Farmers warns that Algar dam is loosing near 30,000 litres each minute
Wed, 19/04/2006
Los agricultores exigen el cierre inmediato de las compuertas al terminar el periodo de lluvias
La presa de Algar sigue en el ojo del huracán. Una vez inauguradas las tomas de agua y las compuertas de la instalación, regantes y agricultores de Sagunto han alertado que se pierden hasta 30.000 litros de agua por minuto. El motivo: las compuertas siguen abiertas. Exigen su cierre inmediato.
MARINA COSTA/
SAGUNTO
La ministra Cristina Narbona, durante la inauguración de las compuertas de la presa.
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El periodo de lluvias y la nieve de las zonas altas ha dejado un regalo muy valioso en el pantano del Regajo. Los agricultores calculan que la entrada de agua llega hasta los 800 litros por segundo, aunque esta cifra varía según los días.
Sin embargo, una parte ‘‘importante’’ de este caudal hídrico ‘‘se está perdiendo porque las compuertas de la presa de Algar siguen abiertas, aunque ya no estamos en periodo de inundaciones’’, según afirma Francisco Campillo, miembro de los regantes, representante de la Asociación Valenciana de Agricultores de Sagunto y presidente de Fecamp.
El hecho de que las compuertas no acumulen el agua que llega hasta esta estructura implica ‘‘perder la con cantidades que pueden llegar hasta 30.000 litros por minuto, en algunos momentos. La acequia mayor y los regantes la aprovechan al máximo, pero con esta situación siempre se acaba perdiendo’’.
El problema, según explica Campillo, es que existía un proyecto para ‘‘entubar’’ la acequia mayor que todavía no se ha llevado a cabo. Una parte de esta citada red ‘‘pasa por dentro de la propia presa. Lo primero que se tenía que haber hecho es haberla desviado en su momento, porque cuando la presa se llena, tal y como ocurrió durante las lluvias de 2000, se embarró y ensució y hubo que actuar y limpiarla y pensamos que no quieren que esta situación se repita’’.
Riesgo de avenidas
Para Campillo las compuertas de la presa estuvieron abiertas en septiembre y octubre, ‘‘cuando se tienen que mantener así de forma obligatoria, ante el peligro de avenidas de agua. Pero la temporada de lluvias ya ha terminado y las compuertas siguen abiertas’’.
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, inauguró el pasado cuatro de marzo la terminación de la presa de Algar, lo que incluía la instalación de las compuertas de los desagües de fondo y de las tomas de agua, tanto la principal como la auxiliar, así como los sistemas que iban a permitir controlar a distancia el funcionamiento de estos equipos. Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) matizaron ayer que el objetivo de esta estructura es ‘‘recargar los acuíferos y laminar las posibles avenidas de agua. Está preparada para regular el caudal de agua y por tanto hay un protocolo de seguimiento, un sistema de explotación que determina cuándo se abren o cierran’’.
Tres kilómetros
Respecto a la relación entre la presa y la acequia mayor sí es cierto que existe afección directa. Según fuentes de la CHJ, hay unos tres kilómetros de canal en la zona inundable ‘‘dentro del caso del embalse. Por este motivo y para corregir esta afección se va a proceder a la reposición.
El acondicionamiento está catalogado como actuación prioritario y urgente y la Confederación aclaró durante la visita de Narbona que ya se estaba trabajando en el proyecto.
Para Campillo el proyecto de entubado de esta estructura ‘‘se tenía que haber acometido mucho antes. Hubo un proyecto que se cambió y, por tanto, los trámites se han retrasado de nuevo. Estamos en contra de que por unos y otros no llegue una solución’’.
Entubando esta parte ‘‘se evitarán las fuertes pendientes y no se ensuciará la acequia. El problema es que estamos pendientes de que esto se efectúe todavía porque por unos y por otros, los más perjudicados somos los regantes y agricultores de la zona’’.
