Climate change is dangerous for the survival of the Delta of Ebro, according to european report

Sat, 19/03/2005

Europa Press

El aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones derivadas del cambio climático amenazan la supervivencia del ecosistema "único" del Delta del Ebro, según un estudio del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, con sede en la ciudad italiana de Ispra, hecho público hoy.
El informe señala que la temperatura media en la mayoría de España y en la cuenca del Ebro se incrementará entre 2 y 3 grados en 2050 y el volumen de precipitaciones caerá entre un 5% y un 20%. El calentamiento global aumentará las pérdidas por evaporación del río, y la demanda de agua en todos los sectores (civil, agrícola e industrial).
En el futuro será más probable que se produzcan fenómenos extremos como sequías, lluvias torrenciales e inundaciones, pero los desbordamientos del Ebro ocurrirán con menos frecuencia gracias a una gestión "más eficiente" de los recursos hídricos y a los sistemas de protección contra inundaciones.
La reducción del caudal provocará una disminución del poder de dilución del Ebro, y el agua salada del mar avanzará todavía más en el Delta. "El frágil ecosistema del río y su Delta podría estar en peligro, llevando a la desaparición de especies endémicas", como el mejillón de agua dulce 'Margaritifera auricularia' (que sólo habita en el Ebro), o el 'Ephoron virgo', (difícil de encontrar en la muchos de los grandes ríos europeos).
Además, la caída de la deposición de sedimentos y un incremento global del nivel del mar de entre 0,2 y 0,82 metros en el año 2100 podría provocar el "hundimiento" del Delta y representa "una amenaza importante para la supervivencia a largo plazo del hábitat único presente en el Delta del Ebro y, finalmente, para la existencia misma del sistema del Delta".
El estudio, basado en buena medida en informes anteriores, señala que es imprescindible realizar más investigaciones para determinar con mayor exactitud los problemas medioambientales más graves que pueden producirse en el Ebro como consecuencia del incremento de las temperaturas, el cambio de los patrones de precipitación, la subida del nivel del mar y otras amenazas derivadas del cambio climático.
Asimismo, afirma que es importante distinguir las fluctuaciones naturales de los efectos provocados por actividades humanas como el incremento de la población, la expansión de regadíos o el crecimiento industrial.