Agriculture industry loses around 300 millions of euros because of the drought
Wed, 25/05/2005
La organización agraria COAG demanda a las administraciones ayudas urgentes para paliar los daños causados en el cereal, el ovino, el bovino y el caprino
VALLADOLID. Las organizaciones agrarias y las propias administraciones coinciden en hablar de «la sequía más grave de los últimos 60 años», una situación que llevó ayer a la organización agraria COAG a proponer una serie de medidas que permitan paliar los daños ocasionados por la sequía que soporta Castilla y León.
Según los datos aportados por COAG, la situación empeora a medida que pasan los días sin que aparezcan las ansiadas lluvias, por lo que a día de hoy ya se puede confirmar que el 60 por ciento de la superficie de cereal de secano se ha perdido de forma irremediable en seis provincias de la Comunidad Autónoma, con especial incidencia en Salamanca, Ávila y Valladolid. Sólo en el norte de Burgos, Palencia y León, donde no abunda el secano, las superficie afectada sería del 20%.
«Sin remedio, al sur del Duero»
En definitiva, según la organización agraria, la situación «no tiene remedio» al sur del Duero, mientras que en el norte «se aguanta». Con este panorama, las pérdidas estimadas ascienden a 282.555.759 euros, de los cuales 212.024.722 corresponden a cereales, leguminosas y proteaginosas; 32.170.542 son pérdidas en el ovino y caprino; 29.348.856 son del bovino extensivo, y algo más de nueve millones son pérdidas producidas en la apicultura.
COAG no ha realizado una estimación de las pérdidas por hectáreas sino que los cálculos los ha realizado en función del índice medio comarcal de producción de una explotación media. El responsable de este sindicato agrario en Valladolid, Ignacio Arias, destacó ayer que en las provincias de Salamanca, Valladolid y Zamora hay superficies de cereal que ni siquiera será posible segar. Además del cereal, las pérdidas son cuantiosas en la ganadería, ya que la falta total de pastos produce en los agricultores un sobrecoste por la alimentación del animal, que se calcula en 8.250 euros anuales en el caso del ovino caprino y 9.900 si se trata de bovino extensivo.
En cuanto a los cultivos de regadío, el coordinador regional de COAG, Jesús Manuel González Palacín, denunció que estos cultivos también pueden tener problemas ya que aunque el riego con agua superficial está garantizada gracias al volumen actual de los embalses del Duero, no se puede decir lo mismo de las aguas subterráneas, empleadas por un importante número de agricultores, que ven como a la sobreexplotación de los acuíferos se suma ahora la sequía. Además, otro elemento a tener en cuenta es que «estamos regando las remolachas como si fuera julio», con lo que eso supone de sobrecoste para la explotación.
Ante esta situación, COAG propone una serie de medidas con las que paliar los efectos de la sequía en Castilla y León. En principio, plantea actuaciones generales que pasan por que se produzca una coordinación institucional «sin que eso signifique la vulneración competencial de cada una de las administraciones». En este sentido, González Palacín aseguró que «estamos ante una crisis sin precedentes, en la que las batallas políticas no sirven para salvar al sector».
Petición a Bruselas
Otra demanda de la organización agraria es la constitución por parte de la Junta de la mesa de seguimiento de la sequía, una medida que, de momento, carece de fecha. También proponen que el Gobierno de la nación curse la petición correspondiente a la Comisión Europea para que España pueda beneficiarse del Fondo de Solidaridad para adversidades climáticas, un fondo que se concede cuando las pérdidas superan los 3.000 millones de pesetas, cantidad que, según COAG, ya se ha superado.