Un largo proceso
El proyecto de la presa de Algar se remonta a junio de 2004, cuando se aprobó el proyecto de fabricación, suministro y montaje de los elementos electromecánicos que debían cerrar la estructura, añadido muy reclamado durante estos últimos años.
Las actuaciones para la instalación de las compuertas comenzó en junio de 2004 y concluyeron en septiembre de 2005.
Las estructuras completan los objetivos de la presa que son, según apuntan fuentes del Ministerio, la recarga ‘‘de acuíferos de unos 13 hectómetros cúbicos al año, la regulación de los caudales del río y un aumento de recursos superficiales de unos cuatro hectómetros cúbicos anuales’’.
La CHJ no aclaró ayer a este diario si abril está, finalmente, incluido en el periodo en el que las compuertas deben permanecer abiertas o cerradas. Sí que subrayaron que el objetivo de las mismas es ‘‘regular el caudal hídrico, no embalsar’’. Para los agricultores no está tan claro. ‘‘Ahora no es época de inundaciones y el agua se está perdiendo’’, sentencia Campillo.
Fuera de toda duda de criterio, la presa de Algar beneficia de forma directa a todos los acuíferos de la zona. De ahí, su importancia para agricultores y regantes.
La permeabilidad del vaso del embalse permite la recarga de estas zonas, lo que proporciona unos ‘‘trece hectómetros cúbicos por año’’.
El beneficio de esta inyección alcanza incluso ‘‘las zonas húmedas de Almenara’’, según los datos con los que cuenta el Ministerio de Medio Ambiente.
La laminación de las avenidas es otra ventaja subrayada desde la Confederación Hidrográfica del Júcar, con respecto a las funciones básicas de la presa.
La retención de posibles avenidas del río Palancia y de la rambla de Azuébar posibilita la reducción de los caudales y evita ‘‘daños en las zonas ribereñas de la desembocadura del Palancia’’. Un proyecto previsto en el entorno de la presa es la recuperación ambiental y paisajística de buena parte del entramado, concretamente en las vías de servicio y los distintos caminos de acceso, pero también con la restauración de la cantera. Este programa busca incluir un área ajardinada a pie de presa y construir un paseo peatonal desde Algar hasta la propia instalación.
La presa de Algar sigue en el ojo del huracán. Una vez inauguradas las tomas de agua y las compuertas de la instalación, regantes y agricultores de Sagunto han alertado que se pierden hasta 30.000 litros de agua por minuto. El motivo: las compuertas siguen abiertas. Exigen su cierre inmediato.
MARINA COSTA/
SAGUNTO
La ministra Cristina Narbona, durante la inauguración de las compuertas de la presa.
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El periodo de lluvias y la nieve de las zonas altas ha dejado un regalo muy valioso en el pantano del Regajo. Los agricultores calculan que la entrada de agua llega hasta los 800 litros por segundo, aunque esta cifra varía según los días.
Sin embargo, una parte ‘‘importante’’ de este caudal hídrico ‘‘se está perdiendo porque las compuertas de la presa de Algar siguen abiertas, aunque ya no estamos en periodo de inundaciones’’, según afirma Francisco Campillo, miembro de los regantes, representante de la Asociación Valenciana de Agricultores de Sagunto y presidente de Fecamp.
El hecho de que las compuertas no acumulen el agua que llega hasta esta estructura implica ‘‘perder la con cantidades que pueden llegar hasta 30.000 litros por minuto, en algunos momentos. La acequia mayor y los regantes la aprovechan al máximo, pero con esta situación siempre se acaba perdiendo’’.
El problema, según explica Campillo, es que existía un proyecto para ‘‘entubar’’ la acequia mayor que todavía no se ha llevado a cabo. Una parte de esta citada red ‘‘pasa por dentro de la propia presa. Lo primero que se tenía que haber hecho es haberla desviado en su momento, porque cuando la presa se llena, tal y como ocurrió durante las lluvias de 2000, se embarró y ensució y hubo que actuar y limpiarla y pensamos que no quieren que esta situación se repita’’.
