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La lluvia ha sido beneficiosa para las reservas hídricas en las últimas semanas en los embalses bajoaragoneses y permite, de momento, un ligero respiro a los agricultores que desde hace meses veían con preocupación el incesante descenso en la acumulación de agua.
En la actualidad, el pantano de Calanda se encuentra a un 41,89 por ciento de su capacidad, cuando a principios de mes se situaba en un 36,7 por ciento. El de Santolea también ha crecido, pasando de un 55 a un 60,13 por ciento a día de hoy. En la Estanca de Alcañiz el porcentaje ha pasado de ser del 82,54 al 87,57 por ciento.
En todos los casos, el incremento en las reservas hídricas en las dos últimas semanas se cifra aproximadamente en un 5 por ciento, teniendo en cuenta, además, que se han producido precitaciones en forma de nieve que, por el momento, no han pasado a engrosar las reservas actuales.
Es significativa la aportación del río Bergantes al pantano de Calanda, cuya pluviometría acumulada a lo largo del mes de enero ha sido de 54,4 litros por metro cuadrado, mientras que la del Guadalope a embalse de Santolea se cifra, en datos acumulados del mes, en 34,2 litros por metro cuadrado.