El nivel de agua en los embalses sigue recuperándose de forma lenta pero progresiva. La reserva hídrica se encuentra al 44,5% de su capacidad después de aumentar casi un punto en la última semana. Desde que las primeras lluvias del otoño (en la semana previa al 18 de octubre) invirtieran la tendencia a la baja provocada por el año más seco desde que se tienen registros, el agua almacenada en los pantanos ha aumentado un 13%. Aún así, acumulan 4.545 hectómetros cúbicos menos que en la media del último decenio por estas fechas.
El último boletín hidrológico del Ministerio de Medio Ambiente (del 7 de diciembre) indica que los pantanos españoles tienen 23.706 hectómetros cúbicos, casi 500 más que en la semana anterior. Un hectómetro cúbico es equiparable a la capacidad de un estadio de fútbol como el Santiago Bernabéu de Madrid.
El informe asegura que en los últimos ocho días 'las precipitaciones han sido abundantes en toda la Península'. La máxima se registró en Santiago de Compostela, donde llovió 130 litros por metro cuadrado. Aún así, no fue suficiente para que aumentara el nivel de los pantanos de la cuenca Norte I (sur de Galicia y norte de León), que almacenan cinco hectómetros cúbicos menos que hace una semana.
Las presas con más agua son las pertenecientes a las Cuencas Internas del País Vasco, que en su conjunto se encuentran al 85,7% de su capacidad.
Además, las cuencas de Galicia Costa, Norte I, Norte II (Asturias y Cantabria), Norte III (País Vasco excepto sus Cuencas Internas), Guadiana I (Castilla-La Mancha y Extremadura) y Ebro están por encima del 50%. Por ejemplo, en Galicia Costa hay un pantano, el de Santa Eugenia, que está completamente lleno, después de aumentar un hectómetro en los últimos ocho días.
La recuperación de los embalses está provocando que poco a poco vayan desapareciendo las restricciones de agua en algunos municipios. Por ejemplo, el pasado miércoles se levantaron las limitaciones nocturnas en tres localidades de Madrid (Cadalso de los Vidrios, Cenicientos y Las Rozas de Puerto Real).
Aún así, no se puede dar por concluido el déficit de agua. La mayor sequía de los últimos 60 años provocó que el agua embalsada descendiera de manera imparable desde el 24 de mayo. Los pantanos llegaron a estar al 39% de su capacidad, una situación difícil de remontar. Así, en los últimos 10 años durante esta semana había un promedio de 28.251 hectómetros cúbicos de agua en las presas, por lo que estaban al 53% de su capacidad, ocho puntos más que ahora. La diferencia es mayor si se tienen en cuenta los datos del año pasado, cuando la reserva hídrica estaba al 56,3%, casi 12 puntos más que ahora. La situación es más crítica en los embalses para consumo, que están al 38%, que en los embalses para uso hidroeléctrico (al 58,1%).
El jefe del Servicio de Aplicaciones Climatológicas del Instituto Nacional de Meteorología (INM), Antonio Mestre, explicó ayer que las lluvias caídas este otoño fueron 'las habituales' en esta época del año, pero no lograron paliar el déficit de agua heredado del año hidrológico anterior, según informa Efe. Mestre indicó que en noviembre, comparado con el mismo mes en 2004, las lluvias aumentaron casi el doble. Sin embargo, precisó, dicha comparación no resulta demasiado ilustrativa, ya que 2004 fue 'excesivamente seco'. En su opinión, hay que esperar hasta el invierno para comprobar si las nieves compensarán el déficit de agua existente.
Por cuencas, la que se encuentra en peor situación es la del Segura, que tiene espacio para almacenar 1.129 hectómetros, mientras en estos momentos acumula 184 (el 12,3% de su capacidad). Tres de sus presas, las de Crevillente, Puentes y Valdeinfierno, están casi secas, no tienen ni un solo hectómetro cúbico. Y otras cinco acumulan menos de cinco.