Por último, esta organización agraria demanda que se aceleren las infraestructuras de regadío de la Comunidad «con objeto de minorar, de cara al futuro, los graves efectos que produce en el sector agrario la ausencia de precipitaciones». En este punto se exige la construcción del embalse de Castrovido o el desarrollo de los regadíos del Canal Bajo de los Payuelos, actuaciones previstas en el Plan Hidrológico Nacional y en el Plan de Regadíos
VALLADOLID. Las organizaciones agrarias y las propias administraciones coinciden en hablar de «la sequía más grave de los últimos 60 años», una situación que llevó ayer a la organización agraria COAG a proponer una serie de medidas que permitan paliar los daños ocasionados por la sequía que soporta Castilla y León.
Según los datos aportados por COAG, la situación empeora a medida que pasan los días sin que aparezcan las ansiadas lluvias, por lo que a día de hoy ya se puede confirmar que el 60 por ciento de la superficie de cereal de secano se ha perdido de forma irremediable en seis provincias de la Comunidad Autónoma, con especial incidencia en Salamanca, Ávila y Valladolid. Sólo en el norte de Burgos, Palencia y León, donde no abunda el secano, las superficie afectada sería del 20%.
«Sin remedio, al sur del Duero»
En definitiva, según la organización agraria, la situación «no tiene remedio» al sur del Duero, mientras que en el norte «se aguanta». Con este panorama, las pérdidas estimadas ascienden a 282.555.759 euros, de los cuales 212.024.722 corresponden a cereales, leguminosas y proteaginosas; 32.170.542 son pérdidas en el ovino y caprino; 29.348.856 son del bovino extensivo, y algo más de nueve millones son pérdidas producidas en la apicultura.
COAG no ha realizado una estimación de las pérdidas por hectáreas sino que los cálculos los ha realizado en función del índice medio comarcal de producción de una explotación media. El responsable de este sindicato agrario en Valladolid, Ignacio Arias, destacó ayer que en las provincias de Salamanca, Valladolid y Zamora hay superficies de cereal que ni siquiera será posible segar. Además del cereal, las pérdidas son cuantiosas en la ganadería, ya que la falta total de pastos produce en los agricultores un sobrecoste por la alimentación del animal, que se calcula en 8.250 euros anuales en el caso del ovino caprino y 9.900 si se trata de bovino extensivo.
En cuanto a los cultivos de regadío, el coordinador regional de COAG, Jesús Manuel González Palacín, denunció que estos cultivos también pueden tener problemas ya que aunque el riego con agua superficial está garantizada gracias al volumen actual de los embalses del Duero, no se puede decir lo mismo de las aguas subterráneas, empleadas por un importante número de agricultores, que ven como a la sobreexplotación de los acuíferos se suma ahora la sequía. Además, otro elemento a tener en cuenta es que «estamos regando las remolachas como si fuera julio», con lo que eso supone de sobrecoste para la explotación.
Ante esta situación, COAG propone una serie de medidas con las que paliar los efectos de la sequía en Castilla y León. En principio, plantea actuaciones generales que pasan por que se produzca una coordinación institucional «sin que eso signifique la vulneración competencial de cada una de las administraciones». En este sentido, González Palacín aseguró que «estamos ante una crisis sin precedentes, en la que las batallas políticas no sirven para salvar al sector».
Petición a Bruselas
Otra demanda de la organización agraria es la constitución por parte de la Junta de la mesa de seguimiento de la sequía, una medida que, de momento, carece de fecha. También proponen que el Gobierno de la nación curse la petición correspondiente a la Comisión Europea para que España pueda beneficiarse del Fondo de Solidaridad para adversidades climáticas, un fondo que se concede cuando las pérdidas superan los 3.000 millones de pesetas, cantidad que, según COAG, ya se ha superado.
Por último, esta organización agraria demanda que se aceleren las infraestructuras de regadío de la Comunidad «con objeto de minorar, de cara al futuro, los graves efectos que produce en el sector agrario la ausencia de precipitaciones». En este punto se exige la construcción del embalse de Castrovido o el desarrollo de los regadíos del Canal Bajo de los Payuelos, actuaciones previstas en el Plan Hidrológico Nacional y en el Plan de Regadíos