The new buildings of Madrid will have to incorporate saving-water systems
Fri, 16/12/2005
Los edificios de nueva construcción de Madrid deberán contar con sistemas de fontanería economizadores de agua en grifos, duchas y cisternas, ya que estos dispositivos permiten hasta un 60 por ciento de ahorro. Esta es una de las medidas que contempla la nueva Ordenanza de Gestión y Uso Eficiente del Agua en la Ciudad de Madrid cuyo proyecto fue aprobado hoy por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento.
En rueda de prensa, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, explicó que el nuevo texto, que fomenta el uso racional del agua, se enmarca en el Plan de Gestión de la Demanda del Agua de la Ciudad de Madrid, aprobado el pasado 14 de julio, en el que se establece como objetivo la reducción del consumo de agua potable en un 12 por ciento para el año 2011.
Indicó que fomentar e implantar una nueva cultura del agua basada en el uso racional de los recursos hídricos es el fin que persigue el Gobierno local con la normativa propuesta, que regula a la vez, de una manera integrada, todos los aspectos relacionados con la gestión municipal del agua (alcantarillado, riego de zonas verdes, depuración, etc). Así, destacó que Madrid es el primero de los grandes municipios de España que implanta una norma en la que se regula, de forma global, el ciclo integral del agua.
NUEVA CULTURA DEL AGUA
En su opinión, para implantar la nueva cultura del agua se establecen un conjunto de medidas encaminadas a reducir el consumo por los ciudadanos, fomentar la eficiencia en el uso de este recurso por las empresas y otras actividades (campos de golf, piscinas, etcétera) y fijar criterios para el diseño y mantenimiento de las zonas verdes, criterios basados en la utilización de especies vegetales adaptadas a la climatología de Madrid, entre otras. Además, el proyecto de Ordenanza dedica un apartado especial a los recursos hídricos alternativos como aguas pluviales, freáticas o regeneradas para aquellos usos que no requieren la utilización de agua potable.
Además de proponer que todos los edificios de nueva construcción cuenten con sistemas de fontanería economizadores de agua en grifos, duchas y cisternas, en hoteles y oficinas será obligatoria la instalación de temporizadores en los grifos o bien de grifería electrónica para reducir el consumo de uso sanitario. Junto con estas obligaciones, la futura Ordenanza promueve la utilización de recursos hídricos alternativos en los nuevos desarrollos urbanísticos para el riego de zonas verdes.
GRANDES CONSUMIDORES
El proyecto de Ordenanza establece también una serie de medidas para que actividades con un elevado consumo de agua adopten buenas prácticas para conseguir ahorros cuantificables, que serán verificados por el Ayuntamiento. Así, aquellas actividades que consuman más de 10.000 metros cúbicos al año y los campos de golf deberán disponer de un plan de gestión sostenible y realizar auditorías del uso del agua en sus instalaciones. En el caso de las piscinas se creará un registro municipal y además deberán instalar sistemas economizadores de agua y realizar pruebas anuales para evitar las fugas en tuberías, sistemas hidráulicos y el propio vaso.
Otro sector, gran consumidor de agua, es el de los servicios de lavado de vehículos. Para ellos, la nueva Ordenanza establece la obligatoriedad de disponer de sistemas de reciclado de agua. Los servicios ya existentes tendrán un período de tres años para adaptar sus instalaciones.
ZONAS VERDES Y BALDEOS DE CALLES
Por otro lado, Ruiz-Gallardón comentó que en los nuevos parques y zonas ajardinadas, públicas y privadas, deberán utilizarse especies adaptadas al entorno y condiciones ambientales de Madrid, ocupando al menos un 50 por ciento de la superficie total de la zona verde. Se limita la superficie de césped que no superará el 30 por ciento en los jardines y el 10 por ciento en los parques de más de diez hectáreas. Además, la propuesta de Ordenanza contempla sistemas de riego que fomenten el ahorro y la eficiencia en el uso de agua, como por ejemplo, sensores de lluvia y humedad, programadores, etc.
