Water consumption has been prohibited in Gallur due to a spill in the Ebro
Sun, 23/10/2005
Un posible vertido tóxico en el cauce del río Ebro ha mantenido a los vecinos de Gallur sin poder beber agua del grifo durante un día entero. El Ayuntamiento de la localidad prohibió el consumo de boca el viernes por la noche después de detectar una gran mortandad de peces en un paraje cercano al lugar en el que se encuentran las tomas del sistema de abastecimiento. Veinticuatro horas después, los análisis encargados por el Consistorio descartaron cualquier peligro.
Según explicaron fuentes de la Delegación del Gobierno, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investigan a qué pudo deberse la muerte de los peces. En las pesquisas colabora la Confederación Hidrográfica del Ebro y el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.
La muerte de un gran número de peces -madrillas, barbos, siluros, alburnos y otras especies- fue detectada en torno a las 18.00 del viernes. Una patrulla del Seprona acudió al paraje conocido como La Mejana, en el término municipal de Gallur, para recoger muestras de agua y de los ejemplares muertos.
En esa zona se encuentra el pozo desde el que se capta el agua que abastece al casco urbano de la localidad, por lo que tan pronto como se conoció la noticia el Ayuntamiento decidió emitir bandos para informar a todos los vecinos de que estaba prohibido el consumo humano del agua del grifo.
"No queríamos alarmar a la población, pero estaba claro que por precaución había que impedir que se bebiera -comentó el alcalde de Gallur, Antonio Liz-. Los usos relacionados con la limpieza y la higiene no suponían ningún problema y se mantuvieron".
Liz explicó que el Consistorio encargó urgentemente unos análisis sobre la calidad del suministro a la empresa que gestiona el sistema de abastecimiento, Gestión de Aguas, y que esta se comprometió a informarle de los resultados ayer mismo.
"La gente estaba intranquila, así que hemos procurado calmarla cuanto antes", dijo el primer edil. Por fin, a última hora de ayer, los múltiples exámenes realizados a las muestras de agua pusieron de manifiesto que los galluranos podían volver a beber agua del grifo sin problemas. "En los análisis no se ha detectado ningún elemento tóxico. La gente puede estar tranquila", confirmó Liz.
Inspecciones en el río
Durante toda la jornada se inspeccionó tanto la zona en la que aparecieron los peces muertos como un tramo aguas arriba del Ebro para comprobar si había nuevos indicios de mortandad. "No se ha detectado nada. Además, nos han comentado que entre los peces muertos que han retirado había especies que hace años que no se ven por aquí, así que es probable que, si ha habido algún vertido, se haya producido río arriba", indicó el alcalde.
La toma de agua del Ebro para Gallur se realiza desde un pozo situado en el fondo del cauce, lo que disminuye el riesgo de contaminación.
Según explicaron fuentes de la Delegación del Gobierno, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investigan a qué pudo deberse la muerte de los peces. En las pesquisas colabora la Confederación Hidrográfica del Ebro y el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.
La muerte de un gran número de peces -madrillas, barbos, siluros, alburnos y otras especies- fue detectada en torno a las 18.00 del viernes. Una patrulla del Seprona acudió al paraje conocido como La Mejana, en el término municipal de Gallur, para recoger muestras de agua y de los ejemplares muertos.
En esa zona se encuentra el pozo desde el que se capta el agua que abastece al casco urbano de la localidad, por lo que tan pronto como se conoció la noticia el Ayuntamiento decidió emitir bandos para informar a todos los vecinos de que estaba prohibido el consumo humano del agua del grifo.
"No queríamos alarmar a la población, pero estaba claro que por precaución había que impedir que se bebiera -comentó el alcalde de Gallur, Antonio Liz-. Los usos relacionados con la limpieza y la higiene no suponían ningún problema y se mantuvieron".
Liz explicó que el Consistorio encargó urgentemente unos análisis sobre la calidad del suministro a la empresa que gestiona el sistema de abastecimiento, Gestión de Aguas, y que esta se comprometió a informarle de los resultados ayer mismo.
"La gente estaba intranquila, así que hemos procurado calmarla cuanto antes", dijo el primer edil. Por fin, a última hora de ayer, los múltiples exámenes realizados a las muestras de agua pusieron de manifiesto que los galluranos podían volver a beber agua del grifo sin problemas. "En los análisis no se ha detectado ningún elemento tóxico. La gente puede estar tranquila", confirmó Liz.
Inspecciones en el río
Durante toda la jornada se inspeccionó tanto la zona en la que aparecieron los peces muertos como un tramo aguas arriba del Ebro para comprobar si había nuevos indicios de mortandad. "No se ha detectado nada. Además, nos han comentado que entre los peces muertos que han retirado había especies que hace años que no se ven por aquí, así que es probable que, si ha habido algún vertido, se haya producido río arriba", indicó el alcalde.
La toma de agua del Ebro para Gallur se realiza desde un pozo situado en el fondo del cauce, lo que disminuye el riesgo de contaminación.