Riesgo de avenidas
Para Campillo las compuertas de la presa estuvieron abiertas en septiembre y octubre, ‘‘cuando se tienen que mantener así de forma obligatoria, ante el peligro de avenidas de agua. Pero la temporada de lluvias ya ha terminado y las compuertas siguen abiertas’’.
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, inauguró el pasado cuatro de marzo la terminación de la presa de Algar, lo que incluía la instalación de las compuertas de los desagües de fondo y de las tomas de agua, tanto la principal como la auxiliar, así como los sistemas que iban a permitir controlar a distancia el funcionamiento de estos equipos. Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) matizaron ayer que el objetivo de esta estructura es ‘‘recargar los acuíferos y laminar las posibles avenidas de agua. Está preparada para regular el caudal de agua y por tanto hay un protocolo de seguimiento, un sistema de explotación que determina cuándo se abren o cierran’’.
Tres kilómetros
Respecto a la relación entre la presa y la acequia mayor sí es cierto que existe afección directa. Según fuentes de la CHJ, hay unos tres kilómetros de canal en la zona inundable ‘‘dentro del caso del embalse. Por este motivo y para corregir esta afección se va a proceder a la reposición.
El acondicionamiento está catalogado como actuación prioritario y urgente y la Confederación aclaró durante la visita de Narbona que ya se estaba trabajando en el proyecto.
Para Campillo el proyecto de entubado de esta estructura ‘‘se tenía que haber acometido mucho antes. Hubo un proyecto que se cambió y, por tanto, los trámites se han retrasado de nuevo. Estamos en contra de que por unos y otros no llegue una solución’’.
Entubando esta parte ‘‘se evitarán las fuertes pendientes y no se ensuciará la acequia. El problema es que estamos pendientes de que esto se efectúe todavía porque por unos y por otros, los más perjudicados somos los regantes y agricultores de la zona’’.
Un largo proceso
El proyecto de la presa de Algar se remonta a junio de 2004, cuando se aprobó el proyecto de fabricación, suministro y montaje de los elementos electromecánicos que debían cerrar la estructura, añadido muy reclamado durante estos últimos años.
Las actuaciones para la instalación de las compuertas comenzó en junio de 2004 y concluyeron en septiembre de 2005.
Las estructuras completan los objetivos de la presa que son, según apuntan fuentes del Ministerio, la recarga ‘‘de acuíferos de unos 13 hectómetros cúbicos al año, la regulación de los caudales del río y un aumento de recursos superficiales de unos cuatro hectómetros cúbicos anuales’’.
La CHJ no aclaró ayer a este diario si abril está, finalmente, incluido en el periodo en el que las compuertas deben permanecer abiertas o cerradas. Sí que subrayaron que el objetivo de las mismas es ‘‘regular el caudal hídrico, no embalsar’’. Para los agricultores no está tan claro. ‘‘Ahora no es época de inundaciones y el agua se está perdiendo’’, sentencia Campillo.
Fuera de toda duda de criterio, la presa de Algar beneficia de forma directa a todos los acuíferos de la zona. De ahí, su importancia para agricultores y regantes.
La permeabilidad del vaso del embalse permite la recarga de estas zonas, lo que proporciona unos ‘‘trece hectómetros cúbicos por año’’.
El beneficio de esta inyección alcanza incluso ‘‘las zonas húmedas de Almenara’’, según los datos con los que cuenta el Ministerio de Medio Ambiente.
La laminación de las avenidas es otra ventaja subrayada desde la Confederación Hidrográfica del Júcar, con respecto a las funciones básicas de la presa.
La retención de posibles avenidas del río Palancia y de la rambla de Azuébar posibilita la reducción de los caudales y evita ‘‘daños en las zonas ribereñas de la desembocadura del Palancia’’. Un proyecto previsto en el entorno de la presa es la recuperación ambiental y paisajística de buena parte del entramado, concretamente en las vías de servicio y los distintos caminos de acceso, pero también con la restauración de la cantera. Este programa busca incluir un área ajardinada a pie de presa y construir un paseo peatonal desde Algar hasta la propia instalación.