Aqualia se gasta 180.000 euros en tecnología punta y mejora el rendimiento un 30% La empresa asocia este éxito al buen resultado de campañas de concienciación ciudadana JORGE PASTOR/JAÉN ROTURA. La tecnología punta sirve de bien poco ante las garras de las excavadoras. /IDEAL LOS APUNTES
LOS APUNTES F Esfuerzo conjunto: La optimización del rendimiento de la red de abastecimiento no es un mérito exclusivo de la empresa encargada de realizar su mantenimiento, sino que la acción de los ciudadanos también es fundamental. Por una parte, los usuarios son sensibles a las campañas de concienciación sobre la necesidad de ahorrar un bien tan escaso. También es básica la mejora de las infraestructuras, unas inversiones posibles gracias al bolsillo de los contribuyentes.
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En tiempos de sequía, como los que vivimos, tan importante es hacer una utilización racional del líquido elemento como optimizar los sistemas de abastecimiento para que no se escape ni gota. Así lo ha entendido la empresa adjudicataria del servicio en la capital, Aqualia, que ha decidido invertir en la última tecnología de detección de fugas. Según fuentes de la concesionaria, el rendimiento de la red ha mejorado un 30 por ciento en los últimos años gracias, entre otras razones, a la utilización de los equipos más avanzados. El objetivo es vigilar la red de forma permanente para que el tiempo que transcurra entre la localización de la rotura y la intervención de las brigadas de mantenimiento sea el mínimo posible para minimizar los perjuicios que sufren los ciudadanos y, de camino, evitar la pérdida de un recurso tan escaso.
Un oído muy fino
Los técnicos de la empresa emplean los sistemas más sofisticados, valorados en 180.000 euros. Uno de ellos es un geófono, un amplificador con varias frecuencias que permite eliminar ruidos. Se trata de una especie de 'oído inteligente', muy fino, capaz de percibir lo que nosotros, los humanos, no somos capaces. El artilugio sondea el subsuelo para captar los sonidos más sospechosos. Otro de los ingenios usados es el correlador acústico, que permite calcular con gran exactitud el punto conflictivo mediante dos transmisores colocados en las propias tuberías.
Pero sin duda la herramienta más sofisticada es el Permalog. Se basa en la instalación de unidades de registro autónomas en cualquier válvula del entramado de distribución. Estos chivatos se fijan mediante imanes y comienzan a transmitir señales veinticuatro horas después de ser colocados. Los datos son enviados a un vehículo que actúa como unidad central. Toda la información es procesada por un potente ordenador, que analiza e identifica las áreas de interés para su estudio más detallado y para una actuación más eficaz de los operarios. Los dispositivos tienen una vida útil de diez años, un período de tiempo durante el que no requieren mantenimiento, por lo que se abaratan los costes.
Pero el control no es sólo mecánico. Mientras los jienenses duermen, entre las once de la noche y las seis de madrugada, una dotación compuesta por dos especialistas 'cazafugas' trabajan todos los días para la correcta conservación de las infraestructuras y para subsanar todos los problemas que se puedan generar.