Esta restricción comienza a aplicarse hoy para desviar el agua almacenada para uso doméstico. El campo ha ahorrado 12 hectómetros en esta campaña.

LA OPINIÓN. MÁLAGA

El Ayuntamiento se ofreció a que Emasa elaborase un proyecto para aprovechar los recursos en la zona. También advirtió de que la planta desalinizadora tendría que estar unos siete días de prueba por el alto grado de sal.

La sequía no perdona. Los riegos agrícolas con agua de los embalses del Guadalhorce se suspenderán a partir de hoy, lo que permitirá desviar el agua almacenada para abastecer a Málaga capital, previo tratamiento en la planta desalinizadora de El Atabal dada su elevada concentración salina.
La finalización de los riegos se acordó entre la Consejería de Medio Ambiente y los principales usuarios del agua de la cuenca ante la escasez de lluvias del presente año hidrológico.
Los agricultores del Guadalhorce permitieron tal acuerdo y consiguieron durante la presente campaña un ahorro de agua de unos doce hectómetros cúbicos, según la Cuenca Mediterránea Andaluza (CMA), pero ante la inminente aplicación de esta medida los regantes solicitaron que se les concedan compensaciones económicas ante las previsibles pérdidas que sufrirán.
El agua se desalinizará parcialmente o dulcificará mezclándose con agua dulce de otros pantanos y pozos hasta alcanzar una concentración idónea que permita que sea tratada por la planta, capaz de recibir agua hasta con seis gramos de sal por litro por el procedimiento de ósmosis inversa, aunque la del Guadalhorce tiene una concentración mucho mayor, de 14 gramos.
Hay una sola conducción y se ha tenido que esperar a que acabe la temporada de riego, que va de mayo a septiembre, para derivar toda esa agua salada al abastecimiento hukmano previo tratamiento.
El Ayuntamiento malagueño anunció al acordarse este procedimiento que la planta tendría que estar seis o siete días en período de prueba con el agua mezclada porque nunca recibió agua con tanta salinidad. El consistorio también se ofreció hace dos semanas a elaborar urgentemente, a través de su empresa de aguas Emasa, el proyecto para aprovechar recursos en el bajo Guadalhorce.
El corte del abastecimiento para riego en el Guadalhorce ha puesto en guardia a los agricultores y ganaderos. A través de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) de Málaga se adelantan a las consecuencias solicitando ayudas a la Cuenca Mediterránea Andaluza (CMA) y a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta por las pérdidas que los regantes pueden sufrir ante la suspensión de los riegos con agua de los embalses del Guadalhorce.

Cuotas. Así, enviaron un escrito a la CMA y a la consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, pidiendo una compensación en el pago del canon de riego de las cuotas de los regantes, así como la aplicación de unos riegos de urgencia en los cultivos más necesitados en las más 10.000 hectáreas. En este sentido, propusieron que ambas peticiones se incluyan en el próximo decreto de sequía.
Además, exigieron que "este esfuerzo de los regantes se solicite también a los ayuntamientos para que dejen de utilizar agua para otros fines como regar jardines, campos de golf y llenar piscinas", ya que según apuntan, "no se puede dar la paradoja de que se pueda regar un jardín y al lado se mueran naranjas y limones".
Por último, desde Coag felicitaron a la Asociación de Regantes Malagueña (Aprema), por "demostrar una vez más el espíritu solidario que existe entre los agricultores malagueños al aceptar la medida".