Asimismo, aseguró que los servicios municipales también se suman a las políticas de ahorro, economizando agua en la limpieza viaria. Para ello, se prevé el uso equipos eficientes para el baldeo de calles y espacios públicos, utilizando agua regenerada, procedente de sus propias depuradoras. Será obligatorio, por tanto, el uso de agua regenerada, siempre que exista una dársena de carga de la red municipal de reutilización de aguas en un radio menor o igual a dos kilómetros desde el punto de consumo.
Se elimina, de este modo, el tradicional baldeo mediante manguera acoplada a la boca de riego, que sólo se utilizará donde no sea posible la limpieza con equipos mecánicos. Igualmente se vigilará el uso fraudulento de hidrantes o bocas de riego por particulares y se facilitará que cualquier ciudadano ponga en conocimiento de los servicios municipales o de los agentes de la autoridad los usos fraudulentos del agua.
Para controlar que se realiza un adecuado uso de los recursos hídricos, se creará un Servicio de Inspección del Agua, formado por inspectores especializados. Además, en la futura Ordenanza se regulan todas las cuestiones relativas al sistema de saneamiento municipal, estableciendo los criterios técnicos de diseño del mismo y regulando los vertidos al alcantarillado para garantizar su integridad y asegurar la eficacia de los procesos de depuración de las aguas residuales que se realizan en las plantas de depuración municipales.
RÉGIMEN SANCIONADOR
A continuación, explicó que en el proyecto de Ordenanza se aglutinan las conductas y sanciones tipificadas, en función de su naturaleza, en la legislación sectorial, estatal o autonómica y se clasifican y tipifican las infracciones o conductas sancionables. Así, las multas, por tanto, oscilarán entre los 750 euros de las infracciones de carácter leve a 1,5 millones de euros de las sanciones muy graves, pasando por la conductas consideradas como graves, que serán penalizadas con cuantías de hasta 600.000 euros.
Por último, Ruiz-Gallardón resaltó que con este proyecto de Ordenanza se revisa y se actualiza la normativa municipal vigente hoy, que data del año 1942 en lo que se refiere al alcantarillado y de 1985 en lo relativo a los vertidos a la red de saneamiento y que requería, por tanto, de una actualización.
En rueda de prensa, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, explicó que el nuevo texto, que fomenta el uso racional del agua, se enmarca en el Plan de Gestión de la Demanda del Agua de la Ciudad de Madrid, aprobado el pasado 14 de julio, en el que se establece como objetivo la reducción del consumo de agua potable en un 12 por ciento para el año 2011.
Indicó que fomentar e implantar una nueva cultura del agua basada en el uso racional de los recursos hídricos es el fin que persigue el Gobierno local con la normativa propuesta, que regula a la vez, de una manera integrada, todos los aspectos relacionados con la gestión municipal del agua (alcantarillado, riego de zonas verdes, depuración, etc). Así, destacó que Madrid es el primero de los grandes municipios de España que implanta una norma en la que se regula, de forma global, el ciclo integral del agua.
NUEVA CULTURA DEL AGUA
En su opinión, para implantar la nueva cultura del agua se establecen un conjunto de medidas encaminadas a reducir el consumo por los ciudadanos, fomentar la eficiencia en el uso de este recurso por las empresas y otras actividades (campos de golf, piscinas, etcétera) y fijar criterios para el diseño y mantenimiento de las zonas verdes, criterios basados en la utilización de especies vegetales adaptadas a la climatología de Madrid, entre otras. Además, el proyecto de Ordenanza dedica un apartado especial a los recursos hídricos alternativos como aguas pluviales, freáticas o regeneradas para aquellos usos que no requieren la utilización de agua potable.
Además de proponer que todos los edificios de nueva construcción cuenten con sistemas de fontanería economizadores de agua en grifos, duchas y cisternas, en hoteles y oficinas será obligatoria la instalación de temporizadores en los grifos o bien de grifería electrónica para reducir el consumo de uso sanitario. Junto con estas obligaciones, la futura Ordenanza promueve la utilización de recursos hídricos alternativos en los nuevos desarrollos urbanísticos para el riego de zonas verdes.
