Aumentarán las repoblaciones y las limpiezas de los ríos para paliar el descenso de peces La red fluvial de Galicia, teniendo en cuenta los principales ríos, supera los 4.000 kilómetros de longitud. Pero no todos están libres o aptos para las especies piscícolas migratorias, en especial el salmón. Sólo hay unos 250 kilómetros de cuencas fluviales ocupadas por estas especies, un 6%. Estos datos, recogidos en el inventario hecho por Francisco Hervella y Pablo Caballero (del Centro de Investigaciones Forestales de Lourizán), muestran las dificultades que se encuentran los peces que pueblan nuestros ríos. Y es que los impedimentos que deben soportar las especies piscícolas son numerosos, y más tendiendo en cuenta que algunas, como el salmón, son muy exigentes en cuanto a la calidad del agua. La Consellería de Medio Ambiente perfila actualmente un plan de ordenación de recursos piscícolas, con el fin de poder atender a las diferentes peculiaridades que tienen los peces y las cuencas fluviales existentes en la comunidad. Para llevar a cabo este programa de actuación, los biólogos parten de los inventarios actualizados -el primero data del año 1991- que maneja la Administración. Criterios científicos Desde la Dirección Xeral de Conservación da Natureza, que dirige Xosé Benito Reza, se señala que el plan servirá para poder mejorar la situación actual y, sobre todo, actuar con criterios científicos ante los problemas que sufran las poblaciones fluviales. Por este motivo continuarán las repoblaciones, que según Hervella y Caballero, no deja de ser por el momento la única manera de poder mantener la producción de algunas especies. Desde hace años se construyeron una serie de estaciones de captura con el fin de disponer de reproductores de origen autóctono, «en lugar del material extranjero empleado con frecuencia en otro tiempo y cuya viabilidad se ha demostrado que es muy escasa», señalan las mismas fuentes. Otra actuación es la de mejorar e incrementar los procesos de accesibilidad de las especies para evitar las decenas de embalses, centrales y minicentrales que hay en los ríos gallegos. En los últimos años se construyeron escalas y pasos para que los peces pudieran tener buenas zonas en las que cumplir sus tareas de cría y desove. La Consellería de Medio Ambiente, que también prevé mejorar la limpieza de los ríos y asegurar las condiciones de alimentación de los peces que se encuentran bajo sus aguas, marcará medidas en el citado plan con el fin de disminuir las incidencias negativas que provocan las minicentrales, el efecto invernadero (se constata cada año un pequeño aumento de temperatura de los ríos gallegos), los vertidos agrícolas e industriales y las épocas de sequía.