Cartography helps in the prediction and the reduction of natural risks
Thu, 30/03/2006
El Plan Prigeo supone una inversión de siete millones de euros y estará concluido en el 2015 Crear una infraestructura cartográfica de conocimiento sobre riesgos geológicos; desarrollar un Sistema de Información de Riesgos Geológicos (SIRGE); contribuir al conocimiento de la peligrosidad y riesgos geológicos en las zonas vulnerables del territorio español y contribuir a las políticas de divulgación y educación ambiental. Estos son algunos de los objetivos del Plan PRIGEO, una iniciativa del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), que ha sido presentada dentro de los primeros Encuentros sobre Riesgos Naturales que se han celebrado en la Universidad de León. Según explicó Ángel García Cortés, director de Recursos Minerales y Geoambiente del IGME, «aunque los riesgos naturales han existido siempre, en los últimos años están adquiriendo especial relevancia debido a los cambios que se producen en el medio. Para mitigar sus efectos y localizar las zonas potenciales que pueden ser afectadas por ellos, se ha puesto en marcha el Plan PRIGEO». Se pretenden generar dos tipos de cartografías de peligrosidad geológica. La primera, a escala 1:50.000, que recogerá las zonas más vulnerables de España y, la segunda, incluirá en principio cuatro áreas metropolitanas piloto, situadas en diferentes contextos geomorfológicos diferentes, desarrollar una cartografía más detallada (1:10.000 o 1:5.000). Los peligros geológicos que se pretenden cartografiar son terremotos y tsunamis, volcanismo, avenidas e inundaciones, movimientos del terreno, aludes y peligros ligados a la dinámica litoral. Se pretende que el Plan esté concluido en el año 2015 y supondrá una inversión total de 7 millones de euros, de los que el 78% será aportado por IGME y, el resto, por las administraciones autonómicas y locales. Ponencias A continuación, expertos del IGME expusieron en sus ponencias aspectos relacionados con la cartografía de riesgos geológicos. Juan Manuel Pardo habló sobre el tratamiento de la cartografía de riesgo sísmico y por tsunami, recordando que de los 25 tsunamis que afectaron a las costas españolas, tan sólo dos tuvieron trágicas consecuencias. El de 1755, cuyo epicentro se situó en Azores, con una intensidad estimada de 8,7, generó una ola de 14 metros y se llevó la vida de 2.000 personas en la costa de Cádiz. El segundo, el 21 de mayo del año 2003, tuvo el epicentro en Argelia, una intensidad de 6,7, y produjo daños materiales en Mahón. Luís Laín, habló sobre la cartografía de peligrosidad volcánica, refiriéndose a la que se realiza en Tenerife, que permitirá elaborar un mapa de riesgo de la isla. Miguel Llorente centró su intervención en los movimientos de terreno, fenómenos potencialmente peligrosos para personas, bienes y servicios. Recordó el que se produjo en China en 1920, con 200.000 muertos; el de El Salvador, de 1998, con 1.000 muertos, o el de Filipinas de este año, que se llevó más de 1.700 vidas. En cuanto a España, en 1844 más de 400 personas fallecieron en Mallorca por una avalancha, y apenas hace unas semanas, los movimientos de tierra hicieron descarrilar un tren en Asturias. Andrés Díez habló sobre la peligrosidad de las inundaciones, afirmando que se pretenden cartografiar las áreas susceptibles de inundarse, la profundidad de la lámina de agua, su velocidad, las avenidas históricas y la carga sedimentaria que transportan. Se prevé, además, que los mapas muestren hasta el trazado de las rutas óptimas de evacuación. Montserrat Ferrer, de Tecnosylva, expuso los aspectos metodológicos del análisis de riesgos en el Plan de Inundaciones, afirmando que sólo cuentan con él seis Comunidades Autónomas (Andalucía, Baleares, Galicia, Navarra, País Vasco y Valencia), y que en Castilla y León se están dando los primeros pasos para ponerlo en marcha. Recordó, que en nuestra Comunidad hay 5.622 municipios que tienen alguna parte de los mismos en zonas de riesgo de inundación. La directora técnica de la Confederación Hidrográfica del Duero, Liana Ardiles, habló sobre los embalses en los planes de inundaciones, recordando que somos el quinto país del mundo en número de presas, con 1.200, de las que más de 800 necesitan contar con un plan de emergencia para saber cómo actuar ante una situación de alarma.