Rice farmers summoned tomorrow near CHG to ask for their right to irrigate all the cultivated surface
Wed, 10/05/2006
La Federación de Arroceros de Sevilla (FAS) se movilizará mañana a las puertas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), en la Plaza de España de Sevilla, para "exigir su derecho a riego" de toda la superficie arrocera en la actual campaña.
Según indicó la Federación en una nota remitida a Europa Press, dicha movilización tendrá lugar antes de la reunión de la Comisión de Desembalse.
Los productores de arroz exigen regar en la totalidad de las 36.000 hectáreas ya que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir sólo les ha ofrecido regar en el 50 por ciento de la superficie, lo que consideran una "oferta envenenada que ocasionaría múltiples problemas en el sector, ya que agruparnos en la mitad del territorio sería como meter a un 'okupa' en tu propio terreno y sin saber si esta opción tendría cabida con la burocracia de la PAC".
Las fuentes indicaron que actualmente los embalses en la cuenca se encuentran al 43 por ciento de su capacidad, con 2.056 hectómetros cúbicos almacenados. Explicaron que los arroceros para regar en las 36.000 hectáreas de superficie "necesitan un mínimo de 350 hectómetros, mientras que la CHG sólo nos asegura la mitad", por lo que pedirán, al igual que ya hizo ayer la Federación de Regantes del Guadalquivir (Feragua), el desembalse de 1.100 hectómetros cúbicos para un riego garantizado para toda la cuenca.
El sector recordó que "no caben producciones alternativas en las tierras de las marismas" y apuntó que la prohibición de regar "supondrá pérdidas económicas que ascienden a 91,95 millones de euros por campaña", además de "pérdidas sociales en municipios que viven por y para el cultivo como Puebla del Río, Los Palacios, Las Cabezas, Aznalcázar, Lebrija, Utrera e Isla Mayor".
El sector genera 540.000 peonadas entre fijos y eventuales "que suponen la subsistencia de todo el entorno arrocero sin olvidar que la propia Federación de Arroceros contrata durante toda la campaña a 70 ingenieros técnicos agrícolas para el control integrado de la misma".
"No sembrar significa la paralización absoluta del arroz y de otras actividades paralelas como la pesca, maquinaria, industrias auxiliares", agregó la Federación, que precisó que el sector tiene además una serie de proyectos de modernización "que se verían paralizados como la reconversión del actual sistema de regadío que supondrá un ahorro de agua de 150-200 hectómetros cúbicos por campaña así como la creación de una industria arrocera que también se vería paralizada".
Por último, apuntaron que la no siembra también tendrá una repercusión negativa sobre el medio ambiente "ya que los arrozales se convierten en zona de alimentación y de cría de la avifauna de Doñana".
Según indicó la Federación en una nota remitida a Europa Press, dicha movilización tendrá lugar antes de la reunión de la Comisión de Desembalse.
Los productores de arroz exigen regar en la totalidad de las 36.000 hectáreas ya que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir sólo les ha ofrecido regar en el 50 por ciento de la superficie, lo que consideran una "oferta envenenada que ocasionaría múltiples problemas en el sector, ya que agruparnos en la mitad del territorio sería como meter a un 'okupa' en tu propio terreno y sin saber si esta opción tendría cabida con la burocracia de la PAC".
Las fuentes indicaron que actualmente los embalses en la cuenca se encuentran al 43 por ciento de su capacidad, con 2.056 hectómetros cúbicos almacenados. Explicaron que los arroceros para regar en las 36.000 hectáreas de superficie "necesitan un mínimo de 350 hectómetros, mientras que la CHG sólo nos asegura la mitad", por lo que pedirán, al igual que ya hizo ayer la Federación de Regantes del Guadalquivir (Feragua), el desembalse de 1.100 hectómetros cúbicos para un riego garantizado para toda la cuenca.
El sector recordó que "no caben producciones alternativas en las tierras de las marismas" y apuntó que la prohibición de regar "supondrá pérdidas económicas que ascienden a 91,95 millones de euros por campaña", además de "pérdidas sociales en municipios que viven por y para el cultivo como Puebla del Río, Los Palacios, Las Cabezas, Aznalcázar, Lebrija, Utrera e Isla Mayor".
El sector genera 540.000 peonadas entre fijos y eventuales "que suponen la subsistencia de todo el entorno arrocero sin olvidar que la propia Federación de Arroceros contrata durante toda la campaña a 70 ingenieros técnicos agrícolas para el control integrado de la misma".
"No sembrar significa la paralización absoluta del arroz y de otras actividades paralelas como la pesca, maquinaria, industrias auxiliares", agregó la Federación, que precisó que el sector tiene además una serie de proyectos de modernización "que se verían paralizados como la reconversión del actual sistema de regadío que supondrá un ahorro de agua de 150-200 hectómetros cúbicos por campaña así como la creación de una industria arrocera que también se vería paralizada".
Por último, apuntaron que la no siembra también tendrá una repercusión negativa sobre el medio ambiente "ya que los arrozales se convierten en zona de alimentación y de cría de la avifauna de Doñana".