GRANDES CONSUMIDORES
El proyecto de Ordenanza establece también una serie de medidas para que actividades con un elevado consumo de agua adopten buenas prácticas para conseguir ahorros cuantificables, que serán verificados por el Ayuntamiento. Así, aquellas actividades que consuman más de 10.000 metros cúbicos al año y los campos de golf deberán disponer de un plan de gestión sostenible y realizar auditorías del uso del agua en sus instalaciones. En el caso de las piscinas se creará un registro municipal y además deberán instalar sistemas economizadores de agua y realizar pruebas anuales para evitar las fugas en tuberías, sistemas hidráulicos y el propio vaso.
Otro sector, gran consumidor de agua, es el de los servicios de lavado de vehículos. Para ellos, la nueva Ordenanza establece la obligatoriedad de disponer de sistemas de reciclado de agua. Los servicios ya existentes tendrán un período de tres años para adaptar sus instalaciones.
ZONAS VERDES Y BALDEOS DE CALLES
Por otro lado, Ruiz-Gallardón comentó que en los nuevos parques y zonas ajardinadas, públicas y privadas, deberán utilizarse especies adaptadas al entorno y condiciones ambientales de Madrid, ocupando al menos un 50 por ciento de la superficie total de la zona verde. Se limita la superficie de césped que no superará el 30 por ciento en los jardines y el 10 por ciento en los parques de más de diez hectáreas. Además, la propuesta de Ordenanza contempla sistemas de riego que fomenten el ahorro y la eficiencia en el uso de agua, como por ejemplo, sensores de lluvia y humedad, programadores, etc.
Asimismo, aseguró que los servicios municipales también se suman a las políticas de ahorro, economizando agua en la limpieza viaria. Para ello, se prevé el uso equipos eficientes para el baldeo de calles y espacios públicos, utilizando agua regenerada, procedente de sus propias depuradoras. Será obligatorio, por tanto, el uso de agua regenerada, siempre que exista una dársena de carga de la red municipal de reutilización de aguas en un radio menor o igual a dos kilómetros desde el punto de consumo.
Se elimina, de este modo, el tradicional baldeo mediante manguera acoplada a la boca de riego, que sólo se utilizará donde no sea posible la limpieza con equipos mecánicos. Igualmente se vigilará el uso fraudulento de hidrantes o bocas de riego por particulares y se facilitará que cualquier ciudadano ponga en conocimiento de los servicios municipales o de los agentes de la autoridad los usos fraudulentos del agua.
Para controlar que se realiza un adecuado uso de los recursos hídricos, se creará un Servicio de Inspección del Agua, formado por inspectores especializados. Además, en la futura Ordenanza se regulan todas las cuestiones relativas al sistema de saneamiento municipal, estableciendo los criterios técnicos de diseño del mismo y regulando los vertidos al alcantarillado para garantizar su integridad y asegurar la eficacia de los procesos de depuración de las aguas residuales que se realizan en las plantas de depuración municipales.
RÉGIMEN SANCIONADOR
A continuación, explicó que en el proyecto de Ordenanza se aglutinan las conductas y sanciones tipificadas, en función de su naturaleza, en la legislación sectorial, estatal o autonómica y se clasifican y tipifican las infracciones o conductas sancionables. Así, las multas, por tanto, oscilarán entre los 750 euros de las infracciones de carácter leve a 1,5 millones de euros de las sanciones muy graves, pasando por la conductas consideradas como graves, que serán penalizadas con cuantías de hasta 600.000 euros.
Por último, Ruiz-Gallardón resaltó que con este proyecto de Ordenanza se revisa y se actualiza la normativa municipal vigente hoy, que data del año 1942 en lo que se refiere al alcantarillado y de 1985 en lo relativo a los vertidos a la red de saneamiento y que requería, por tanto, de una actualización.