SEVILLA. El Ministerio de Medio Ambiente ha decidido asumir la inversión que resta, unos 22 millones de euros, para concluir el proyecto «Doñana 2005» destinado a la regeneración hídrica del Parque Nacional, una actuación que surgió en la etapa de la ministra Isabel Tocino, como respuesta a la catástrofe de Aznalcóllar. Desde entonces, era la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir la que ha venido soportando el coste de los trabajos, con un presupuesto global de casi 95 millones, según ha manifestado a ABC el ingeniero jefe de la Zona de Sevilla de aquella entidad y responsable técnico del programa, Benigno Bayán.

«Hasta ahora todo el Plan Doñana 2005 ha sido pagado por el presupuesto de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, y era así explica Bayán- porque lo había decidido la entonces ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino. Eso -añade- tendrá más o menos lógica, pero era una realidad, y la Confederación siempre ha pensado, por parte de los presidentes que hemos ido teniendo, que la financiación de un plan como éste, por el contenido que tiene, era más propio y razonable que corriera a cargo del Ministerio de Medio Ambiente».

La realidad es que la Confederación del Guadalquivir ha sido un organismo que en el plano económico tradicionalmente ha tenido «saldo positivo», situación que sin embargo se fue modificando al asumir el coste del «Doñana 2005», a lo que se unido también la construcción de la presa de Melonares. Ambas actuaciones están dejando sus arcas sin opción al habitual superávit.

«Tenemos fama de ricos -afirma el ingeniero jefe de la Confederación-, pero empezamos a pagar rondas y rondas y nos quedamos pobres».

A lo largo de los últimos años se produjeron varios intentos de liberar a la Confederación de la responsabilidad del proyecto de regeneración hídrica del Parque Nacional «sin éxito alguno», reconoce Benigno Bayán, hasta que recientemente el actual presidente de la institución, Francisco Tapia, trasladó la misma reivindicación al que fuera su antecesor y en estos momentos director general del Agua en el Ministerio, Jaime Palop, alcanzándose el acuerdo.

Presupuesto

Aproximadamente de un presupuesto global de 95 milllones de euros, son unos 22 los que restan por invertir, en tres de las ocho «fichas» en las que originariamente estaba dividido, de las que tres permanecen sin acometerse totalmente por diversas circunstancias, incluso una de ellas podría incluso quedar desestimada finalmente.

En concreto (ver gráfico), quedan por concluir la recuperación del Brazo de la Torre y la segunda fase que afecta al Arroyo del Partido, si bien ambas fichas podrían fusionarse en una. Más problemas existen para acometer la recuperación del Caño del Guadiamar (número 5), y probablemente se demorará varios años.

En todo caso, del conjunto de acciones encaminadas a la regeneración hídrica del Parque que tienen las condiciones favorables para llevarse a término, Benigno Bayán estima que a 31 de diciembre del presente año «todas las obras estarán contratadas, aunque no construidas».

Existe además otra circunstancia, como es la petición de colectivos representados en el Patronato de Doñana de prorrogar el Plan «Doñana 2005», de forma que éste no tenga un carácter finalista. Al respecto, Benigno Bayán opina que «es posible, pero todo eso son decisiones políticas. Lo que ocurre es que quienes hacen esa propuesta es como si vieran que el Plan 2005 es un tren en marcha que no quieren que llegue a su destino. Si el 2005 se termina, porque así está decidido, eso no quiere decir que el Ministerio no vuelva a invertir en Doñana. Si el volumen de inversión se termina -enfatiza Bayán-, vendrá otro, con el contenido que se quiera que tenga. Quien aboga por prorrogar el Plan al 2010 lo que quizás pretenda es que el del 2005 no termine y siga hacia adelante cambiándole el nombre».

En este sentido Benigno Bayán se muestra indiferente, por su condición de funcionario, y transfiere la responsabilidad de la decisión a la esfera de lo político.