Suministrará a los pueblos afectados por la contaminación por arsénico y servirá para recargar los acuíferos de Los Arenales y Páramo de Cuéllar La construcción de la presa del Ceguilla puede descartar la del río Viejo
F. A./SEGOVIA
Aguas del Duero baraja la posibilidad de que un embalse subterráneo abastezca de agua a las poblaciones de la comarca del Eresma de las provincias de Segovia y Valladolid, una treintena de municipios afectados por la contaminación por arsénico de sus aguas profundas.
Así lo anunció ayer el director general de esta sociedad, Jaime Herrero, quien añadió que dicho proyecto podría servir «de forma subordinada» para recargar a su vez los acuíferos de Los Arenales y Páramo de Cuéllar, los más extensos de España, y que nutren de agua a las explotaciones de regadío de vastas extensiones de las provincias de Segovia y Valladolid.
Según explicó Herrero, el proyecto del embalse subterráneo para abastecimiento humano y el estudio «completo y profundo» de las dimensiones y características de los citados acuíferos será abordado con el dinero del embalse de Bernardos sobre el río Eresma, que estaba contemplado en el Plan Hidrológico Nacional y finalmente ha sido rechazado por severas razones medioambientales.
Una «barbaridad»
«Ese embalse era una barbaridad», aseguró Herrero, quien recordó que el proyecto recibió 1.832 alegaciones y fue rechazado por veintiún ayuntamientos, además de por la Junta de Castilla y León. Estaba previsto para extender el regadío en las comarcas que se nutren de los acuíferos de Los Arenales y Páramo de Cuéllar, cuya escasez de agua ha obligado a impedir nuevas perforaciones. Además, contemplaba un salto de agua para su aprovechamiento hidroeléctrico.
Respecto a otras actuaciones que Aguas del Duero tiene en marcha en la provincia, su director general indicó que las obras de construcción de la presa sobre el río Ceguilla están ejecutadas al 50 ó 60% y que la red de abastecimiento que llevará el agua a los pueblos de la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza, más Muñoveros, de 80 kilómetros de longitud, está siendo sometida a un riguroso estudio de impacto ambiental por parte del Ministerio de Medio Ambiente.
A su juicio, este embalse podrá satisfacer también las necesidades de los pueblos de la mancomunidad del río Viejo, por lo que indicó que «habrá que reestudiar» la necesidad de construir otra presa sobre este río, infraestructura que ha sido aprobada hace escasos días en el Senado.