Vinalopó divert will be made from Cullera, according to the Government
Sun, 16/10/2005
El trasvase Júcar-Vinalopó cambiará de trazado. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, confirmó ayer la decisión de modificar la obra que ya está en marcha con el fin de situar la toma de agua en la desembocadura del Júcar, en Cullera, donde los estudios indican que es posible transferir hasta 70 hectómetros cúbicos anuales. 'Es la que garantiza más agua para Alicante', aseguró la ministra tras entrevistarse con el secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, y hacer pública una decisión que no por esperada dejó de provocar la airada protesta del Consell y los regantes del Vinalopó.
El ministerio ya dejó clara su apuesta por un cambio de trazado del trasvase desde que en julio Aguas del Júcar, SA (Ajusa), responsable de las obras, presentara en la comisión técnica que revisa el proyecto desde agosto de 2004 los informes que certifican la viabilidad hídrica, económica y medioambiental de la propuesta de situar la toma de agua en el Azud de la Marquesa, en Cullera, en vez de en Cortes de Pallás. En este último lugar arrancó el PP la obra a finales de 2003 pero los estudios muestran que no se puede garantizar agua todos los años y mucho menos el máximo previsto de 80 hectómetros anuales que recoge el plan original.
Tras analizar durante los últimos dos meses los dos trazados posibles -el que arranca en Cortes de Pallás, ejecutado al 41%, y la alternativa defendida por los regantes del Júcar, entre otras organizaciones-, y conseguir el beneplácito de la Comisión Europea a la intención de mantener los fondos recibidos con un nuevo proyecto, la ministra Cristina Narbona anunció ayer oficialmente la decisión de dar un vuelco al trasvase Júcar-Vinalopó. La ministra hizo pública su decisión tras entrevistarse con el secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, quien reiteró a Narbona el apoyo para el cambio de trazado siempre que la obra suponga dar más agua a las comarcas alicantinas, sufra el menor atraso posible y no implique más costes para los nuevos usuarios. Narbona aprobó sin entrar en los detalles las peticiones de los socialistas valencianos al explicar que la toma del agua en el Azud de la Marquesa 'garantiza más agua para Alicante' -unos 70 hectómetros cúbicos anuales sin problemas en años de precipitación normal- y es la opción 'con más consenso social con la cuenca cedente'. Es decir, tiene el apoyo de los regantes del Júcar, que han encabezado con la Fundación Nueva Cultura del Agua y Xúquer Viu la apuesta por la modificación del trazado como única solución para dar agua al Vinalopó y asegurar las necesidades de los regadíos tradicionales y la sostenibilidad de L'Albufera, como exige la UE. La ministra también confirmó que el nuevo proyecto implicará un sobrecoste -cifrado en no menos de 100 millones más sobre los 230 del trazado original-, pero aseguró que el cambio no supondrá un aumento del precio del agua para los usuarios, que no pagarán hasta recibir los recursos. Además, Narbona señaló, sin dar fechas, que la nueva obra se agilizará al máximo para mantener los plazos.
El Consell, por boca del vicepresidente Víctor Campos, aseguró que la decisión de Narbona supone 'la firma de defunción del trasvase' y reiteró que la Generalitat está dispuesta a pagar el trazado original.
El ministerio ya dejó clara su apuesta por un cambio de trazado del trasvase desde que en julio Aguas del Júcar, SA (Ajusa), responsable de las obras, presentara en la comisión técnica que revisa el proyecto desde agosto de 2004 los informes que certifican la viabilidad hídrica, económica y medioambiental de la propuesta de situar la toma de agua en el Azud de la Marquesa, en Cullera, en vez de en Cortes de Pallás. En este último lugar arrancó el PP la obra a finales de 2003 pero los estudios muestran que no se puede garantizar agua todos los años y mucho menos el máximo previsto de 80 hectómetros anuales que recoge el plan original.
Tras analizar durante los últimos dos meses los dos trazados posibles -el que arranca en Cortes de Pallás, ejecutado al 41%, y la alternativa defendida por los regantes del Júcar, entre otras organizaciones-, y conseguir el beneplácito de la Comisión Europea a la intención de mantener los fondos recibidos con un nuevo proyecto, la ministra Cristina Narbona anunció ayer oficialmente la decisión de dar un vuelco al trasvase Júcar-Vinalopó. La ministra hizo pública su decisión tras entrevistarse con el secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, quien reiteró a Narbona el apoyo para el cambio de trazado siempre que la obra suponga dar más agua a las comarcas alicantinas, sufra el menor atraso posible y no implique más costes para los nuevos usuarios. Narbona aprobó sin entrar en los detalles las peticiones de los socialistas valencianos al explicar que la toma del agua en el Azud de la Marquesa 'garantiza más agua para Alicante' -unos 70 hectómetros cúbicos anuales sin problemas en años de precipitación normal- y es la opción 'con más consenso social con la cuenca cedente'. Es decir, tiene el apoyo de los regantes del Júcar, que han encabezado con la Fundación Nueva Cultura del Agua y Xúquer Viu la apuesta por la modificación del trazado como única solución para dar agua al Vinalopó y asegurar las necesidades de los regadíos tradicionales y la sostenibilidad de L'Albufera, como exige la UE. La ministra también confirmó que el nuevo proyecto implicará un sobrecoste -cifrado en no menos de 100 millones más sobre los 230 del trazado original-, pero aseguró que el cambio no supondrá un aumento del precio del agua para los usuarios, que no pagarán hasta recibir los recursos. Además, Narbona señaló, sin dar fechas, que la nueva obra se agilizará al máximo para mantener los plazos.
El Consell, por boca del vicepresidente Víctor Campos, aseguró que la decisión de Narbona supone 'la firma de defunción del trasvase' y reiteró que la Generalitat está dispuesta a pagar el trazado original.