Mon, 28/02/2005
El laboratorio Lequia, en Girona, investiga acerca de nuevos procesos de tratamiento de las aguas residuales.
Pilar Riaño
Hace diez años, un grupo de ingenieros químicos se propuso poner su granito de arena en la mejora de los procesos de tratamiento del agua residual. De este modo nació el Laboratorio de Ingeniería Química y Ambiental (Lequia), un centro adscrito al Instituto de Medio Ambiente de la Universitat de Girona (UdG), dirigido actualmente por el profesor Manel Poch.
El principal objetivo del centro, que forma parte de la Xarxa IT impulsada por el Cidem, es, según Poch, 'proteger el medio ambiente'. Para ello, Lequia centra sus investigaciones en tres áreas de trabajo. La primera es el desarrollo de nuevos procesos para el tratamiento de las aguas residuales, así como de sistemas que minimicen la generación de este tipo de este tipo de vertidos.
En segundo lugar, el equipo formado por siete investigadores y aproximadamente unos veinte becarios trata de implementar el tratamiento del agua a partir de la utilización de inteligencia artificial o, lo que es lo mismo, 'dotar a las máquinas de los razonamientos que haría un experto humano'. Por último, Lequia investiga cómo reaprovechar los subproductos generados por las depuradoras.
El centro procura mantener un equilibrio entre la colaboración con empresas y la participación en programas de investigación nacionales y europeos. Uno de los proyectos más exitosos fue el desarrollado en colaboración con Inima Servicios Europeos del Medio Ambiente, empresa del grupo OHL. En este caso, Lequia construyó dos plantas una piloto y otra industrial que utilizan una nueva tecnología de depuración de agua conocida como sequencing batch reactors (SBR).
La Agència Catalana de l'Aigua es uno de los clientes actuales del laboratorio. 'En un futuro próximo explica el director del centro , los municipios catalanes más pequeños deberán tener sus propios sistemas de saneamiento'. Lequia está desarrollando protocolos de gestión para plantas de pequeñas dimensiones, que deberán sustituir el cemento de sus construcciones por cañas u otros materiales.
Como miembro de la Xarxa IT, Lequia debe llevar un control riguroso de sus actividades y gestionar el laboratorio como si se tratase, en cierto modo, de una empresa. 'Desde el principio nos marcamos unos objetivos ambiciosos afirma Poch y, de momento, los vamos superando'. El pasado ejercicio, Lequia facturó 600.000 euros, que procedieron, al 50%, de contratos con empresas y de programas públicos de investigación. Según Poch, el laboratorio se encuentra en una 'etapa de equilibrio', ya que cada año ha logrado gestionar entre cinco y diez contratos con empresas y seis programas de investigación.
www.cidem.com
http://lequia.udg.es pulso a la innovación
El centro firma entre cinco y diez contratos con empresas y participa en seis programas de investigación cada año
Pilar Riaño
Hace diez años, un grupo de ingenieros químicos se propuso poner su granito de arena en la mejora de los procesos de tratamiento del agua residual. De este modo nació el Laboratorio de Ingeniería Química y Ambiental (Lequia), un centro adscrito al Instituto de Medio Ambiente de la Universitat de Girona (UdG), dirigido actualmente por el profesor Manel Poch.
El principal objetivo del centro, que forma parte de la Xarxa IT impulsada por el Cidem, es, según Poch, 'proteger el medio ambiente'. Para ello, Lequia centra sus investigaciones en tres áreas de trabajo. La primera es el desarrollo de nuevos procesos para el tratamiento de las aguas residuales, así como de sistemas que minimicen la generación de este tipo de este tipo de vertidos.
En segundo lugar, el equipo formado por siete investigadores y aproximadamente unos veinte becarios trata de implementar el tratamiento del agua a partir de la utilización de inteligencia artificial o, lo que es lo mismo, 'dotar a las máquinas de los razonamientos que haría un experto humano'. Por último, Lequia investiga cómo reaprovechar los subproductos generados por las depuradoras.
El centro procura mantener un equilibrio entre la colaboración con empresas y la participación en programas de investigación nacionales y europeos. Uno de los proyectos más exitosos fue el desarrollado en colaboración con Inima Servicios Europeos del Medio Ambiente, empresa del grupo OHL. En este caso, Lequia construyó dos plantas una piloto y otra industrial que utilizan una nueva tecnología de depuración de agua conocida como sequencing batch reactors (SBR).
La Agència Catalana de l'Aigua es uno de los clientes actuales del laboratorio. 'En un futuro próximo explica el director del centro , los municipios catalanes más pequeños deberán tener sus propios sistemas de saneamiento'. Lequia está desarrollando protocolos de gestión para plantas de pequeñas dimensiones, que deberán sustituir el cemento de sus construcciones por cañas u otros materiales.
Como miembro de la Xarxa IT, Lequia debe llevar un control riguroso de sus actividades y gestionar el laboratorio como si se tratase, en cierto modo, de una empresa. 'Desde el principio nos marcamos unos objetivos ambiciosos afirma Poch y, de momento, los vamos superando'. El pasado ejercicio, Lequia facturó 600.000 euros, que procedieron, al 50%, de contratos con empresas y de programas públicos de investigación. Según Poch, el laboratorio se encuentra en una 'etapa de equilibrio', ya que cada año ha logrado gestionar entre cinco y diez contratos con empresas y seis programas de investigación.
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http://lequia.udg.es pulso a la innovación
El centro firma entre cinco y diez contratos con empresas y participa en seis programas de investigación cada año