Data of a thirsty world
Mon, 20/03/2006
México
De los 6.420 millones de habitantes del planeta el 21,8% no tiene agua potable y cerca de un tercio carece de servicios de saneamiento. Gran parte de la superficie de la Tierra es agua, pero sólo el 3% es apta para el consumo. El Banco Mundial vaticina que las guerras del siglo XXI se librarán por el control del agua. Naciones Unidas ha identificado 300 zonas en el mundo, con 3.000 millones de habitantes, que serán escenario de conflictos por el agua en años futuros.
- Riegos intensivos y epidemias. Los grandes acuíferos de América del Norte, China e India se agotan a ritmo acelerado por los riegos intensivos -hasta el 70% de toda la tierra de cultivo en China, por ejemplo-. La disminución de las reservas de agua potable, especialmente en el superpoblado Tercer Mundo, es el mejor caldo de cultivo para las epidemias. Más de dos millones de personas mueren al año por consumo de aguas contaminadas. En algunas zonas de la industria maquiladora mexicana, en la frontera con EE UU, el agua es tan escasa que los niños beben coca-cola. Dos millones de toneladas diarias de residuos humanos son arrojadas a las corrientes de agua, lo que constituye la principal fuente de contaminación, según The World's Water Crisis Report, que afecta a la mitad de la población mundial.
- Desastres en África. El continente tiene sólo el 9% de los recursos mundiales de agua potable. Los desastres naturales más comunes tienen que ver con agua: sequías, inundaciones y desertización. En 10 años, ha sufrido un tercio de las catástrofes mundiales vinculadas con el agua, que afectaron a 135 millones de personas.
- Grandes ríos, mucha demanda. Por los grandes ríos de América Latina discurre el 30% del agua superficial de la Tierra. Sin embargo, dos terceras partes del continente americano son áridas y semiáridas. Una cuarta parte de la población de América Latina y el Caribe vive en zonas donde la demanda de agua supera su capacidad de recuperación.
- Más agricultura que saneamiento. El 86% del agua que se consume en la región Asia-Pacífico se destina a la agricultura, por encima del promedio mundial del 71%. Un tercio de la población no tiene saneamientos básicos. La mitad del agua de toda la región se encuentra en China, India e Indonesia.
- Desperdicio en países ricos. Pese a estos escenarios inquietantes, el consumo y desperdicio de agua en los países desarrollados no se resiente. El uso de 1.300 galones de agua por ciudadano y día en Estados Unidos es el más elevado del mundo, 60 veces más que muchas naciones del Tercer Mundo, señala James Kunstler en el libro The Long Emergency.
- Y la energía, ¿qué? La crisis del agua puede tener efectos dramáticos en la generación energética. Un estudio de un consorcio de agencias e institutos estadounidenses pronostica que en la primera mitad de este siglo, el nivel de las reservas del río Colorado disminuirá en una tercera parte. Eso significará un corte del 40% en la generación hidroeléctrica.
- De los lagos a la escasez. La Ciudad de México, sede del IV Foro Mundial del Agua, se asienta sobre lo que en la época del imperio azteca eran cinco grandes lagos conectados entre sí. Aquella abundancia es hoy un bien escaso en la megalópolis, con acuíferos sobreexplotados. En el populoso barrio de Iztapalapa más de 200.000 personas reciben agua racionada con camiones cisterna y el déficit de agua potable es de 1.200 litros por segundo. El Gobierno de Ciudad de México calcula que es necesario invertir 4.200 millones de dólares para resolver la escasez de agua potable y evitar los riesgos de inundación por fallos en el drenaje.
De los 6.420 millones de habitantes del planeta el 21,8% no tiene agua potable y cerca de un tercio carece de servicios de saneamiento. Gran parte de la superficie de la Tierra es agua, pero sólo el 3% es apta para el consumo. El Banco Mundial vaticina que las guerras del siglo XXI se librarán por el control del agua. Naciones Unidas ha identificado 300 zonas en el mundo, con 3.000 millones de habitantes, que serán escenario de conflictos por el agua en años futuros.
- Riegos intensivos y epidemias. Los grandes acuíferos de América del Norte, China e India se agotan a ritmo acelerado por los riegos intensivos -hasta el 70% de toda la tierra de cultivo en China, por ejemplo-. La disminución de las reservas de agua potable, especialmente en el superpoblado Tercer Mundo, es el mejor caldo de cultivo para las epidemias. Más de dos millones de personas mueren al año por consumo de aguas contaminadas. En algunas zonas de la industria maquiladora mexicana, en la frontera con EE UU, el agua es tan escasa que los niños beben coca-cola. Dos millones de toneladas diarias de residuos humanos son arrojadas a las corrientes de agua, lo que constituye la principal fuente de contaminación, según The World's Water Crisis Report, que afecta a la mitad de la población mundial.
- Desastres en África. El continente tiene sólo el 9% de los recursos mundiales de agua potable. Los desastres naturales más comunes tienen que ver con agua: sequías, inundaciones y desertización. En 10 años, ha sufrido un tercio de las catástrofes mundiales vinculadas con el agua, que afectaron a 135 millones de personas.
- Grandes ríos, mucha demanda. Por los grandes ríos de América Latina discurre el 30% del agua superficial de la Tierra. Sin embargo, dos terceras partes del continente americano son áridas y semiáridas. Una cuarta parte de la población de América Latina y el Caribe vive en zonas donde la demanda de agua supera su capacidad de recuperación.
- Más agricultura que saneamiento. El 86% del agua que se consume en la región Asia-Pacífico se destina a la agricultura, por encima del promedio mundial del 71%. Un tercio de la población no tiene saneamientos básicos. La mitad del agua de toda la región se encuentra en China, India e Indonesia.
- Desperdicio en países ricos. Pese a estos escenarios inquietantes, el consumo y desperdicio de agua en los países desarrollados no se resiente. El uso de 1.300 galones de agua por ciudadano y día en Estados Unidos es el más elevado del mundo, 60 veces más que muchas naciones del Tercer Mundo, señala James Kunstler en el libro The Long Emergency.
- Y la energía, ¿qué? La crisis del agua puede tener efectos dramáticos en la generación energética. Un estudio de un consorcio de agencias e institutos estadounidenses pronostica que en la primera mitad de este siglo, el nivel de las reservas del río Colorado disminuirá en una tercera parte. Eso significará un corte del 40% en la generación hidroeléctrica.
- De los lagos a la escasez. La Ciudad de México, sede del IV Foro Mundial del Agua, se asienta sobre lo que en la época del imperio azteca eran cinco grandes lagos conectados entre sí. Aquella abundancia es hoy un bien escaso en la megalópolis, con acuíferos sobreexplotados. En el populoso barrio de Iztapalapa más de 200.000 personas reciben agua racionada con camiones cisterna y el déficit de agua potable es de 1.200 litros por segundo. El Gobierno de Ciudad de México calcula que es necesario invertir 4.200 millones de dólares para resolver la escasez de agua potable y evitar los riesgos de inundación por fallos en el drenaje.