Un informe de la empresa Terratest, que realiza los trabajos de descontaminación del acuífero de Santa Gertrudis, que sufrió el vertido de combustibles en septiembre de 2002, asegura que se ha extraído ya hasta el 80% de determinados elementos que componen la gasolina, aunque todavía queda en el subsuelo alrededor de un 40% de otros componentes . Los análisis del agua efectuados en agosto confirman que existe todavía un considerable grado de contaminación, según informó el geólogo de la dirección general de Recursos Hídricos del Govern, Jordi Jiménez.
EIVISSA | A. PEDRO
El subsuelo de la gasolinera de Santa Gertrudis podría contener todavía alrededor de 12.000 litros de combustible, según confirmaron ayer fuentes de la conselleria de Medio Ambiente del Govern balear y el geólogo de la dirección general de Recursos Hídricos, Jordi Jiménez, que coordina los trabajos de descontaminación de los pozos.
El conseller de Medio Ambiente, Jaume Font, aseguró en Eivissa que se han extraído ya unos 30.000 litros de combustible y añadió en declaraciones a la cadena SER que esta cantidad podría incrementarse en un 40% hasta que finalicen los trabajos, por lo que restarían aún en el agua alrededor de 12.000 litros de gasolina.
Un informe elaborado a mediados del pasado mes de agosto por los técnicos de Terratest, la empresa que lleva a cabo los trabajos de descontaminación del acuífero, indica que de los distintos elementos de que está compuesta la gasolina -entre los que destacan los hidrocarburos parafínicos, isoparafínicos, olefínicos, nafténicos y aromáticos-, se han extraído del subsuelo del orden del 80% de algunos de ellos, aunque existen otros, que no se han detallado, de los que sólo se ha recuperado un 40% ó 50%.
«Se ha reducido mucho el índice de contaminación del agua desde que comenzaron los trabajos, pero aun así todavía no se puede hablar de descontaminación ni de que el agua sea potable», señaló Jordi Jiménez, quien explicó que no podía establecerse un periodo de tiempo para que finalizaran los trabajos de limpieza. «A finales de este año quizá podamos determinar con mayor detalle el tiempo que falta para acabar la descontaminación, pero ahora es aún pronto. Cada acuífero responde de una forma específica y es muy difícil augurar qué pasará en éste», aclaró Jiménez.
El geólogo añadió que si existen fuertes precipitaciones los elementos solubles en el agua pueden reducirse, pero si el año es seco, el efecto puede ser el contrario y concentrar más los componentes del combustible.
Los trabajos de limpieza continúan actualmente en la zona de la gasolinera y consisten básicamente en el filtraje del agua mediante una torre que la succiona, la purifica y la devuelve al acuífero. Esta rotación permite por una parte que se evaporen los elementos volátiles de la gasolina y, por otra, que los filtros retengan los componentes más pesados, de forma que el agua resultante se vea libre de estos componentes combustibles cada vez que realiza el circuito.
Por otra parte, se llevan a cabo los trabajos de descontaminación de las tierras extraídas del lecho sobre el que descansaban los depósitos de gasolina, mediante el método denominado `biopila´ consistente en la limpieza de los hidrocarburos con bacterias.