Water lost in River Júcar during 2004 in La Mancha was enough to irrigate all Spanish golf courts

Sun, 16/04/2006

Levante

En el año hidrológico 2004-2005, el río Júcar registró a su paso por La Mancha -en el tramo que va desde el embalse de Alarcón hasta el del Molinar, cerca de Cofrentes- unas detracciones de 278,26 hm3 provocadas por el regadío mediante aguas subterráneas de forraje, maíz y otros cultivos subvencionados.
escaso Caudal. El rio Júcar a su paso por la Ribera.
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J. Sierra, Valencia
La CHJ estima que ese mismo año hidrológico y contabilizando los efectos de la sequía, el Júcar debería haber ganado en los manantiales de ese tramo 213,44 hm3, casi tres veces el proyectado trasvase al Vinalopó.
Los datos suponen que el río Júcar, a su paso por la provincia de Albacete, ha perdido literalmente 64,82 hectómetros cúbicos -la mayor pérdida de la historia-que han sido desembalsados desde Alarcón y hechos circular por el cauce artificialmente antes de que los tragase la esponja que supone el regadío manchego.
Este volumen de agua es equivalente al que consume el riego de todos los campos de golf de España, según los datos ofrecidos por la federación que regula este deporte, o al consumo industrial y urbano de toda la provincia de Castelló.
Dicho de otro modo: el embalse de Alarcón, la joya de los regantes valencianos entregada hace unos años al Estado, cumple ahora una función casi estrictamente medioambiental: guarda el poco agua que la sequía deja caer en las sierras de Cuenca para administrarla en verano y cada vez más también en invierno e impedir así que el río se seque ya en Albacete.
Fuentes de Xúquer Viu aseguraron ayer que estos datos coinciden con los oficiales manejados por la Comisión Permanente de la Sequía y en opinión de este colectivo evidencian que más allá de la climatología y del déficit pluviométrico, la enfermedad del Júcar tiene un origen claro: los pozos de la Mancha.
Varas de medir
Ayer, el conseller de Infraestructuras y Transporte, José Ramón García Antón, aprovechaba las denuncias sobre estas extracciones y la crítica situación que atraviesa el Júcar para afirmar que el Ministerio de Medio Ambiente «parece» tener «dos varas de medir, según sea la Comunitat Valenciana o Castilla-La Mancha».
García Antón denunció que mientras el Gobierno central «ha estado cuestionando y modificando» el trazado original del Júcar-Vinalopó, «parece que la extracción ilegal de agua de Castilla-La Mancha no les preocupa y no ponen soluciones definitivas para acabar con esta solución».
Sin embargo, la responsabilidad sobre lo que ocurre en la Mancha es difícilmente atribuíble a un Gobierno concreto.
En 1960-61, bajo el franquismo, se apreciaron las primeras -mínimas-detracciones de caudal, que pasaron a ser significativas ya a partir de la llegada de la democracia (31,43 hm3 en 1976-1977), y espectaculares a partir del año 1995-1996, con 221,76 hm3.
Fue en ese periodo, con García-Antón ya en la conselleria de Obras Públicas y con José María Aznar recién llegado al Gobierno de la Nación cuando por primera vez en su historia el río perdió en la Mancha 31,43 hm3.
Desde esa fecha, la única medida visible para evitar la sangría del Júcar ha sido la aprobación pactada del Plan Hidrológico del Júcar, «generoso con la Mancha y que apenas se cumple en esta región», según recordaban hace unos días desde Xúquer Viu.